Cuando hablamos de salsas, la salsa barbacoa es una de las mejores para acompañar hamburguesas o carnes hechas, nunca mejor dicho, en barbacoas. Pero también en unas alitas de pollo, unos nuggets o incluso en patatas fritas. Hoy en Gastrópoli te vamos a traer una receta casera de esta salsa de fama mundial.
Su elaboración es bastante más sencilla de lo que se puede creer en un primer momento, tal y como podrás comprobar en esta receta. Y aunque sí que se necesitan muchos ingredientes, es probable que si te gusta cocinar, muchos de ellos ya los tengas en tu cocina. Además, tardarás menos de media hora en tener una excelente salsa barbacoa casera.
La primera salsa barbacoa de la que se tiene registro data de 1909 y la realizó la Georgia Barbecue Sauce Company en Atlanta. Esta salsa estaba hecha a base de tomate, vinagre, mostaza y salsa picante o chiles. Pero no fue hasta el año 1948 cuando Heinz introduzco en el mercado la primera salsa barbacoa que se distribuyó en todo Estados Unidos.
Recetas para usar salsa barbacoa
Si pensamos algún producto al que le vaya bien la salsa barbacoa, seguramente se nos vengan dos a la cabeza: costillas de cerdo y hamburguesas. Esta salsa casa a la perfección con estas dos carnes, pero también con el pollo (ya sea entero o incluso solo las alitas).
Eso sí, incluso lo puedes utilizar como acompañamiento de patatas fritas o cualquier otra fritura que hagas (como pueden ser nuggets de pollo).
Ingredientes
- 50 mililitros de whisky
- 150 gramos de azúcar moreno
- 150 mililitros de vinagre manzana
- 250 mililitros de agua
- Tres cucharaditas de tomate concentrado
- 100 mililitros de ketchup
- Una cucharadita y media de ajo en polvo
- Una cucharadita de cebolla en polvo
- Un cuarto de cucharadita de comino
- Una cucharadita de pimienta en polo
- Una cucharadita de pimentón dulce.
- Media cucharadita de pimentón picante
- Dos cucharaditas de miel
- Una cucharadita de mostaza vieja
Con estos ingredientes obtendrás unos 300 mililitros de salsa barbacoa.
Cómo preparar salsa barbacoa casera
Para elaborar nuestra salsa barbacoa vamos a necesitar un cazo mediano (de unos 20 centímetros de diámetro) y una lengua o cuchara de madera, para ir removiendo la mezcla que vayamos obteniendo.
- Lo primero que vamos a añadir al cazo es el whisky, ya que queremos que hierva para que evapore todo el alcohol (eso lo conseguiremos poniendo el cazo al fuego máximo durante unos cinco minutos). Después introducimos el azúcar y el vinagre de manzana, removemos y dejamos cocinar durante un par de minutos a fuego medio-alto.
- Añadimos el agua, el tomate concentrado y el ketchup, mezclamos bien los ingredientes para que se integren y lo dejamos a fuego medio. Mientras se va calentando echamos los ingredientes secos: el ajo en polvo, la cebolla en polvo, la pimienta, el pimentón dulce y el pimentón picante, volvemos a remover.
- Nos queda por añadir la miel y la mostaza, es el momento de hacerlo. Tras ello, seguimos moviendo nuestra mezcla hasta obtener un color homogéneo. Bajamos el fuego a bajo-medio y dejamos cocinar durante unos 20 minutos. Lo que queremos es que se reduzca el líquido para que se concentren los sabores, además de que los ingredientes dulces caramelicen la mezcla. Eso sí, no hay que cocinarlo demasiado, ya que aunque parezca que tras esos 20 minutos la salsa está líquida, esta va a esperar en cuanto se enfríe.
En esta elaboración sólo hemos utilizado media cucharadita de pimentón picante, pero si quieres obtener una salsa barbacoa más picante puedes añadir una cucharadita entera o incluso una guindilla (eso ya depende del picor con el que quieras la salsa).
Respecto al envasar, te recomendamos introducirla en un bote de plástico con dosificador, para que además de guardarla sin problemas en el frigorífico puedas servirla de una manera muy sencilla.