Internacional

Los analistas, tras la cumbre de la OTAN: "Marruecos no renunciará a Ceuta y Melilla"

'Vozpópuli' habla con tres expertos en geopolítica para analizar la situación que se abre para las ciudades autónomas después de que la OTAN haya prometido en la cumbre de Madrid "defender cada centímetro de territorio"

  • Vista de Ceuta desde el mirador de Isabel II. -

Ceuta y Melilla han vuelto a ser protagonistas esta semana. En el contexto de la cumbre de la OTAN, que ha paralizado las calles de Madrid, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, aseguró, o así se interpretó de forma implícita, que se incluiría Ceuta y Melilla en la defensa colectiva. "Defenderemos cada centímetro de territorio de los aliados", fueron las palabras de la discordia.

En el Concepto Estratégico que la Alianza Atlántica selló en la capital española no se menciona de forma directa a las ciudades autónomas, aunque sí se hace referencia a la "integridad territorial" de los países miembro. Sin embargo, como se encargó de aclarar el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, en el caso de Ceuta y Melilla, la activación del famoso artículo 5 requeriría una "decisión política".

La inclusión de las ciudades autónomas en los territorios de protección de la OTAN es un tema muy comentado y debatido entre los políticos europeos. Ahora, tras la reafirmación en la cumbre sobre la defensa de la "integridad territorial", surgen varias cuestiones. ¿Qué futuro político se abre en las fronteras con África? ¿Defenderá verdaderamente la OTAN a las ciudades autónomas? ¿Qué implicaciones geopolíticas tienen estas palabras? ¿Renunciará entonces Marruecos a sus aspiraciones en Ceuta y Melilla?

Vozpópuli ha hablado con tres expertos en geopolítica y relaciones internacionales para tratar de comprender la situación que se abre ahora en adelante para las ciudades autónomas. Y todos coinciden en el mismo punto: prácticamente no va a cambiar nada en la política española, marroquí ni en las relaciones entre ambos países, por mucho que la cumbre de esta semana haya hecho pensar en lo contrario.

Una "decisión política"

Eduard Soler, investigador sénior de CIDOB (Barcelona Centre for International Affairs) y experto en relaciones euro-mediterráneas, explica que, en cualquier caso, la protección de Ceuta y Melilla por parte de la OTAN no cambia: "Formalmente y sobre los papeles, que es lo realmente vinculante, todo sigue igual". Es decir, aunque se haya dicho que Biden incluye a nuestras dos ciudades autónomas, realmente sus palabras no significan que a partir de ahora la OTAN vaya a defenderlas de manera formal. Como apuntó Stoltenberg, la activación de la cláusula de defensa colectiva no es automática y requerirá de una "decisión política".

Esto quiere decir que si alguno de los países miembros de la Alianza considera que uno de sus territorios fuera de las fronteras de la Alianza Atlántica necesita ser protegido, puede solicitarlo y, en debate político, se tomará la decisión, pero no es algo que se realice automáticamente. Enrique Estradé, de la facultad de Relaciones Internacionales de la Universidad Carlos III de Madrid, añade que, por el principio de integridad territorial, la decisión lógica siempre ha sido, y no se dudaba, que en caso de que se ataque Ceuta y Melilla, los países miembros de la OTAN iban a decidir defender ese territorio porque forma parte de España.

Lo mismo explican desde el Observatorio de Ceuta y Melilla. En el informe de junio de 2022, consultado por este periódico y titulado "La consolidación europea de Ceuta, Melilla y los territorios españoles en el norte de África", hablan, en su punto 5, de la seguridad y defensa de estos territorios. Explican que "en el caso de la OTAN, su artículo 5, que recoge una cláusula de legítima defensa, hace mención a un ataque armado que tenga lugar en Europa o en América del Norte. Según dicho enunciado, habría una limitación geográfica en cuanto a su aplicación, únicamente a la zona continental europea".

