Coronar las vacaciones con un gran vino es una inmejorable manera de decir adiós al dolce far niente. Aunque se trata de etiquetas que, en cualquier momento del año, alegrarán considerablemente tus días o tus noches. Resultan genuinos para descorcharlos en momentos especiales, luzca el sol o caigan chuzos de punta.
Tienen el denominador común de una excepcional calidad. Detrás de ellos se encuentran grandes bodegas que apuestan por la perfección. No falta un rosado en nuestra selección. Una precisión: en todos los casos es necesario dejar que el vino se vaya abriendo en la copa para poder disfrutar de sus bondades a fondo.
Tinto Pesquera Albillo Mayor 2021
No hay que despistarse por la palabra “Tinto” ya que es el nombre que dio a su bodega el mítico bodeguero Alejandro Fernández. Pero es un blanco con todas las de la ley y nada menos que de Ribera del Duero, una zona especializada en tintos. Las hijas y nietas de Alejandro Fernández están haciendo una espléndida labor y esta es su última novedad.
Está elaborado con uvas propias y autóctonas de albillo mayor, de producción muy limitada (como el número de botellas que han sacado) y cepas en altitud -900 m.- dispersas entre parcelas de tempranillo (con ambos se hacía el famoso clarete de la zona).
La bodega está formada por tres generaciones de mujeres, la tercera por la izquierda (sentada) la matriarca.
Es el primer blanco de esta casa, tiene mérito y los resultados son magníficos. Crianza en sus propias lías con batonnage 7 meses y fermentación en roble francés. Es cremoso, delicado y con una acidez perfecta para que aguante en botella como vino de guarda. Aromático y con gran personalidad. Un vino con poesía. PVP recomendado: 60 euros.
O Gran Meín Castes Brancas 2020
Su fundador, Emilio Rojo, sigue muy presente en el devenir de este gran blanco gallego tras la venta de su bodega al Grupo Alma Carraovejas, con Pedro Ruiz Aragoneses al frente. Un Ribeiro único y genuino elaborado con 7 uvas autóctonas: treixadura, godello, torrontés, albariño, lado, loureira y caíño blanco.
Todas son elaboradas por separado hasta su ensamblaje final después de la crianza. Un gran homenaje a los vinos gallegos, con una etiqueta situada en lo más alto que da sentido a esta tierra de Meín. Increíble equilibrio, sabor, de incisiva finura con un fondo de cítricos y flores. Como todos estos vinos de gran calidad, según se va abriendo van apareciendo poco a poco más matices: puro terruño en la copa. PVP recomendado: 31,90 euros.
Viña Tondonia Blanco Reserva 2012
Un mito en nuestra enología de Bodegas López de Heredia (D.O.Ca. Rioja), una de las bodegas centenarias de nuestro país. Después de 11 años de espera y, debido a su larga elaboración, salió al mercado en febrero de este año. Los datos son apabullantes: viña de 110 años, sólo 16.000 botellas y crianza de 6 años.
Los resultados son impresionantes aunque no te encontrarás un blanco con edad al uso español, sino un blanco que recuerda a esos míticos franceses inalcanzables. En López de Heredia fueron pioneros desde su fundación en envejecer en roble vinos blancos, una labor de funambulista nada sencilla. Sabiduría enológica y tradición para lograr el perfecto ‘bouquet’ en este vino multipremiado y único.
Posee un bonito color dorado y brillante y en nariz surge un fondo de nuez, madera tostada y vainilla, miel y frutos secos … En boca resulta amplio, estructurado, largo, untuoso y extraordinariamente complejo. Lo más curioso (y meritorio) es que está elaborado con dos uvas nada fáciles: viura y malvasía. Una joya nacional de la subzona Rioja Alta. PVP recomendado: 69,75 euros.
Marqués de Murrieta Primer Rosé 2022
Un rosado elaborado con la variedad tinta Mazuelo 100%, algo único que ya le otorga un punto de originalidad. Pero también utilizando el hormigón, como explica María Vargas, Directora Técnica de Marqués de Murrieta y elegida el pasado año “Mejor Enóloga del Mundo” en los Wine & Spirit Awards.
Una bodega centenaria y familiar conocida por sus grandes tintos que con este rosado, surgido en 2015, amplió su gama tradicional. Estamos ante un vino procedente de uvas del Pago Lucas (5 Ha), plantado en 1985 en la emblemática Finca Ygay. Fermenta en hormigón y permanece con sus lías finas durante 5 meses. Elegante, aromático, con un punto evanescente, delicado y fresco. En bodega afirman que es un rosado de guarda que mejorará con los años. Preciosa botella. PVP recomendado: 36 euros.
Nota: Ninguno de los vinos mencionados se han seleccionado por motivos comerciales, su elección es una decisión únicamente de calidad y periodística. Los precios son meramente orientativos.