La Unión Cristianodemócrata (CDU) de la canciller alemana, Angela Merkel, sufrió hoy un varapalo en los comicios legislativos de Renania del Norte-Westfalia, donde no solo perdió su condición de primera fuerza política, sino que obtuvo el peor resultado de su historia en el "Land" mas poblado de Alemania.
En la llamadas "pequeñas elecciones federales", consideradas por los analistas como un importante barómetro político para el país, el Partido Socialdemócrata (SPD) obtuvo, por el contrario, un resultado mejor aun que el augurado por las encuestas y podrá gobernar con una cómoda mayoría en coalición con Los Verdes, su aliado natural. Las proyecciones de voto de la Comisión Electoral indicaban a las 20.00 horas (18.00 GMT) que la CDU consiguió un 26,3 % de votos, mas de ocho puntos menos que hace dos años (34,6 %), mientras el SPD obtuvo un 39,0 % de los sufragios, cuatro puntos y medio más que en los comicios anteriores (34,5 %).
A su vez, Los Verdes lograron un 11,5 % de votos, poco menos que en los comicios pasados (12,1 %), mientras los liberales (FDP) mejoran hasta un 8,4 % (6,7 % en 2010) y confirman su proceso de recuperación tras más de dos años de preocupante pérdida de popularidad que les había llevado a desaparecer de otras cámaras regionales. Triunfadores de los comicios con un 7,7 % de votos (1,6 %) se proclamaron también Los Piratas, la joven formación emergente que consigue por cuarta vez consecutiva acceder a una cámara regional desde el pasado noviembre y ha revolucionado el panorama político alemán.
Fuera del parlamento en Düsseldorf queda La Izquierda, que no obtuvo más que un 2,6 % de votos, menos de la mitad del 5,6 % alcanzado hace dos años.
Seria advertencia
La victoria del SPD tiene su base en la gran popularidad de su candidata y primera ministra de Renania del Norte-Westfalia, Hannelore Kraft, que forzó el adelanto electoral cuando su gobierno de minoría en coalición con Los Verdes no consiguió aprobar en el parlamento renano los presupuestos regionales. Pero también la causa principal de la abrumadora derrota de la CDU tiene su origen en la personalidad de su candidato, el ministro federal de Medio Ambiente, Norbert Röttgen, que en ningún momento se desvinculó de su cargo en Berlín e hizo varias declaraciones desafortunadas.
Röttgen, que anunció su dimisión como líder de la CDU renana nada más conocerse los resultados, vinculó incluso, para indignación de sus correligionarios, el resultado de estos comicios con el futuro del Gobierno de coalición en Berlín. Con vistas a las generales de 2013, el triunfo de la alianza rojiverde en Renania supone una seria advertencia para la canciller Merkel y su coalición cristianodemócrata-liberal, que desde su llegada al poder en otoño de 2009 no ha sido capaz de repetir esa constelación de gobierno en ninguno de los 11 estados federados donde se han celebrado elecciones.
Alianza agonizante
Su alianza con los liberales agoniza también a nivel nacional, ya que todos los sondeos indican unánimemente que, aunque la Unión de Merkel ganaría los comicios federales, sus actuales socios no aportarían votos ni escaños suficientes para un gobierno de mayoría. Tras la gran coalición con los socialdemócratas de su primera legislatura y su alianza con los liberales en esta segunda, Merkel se vería obligada a buscar un nuevo socio para una tercera legislatura en otoño de 2013, si para entonces el SPD y Los Verdes no logran proyectar sus resultados de hoy a nivel nacional.
Hasta esas fechas la alianza rojiverde hará permanente demostración de fuerza en el Bundesrat, la Cámara alta o de los "Länder", donde cuenta con una ostentosa mayoría y filtro decisivo para todos los proyectos de ley del Ejecutivo. Este mismo viernes el SPD y Los Verdes tumbaron en la Cámara alta sendos proyectos de ley del gabinete de Merkel para una reforma fiscal y cambios en las subvenciones a la energía solar.
Y con la vista puesta en Europa, los dos partidos de oposición ya han anunciado que las dos cámaras parlamentarias no ratificarán el pacto fiscal de la UE para una mayor disciplina presupuestaria si antes no se pone en marcha en Bruselas un programa para el fomento del crecimiento y el empleo en los países en crisis de la zona euro.
Ambos partidos de oposición han forzado además que la votación del pacto fiscal en el Bundestag, la Cámara baja, prevista para el 25 de mayo y donde Merkel necesita a la oposición para alcanzar una mayoría de dos tercios, se retrase hasta finales de junio a la espera de alguna iniciativa de la UE.