La canciller alemana y líder cristianodemócrata, Angela Merkel, se encuentra cerca de la mayoría absoluta en el Bundestag (cámara baja), según las últimas proyecciones de voto coincidentes de las televisiones públicas ARD y ZDF. De acuerdo con las últimas estimaciones, la Unión Cristianodemócrata (CDU) y su ala bávara, la CSU, con un 42,3% de los votos, obtendrían 302 escaños, dos por debajo de la mayoría absoluta.
Se trata de cálculos basados en proyecciones de voto que, de confirmarse, darían a Merkel la posibilidad de gobernar en solitario. A escala federal, sólo Konrad Adenauer logró en su tercera legislatura una mayoría absoluta, aunque optó por gobernar en coalición. El Partido Socialdemócrata (SPD) del aspirante Peer Steinbrück quedó en un 25,7%, mientras que La Izquierda logra un 8,6% y los Verdes, un 8,1% de los votos.
Los resultados están todavía pendientes de lo que ocurra con otras fuerzas, especialmente del futuro de los euroescépticos de Alternativa por Alemania (AfD), que, de acuerdo con estas proyecciones, tienen el 4,9% y aún podrían alcanzar el mínimo del 5 por ciento para obtener escaños.
Fuera el Parlamento federal, con un 4,5% de los votos, quedaría el Partido Liberal (FDP), socio de coalición de Merkel en esta legislatura y una formación que ha estado presente en 17 de los 22 gobierno que ha habido en la república federal desde la II Guerra Mundial. De no lograrse esa mayoría absoluta, de coaliciones de gobierno se hablará mañana, según dejaron claro los principales partidos.
Merkel, en medio del júbilo de los asistentes a la fiesta de su partido, calificó de "excelente" el resultado logrado y afirmó que su formación "actuará con responsabilidad" ante el "claro mandato" obtenido del electorado para gobernar cuatro años más. "Agradezco la confianza depositada. Mañana abordaremos en el partido la situación, con los resultados en la mano, pero hoy es ya momento de celebrarlo", dijo la canciller.
Los socialdemócratas felicitaron a Merkel, pero la desafiaron a "buscar la mayoría" que precisa para gobernar. "Ha sido un gran éxito para la Unión y la felicitamos", afirmó el líder del SPD, Sigmar Gabriel.
Inmediatamente después, el derrotado candidato, Steinbrück, reconoció su decepción por los resultados, mejores que los de 2009 pero claramente por debajo de sus objetivos de poder formar una alianza de gobierno con los Verdes, que obtuvieron un 8% de los votos. "La pelota está ahora en el tejado de Merkel. Ella debe ver cómo hace para lograr una mayoría", advirtió Steinbrück.
Mientras, los liberales del FPD, tradicional partido bisagra en Alemania, admitían vivir su "hora más amarga" desde su fundación. Su candidato a la Cancillería, Rainer Brüderle, compareció ante sus simpatizantes en la sede del partido en Berlín para reconocer que se encuentran en una "tarde difícil" y en un "duro momento", aunque pidió esperar a ver si aún se lograba el milagro.
Tanto Brüderle como Philipp Rösler -hasta ahora vicecanciller y ministro de Economía en el Gobierno de Merkel- asumieron su "responsabilidad" e insinuaron que podrían dimitir de sus cargos. Sea cual sea el resultado definitivo de los cristianodemócratas, es el mejor en dos décadas.
Merkel consiguió batir las cifras que le otorgaban los sondeos preelectorales y, en sus terceras elecciones como candidata, logró el mayor número de apoyos. En su primera legislatura (2005-2009), la líder de la CDU tuvo el respaldo del 35,2 por ciento de los votantes y gobernó en una gran coalición con los socialdemócratas. En la segunda (2009-2013), tras recibir el 33,8 por ciento de los sufragios, optó por aliarse con los liberales.