Si hay un bombón que evoca la Navidad, ese es el Ferrero Rocher. El mercado español elige cada año esta especialidad como su favorito de la compañía italiana. El genuino bombón recubierto por un envoltorio dorado es el dulce de Ferrero que más vende en nuestro país, por encima de otros clásicos de la chocolatera como el Mon Cheri o el Raffaello.Y aunque durante todo el año vende tipos de chocolate tan conocidos como Kinder o Nutella, el final del verano significa para Ferrero el momento de volver a sacar al mercado sus especialidades. El compromiso de la empresa italiana con el producto es total, tanto que es la única empresa del sector que retira sus productos con chocolate durante los meses de calor.Este año, para celebrar la vuelta de las especialidades Ferrero, el chef Paco Roncero ha reinventado los bombones dándoles un excelente toque particular. Matices picantes, frescos o incluso una sorprendente y fascinante mezcla de foie con chocolate. Todo ello ha servido para que el chef con dos estrellas Michelín y tres Soles Repsol de la mejor bienvenida posible a estos bombones.En un entorno sin igual, el laboratorio que el propio Roncero tiene en el Casino de Madrid, el chocolate de Ferrero ha sido el protagonista en un desfile de sabores y matices muy particular.
Especialidades Ferrero por Paco Roncero
El año 2020 es un momento importante para Ferrero, ya que por primera vez va a comercializar en España dos productos importantes para la marca. Pocket Coffee y los Ferrero Rondnoir se estrenan en nuestro país con la garantía de la calidad de la compañía italiana. No obstante, el bombón con café espresso es la especialidad más vendida en Italia.
Pocket Coffee
Y ese ha sido justo el primer bocado de la presentación. El Pocket Coffee es un bombón con un corazón líquido de café cien por cien arábica, producto que se nota claramente en boca. La explosión que se produce al masticar la cubierta del chocolate --recomendable comerlo de un bocado-- es la misma que al dar un sorbo de café. E incluso luego mejora al mezclarse con el propio chocolate del bombón.Para este producto, Roncero ha escogido una pequeña y fina lámina de chocolate con una esfera líquida de café cien por cien arábico de la que el propio chef recomienda absorberla para empezar a degustar este dulce. Además, sobre la lámina se sitúan unas gotas de chocolate cremoso, toffe y un gel de café. El punto diferente lo aporta una palomita empanada con shichimi (una mezcla de seis especias japonesas con un puntito de picante).
Ferrero Rondnoir
El segundo bombón de la presentación ha sido la segunda novedad que lanza al mercado español Ferrero este año. El Ferrero Rondnoir tiene un aspecto similar al Ferrero Roche, ya que la forma y envoltorio recuerda al rey de la compañía italiana. Su característica principal, como su nombre indica, es el chocolate negro. De este tipo de chocolate es la perla de su interior y el barquillo crujiente que tiene. Lo complementa un relleno de crema de cacao y los granos de chocolate que encontramos en su exterior.La reinvención elegida para el Ferrero Rondnoir es la más arriesgada de las cinco que ha realizado Roncero para esta ocasión. Y es que hay un ingrediente que llama la atención desde el principio: el foie. Crujiente, muy cremoso y marrón (como el bombón), estamos ante un cono de helado realizado con caramelo de chocolate, que aporta un toque crujiente. Además va acompañado de pequeñas perlas de chocolate blanco y negro y rematada con esa crema de foie muy ligera. La combinación, aunque difícil de imaginar, es perfecta.
Raffaello
Estamos ante la única especialidad Ferrero que se vende todo el año, ya que es un bombón que no tiene chocolate. Una almendra blanca y crujiente y un relleno de crema dentro de un barquillo muy crujiente y a su vez todo recubierto de copos de coco. Ese es el Raffalleo, otro clásico de la empresa italiana.Paco Roncero ha imaginado este bombón blanco como una estrella de chocolate con coco sobre un fondo de pasta katai a modo de la piel del coco. Y hay aún más coco en esta interpretación del chef, la estrella contiene un relleno de crema de coco, vainilla, agua de coco, praliné de almendra tierna, almendras tiernas cocinadas con vainilla y leche y crema de mantequilla con un poco de azúcar glass. Pero como el coco en este plato nunca es suficiente, aún lleva más: un polvo de coco como toque final.
Mon Cheri
Esta especialidad, la más vendida en Alemania, tiene a la cereza como su estandarte. Además, el sabor intenso del licor junto con el intenso sabor del chocolate negro genera una mezcla tan característica como única.Un cóctel y un trampantojo. Así ha decidido recrear Paco Roncero este bombón. El primer paso consistía en una copa tradicional con una base de licuado de jengibre, zumo de lima y yuzo con un poco de ginebra y un cuarto de amarena rematada con una espuma de tónica. Toques frescos y sabrosos con el pequeño punto de amargar que proporciona la tónica.Pero eso no ha sido todo, faltaba la cereza. En un trampatojo, Roncero ha simulado una cereza a la perfección. Un relleno de puré de cerezas y amarena, ron y zumo de naranja con una base de chocolate negro al 70%.
Ferrero Rocher
Es sin duda el producto más difícil de reinventar, poco se puede decir del Ferrero Rocher que no se sepa ya. Su envoltorio dorado, la perfecta armonía que une la avellana, el barquillo y el chocolate suponen un clásico en el mundo de los bombones.Roncero ha reconocido que esta era la reinterpretación más difícil debido a lo característico de su sabor. Ha elegido a la avellana garrapiñada para otorgarle un elemento diferenciador al producto original, pero no ha podido ser una selección más acertada. Un cupcake con una base de praliné de avellana, crema de vainilla, un cremoso de chocolate y avellana tostada, la avellana garrapiñada y una espuma de avellana. Todo ello cubierto por una cúpula de chocolate y avellana garrapiñada, unos copos de oro. Y como no, para imitar al máximo la figura del Ferrero Roche, el dulce se sitúa sobre un papel que lo envuelve, hecho con obulato (un caramelo de cacao).