Duran i Lleida ha explicado personalmente a Mariano Rajoy y a Soraya Sáenz de Santamaría sus planes para romper con Convergencia después de 35 años de matrimonio. El líder de Unió está convencido de que hay un amplio espacio político en Cataluña para aglutinar al catalanismo no independentista, ocupado en la parte que les corresponde por un PSC y un PP venidos a menos. La respuesta que ha recibido el político democristiano del presidente del Gobierno y de la vicepresidencia no ha podido ser más elocuente: no solo ven el proyecto con simpatía, sino que están dispuestos también a mover todos los hilos necesarios para facilitar su financiación.
La plataforma 'Cataluña al Centro' busca aglutinar al catalanismo no independentista
Duran ha valorado esta actitud del Gobierno, que sintoniza también con la de los grandes empresarios del Ibex. Él mismo ha trasladado a los más altos responsables de Caixabank, del Sabadell, de las empresas que cotizan con mayor capitalización en el selectivo y de las que tienen más arraigo en Cataluña, que es necesario disponer de una plataforma alternativa a Convergencia que recupere al amplio espectro social que antaño representó el nacionalismo moderado, huyendo del extremismo que ha terminado convirtiendo a Esquerra Republicana en primera fuerza política en todas las encuestas.
Con la 'operación Roca' en la memoria
“Dinero no nos falta, sabemos que vamos a tener un amplio apoyo financiero y ahora de lo que se trata es de convencer a nuestro electorado tradicional de que es más útil defender los intereses de Cataluña desde la moderación que desde los extremos, como siempre hechos hecho. De nada nos valdría disponer de recursos si no conseguimos los votos”, aseguran en el equipo de Duran. Los democristianos cuentan con 16 diputados en el Parlamento catalán dentro de los 50 que CiU obtuvo en las pasadas elecciones autonómicas. En la memoria de los dirigentes de Unió quedó grabada la ‘operación Roca’: miles de millones de las antiguas pesetas enterrados en 1986 durante una campaña electoral que le dio a Miguel Roca cero escaños, a pesar de la debilidad de Alianza Popular y del desgaste inicial de Felipe González.
El momento elegido por Duran para formalizar la ruptura con Convergencia, a la espera de que Artur Mas anuncie la posible convocatoria de unas elecciones plebiscitarias, puede ser el más idóneo si se tiene en cuenta la debilidad del Partido Popular en Cataluña –Alicia Sánchez Camacho no acaba de arrancar como gancho electoral– y la grave crisis de la que no termina de reponerse el PSC. La plataforma Cataluña al Centro lleva tiempo cocinándose por la dirección de Unió como demuestra su progresivo descuelgue de los dictados del presidente de la Generalitat. En septiembre del año pasado, llegó la primera advertencia de los democristianos: si conducía su agenda hacia unas elecciones plebiscitarias, rompería la coalición para caminar en solitario. En junio, Duran avanzó que abandonaría la secretaría general de CiU, paso que formalizó a finales de agosto cediendo el cargo a Ramón Espadaler, actual consejero catalán de Interior.
Duran cree que puede aprovechar la debilidad del PSC y del PP en Cataluña
Desde entonces, ha rehuido las fotos con Mas, pendiente de su reacción a la imposibilidad legal que entraña la celebración de la consulta soberanista. Es un reloj que está parado, admiten en Convergencia, ya que no se ha cumplido ninguno de los tiempos establecidos por el propio Mas para engrasar los preparativos del referéndum. La Generalitat no ha publicado el censo electoral ni tampoco la ubicación de las mesas de votación. Mañana miércoles, se cumplía el plazo fijado por la propia Generalitat para oficializar si habrá o no consulta. Esta cuenta atrás provocó este lunes una tercera reunión de Artur Mas con ERC, Iniciativa y la CUP para intentar llegar a un acuerdo que evite el anticipo electoral, una solución que no seduce ni a Convergencia ni a Esquerra Republicana. La cita acabó anoche como el rosario de la aurora: voladura del frente soberanista al descartar Mas hacer un referéndum en toda regla en estas condiciones, descuelgue de Iniciativa y apuesta insistente de Oriol Junqueras por una consulta a espaldas del Tribunal Constitucional o, en su caso, por una declaración unilateral de independencia. El escenario que hace tiempo había previsto Mariano Rajoy.