Santiago Roncagliolo escribe una novela sobre el hombre que pudo robar los restos de Lorca
Todo es ambiguo en Enrique Amorim, el amante uruguayo de Federico García Lorca, a quien el poeta conoció en su viaje a Buenos Aires. Era comunista y a la vez millonario; homosexual y casado; uruguayo pero argentino; mal poeta y peor narrador, y a la vez mecenas de primera línea. Sobre Amorim se dicen muchas cosas, la mayoría alimentadas por él mismo.