La ex ministra de Defensa citó este martes a los medios de comunicación en un hotel madrileño para presentar a su equipo de campaña, integrado, entre otros, por la pareja formada por José Borrell y Cristina Narbona. Pero en la trastienda del mismo figuran otros nombres muy significativos que explican mejor que nada el papel que juega José Luis Rodríguez Zapatero en la pugna por el control del partido que se dirimirá en el congreso de Sevilla. Entre ellos destaca con luz propia Angélica Rubio, ex directora general de Coordinación informativa en La Moncloa y asesora personal del ex presidente y el Director de La Sexta, Antonio García Ferreras. Ambos acudieron anoche al domicilio particular de la candidata a ayudarla a preparar su entrevista con la Cadena SER prevista para hoy, según relataron testigos a Vozpópuli.
Zapatero fichó a Rubio para su causa cuando ésta era periodista de la Cadena SER en León y gracias a un trato personal muy estrecho la convirtió en una de sus principales asesoras de confianza. De hecho, le sirvió al ex presidente de antena principal con la calle y también de interlocutora con determinados sectores empresariales a los que les quedaba pequeña la Oficina Económica de Moncloa.
De Angélica Rubio cuentan como anécdota que fue una de las primeras en dar a Zapatero la mala noticia de que el 35º Congreso (julio de 2000) lo iba ganando José Bono. Sus cálculos fueron erróneos, al final Zapatero ganó el congreso por nueve votos de diferencia y Rubio pasó a La Moncloa como asesora y asistente personal del ex presidente, puesto en el que se ha mantenido hasta hace quince días.
Además de Rubio, la patita de Zapatero en la candidatura de Chacón se deja ver también en la persona del Director de La Sexta, Antonio García Ferreras. Ambos se dieron cita en el domicilio particular de la candidata a las 7:30 de la tarde. García Ferreras, relatan fuentes socialistas, se había mostrado ya crítico con Alfredo Pérez Rubalcaba al que acusó de llevar al Partido Socialista “desde el suelo de Almunia hasta las catacumbas” en uno de los debates que dirige en La Sexta. Sin embargo, no se había cuestionado hasta ahora el porqué de su crítica política. Fuentes del equipo de Rubalcaba cuestionan ahora la imparcialidad de una cadena cuyo director trabaja abiertamente en la campaña de una de las candidatas.
Entre los zapateristas que apoyan a Chacón está José Andrés Torres Mora, antigua muleta ideológica del ex presidente, y Gertrudis Alcázar, Gertru para los amigos, su secretaria personal, ahora instalada en la sede de la calle Gobelas donde la Fundación Ideas tiene su cuartel general. Gertrudis se destapó por primera vez junto a Chacón el pasado sábado cuando la ex ministra de Defensa presentó su candidatura en la localidad almeriense de Olula del Río. Con todas estas personas de su confianza instaladas en el engranaje de la lista alternativa a la de Alfredo Pérez Rubalcaba, la neutralidad prometida por Zapatero queda en entredicho.
Chacón ya dispone de un local que le ha cedido el PSOE en la misma calle Ferraz, a dos pasos de la sede federal, que fue utilizado en su día por Trinidad Jiménez y por Miguel Sebastián en sus campañas para Madrid. Este préstamo le ahorrará bastantes gastos de hotel. “Cada uno pagamos a escote la organización de la candidatura y la que más lleva gastado con diferencia es la propia Carme”, se afirma en el equipo de la ex ministra. Tiene pensado recorrer toda España para visitar las distintas federaciones, en una especie de road show similar al que en su día realizó Zapatero en su coche particular y pagando los gastos de su bolsillo.
De sus dos últimas apariciones cabe deducir que Chacón quiere auparse a la secretaría general del PSOE sin dar demasiadas explicaciones a los periodistas. Este martes solo admitió tres preguntas y algunos de sus seguidores recuerdan que cuando era titular de Defensa no ofreció ni una sola rueda de prensa. Eso sí, sus actos están pensados para levantar la máxima expectación mediática con una mercadotecnia a la americana: convocatoria multitudinaria de periodistas con prioridad para las cámaras de televisión, espacios cerrados y comparecencias muy cortas con dos o tres frases muy aprendidas. ¿Su preferida? “Queremos abrir un tiempo nuevo…”. Ayer la repitió en cuatro o cinco ocasiones.