"No obstante, sí sería posible, al menos, que los Estados parte debatieran sobre una posible amenaza a Ceuta y Melilla en base al artículo 4 del Tratado del Atlántico Norte, el cual refiere que: 'Las Partes se consultarán cuando, a juicio de cualquiera de ellas, la integridad territorial, la independencia política o la seguridad de cualquiera de las Partes fuese amenazada'".

Por lo tanto, las palabras de Biden en las que aseguraba que se defenderá cada centímetro, no hacen tanta referencia a la tensión de España con Marruecos, sino que apuntan a otras "amenazas" de la Alianza, porque realmente "no ha cambiado nada formalmente", reitera Soler.

Ceuta y Melilla, una "exigencia permanente"

El otro punto que está generando debate pero que, como confirman los analistas, tampoco va a sufrir cambio, es cuál va a ser la respuesta de Marruecos. ¿Puede interpretarlo como una amenaza? ¿Va a cambiar su política internacional con España? ¿Dejará de reclamar los territorios de Ceuta y Melilla como propios? En este punto, los expertos discrepan en ciertos matices, pero todos coinciden en una cosa: no va a renunciar en ningún caso a estos territorios españoles, que reclaman como propios desde hace décadas.

"Es una reclamación que hacen desde hace tiempo. Marruecos no va a dejar de pedir la 'marroquización' de las ciudades autónomas; ¿por qué iba a hacerlo?", explica el experto de CIDOB. "Lo único que puede esperar España en este sentido es que Marruecos reconozca las aduanas, pero nunca renunciará a Ceuta y Melilla", añade.

"Para Marruecos, estos territorios son una exigencia permanente y no se corrige ni se olvida", apuntó en su momento a este periódico Carlos Echevarría, profesor de Relaciones Internacionales de la UNED y director del Observatorio de Ceuta y Melilla. A estas palabras agregaba que "Marruecos es coherente en sus planteamientos y no cede en cuanto a sus aspiraciones territoriales, como tampoco lo hace en relación con regiones occidentales de Argelia. En España no deberíamos caer en ingenuidades ni, por supuesto, en trampas bien urdidas".

¿Cambio en la política de Marruecos?

Sobre si va a tomar alguna medida, el experto de CIDOB explica que en ningún momento "se ha dicho nada de reforzarse frente a Marruecos", por lo que nuestro país vecino no tiene por qué sentirse en peligro, ya que no se trata de una amenaza por parte de la OTAN. Y esto respondería a la siguiente cuestión: en principio, Marruecos no va a cambiar su política con respecto a la Unión Europea y con España, pese a que pueda pensarse que ahora va a actuar con más dureza internacionalmente como respuesta a la posible amenaza de la OTAN que se planteaba hace unos días.

De hecho, este mismo experto destaca otro aspecto en todo este asunto de la política internacional con el país magrebí. "Es fundamental que no se 'otanicen' las relaciones bilaterales entre ambos países. Si esto ocurre, se puede complicar la situación, principalmente porque Marruecos puede sentirse realmente amenazada por parte de la Alianza Atlántica".

Estradé tiene una visión un poco diferente en este aspecto. Bajo su punto de vista, Marruecos tiene la capacidad de "jugar" mucho en sus relaciones con la Unión Europea en general y con España en particular. "Aunque institucionalmente y públicamente no van a actuar de ninguna manera, las autoridades marroquíes tienen capacidad de poner contra las cuerdas a nuestro país, abriendo la mano en el tema de la inmigración. Y se puede esperar que ahora juegue con esa baza, que siempre ha tenido a su favor". Como apuntan también desde el Observatorio, "la relación puramente bilateral de vecindad entre España y Marruecos es una relación desequilibrada en favor de Marruecos".

En el momento adecuado

El último aspecto que han querido analizar los expertos es el de por qué han generado tanto escándalo las declaraciones del presidente de Estados Unidos, si realmente no ha cambiado nada.

Soler destaca tres motivos principales. Por un lado, la crisis bilateral entre ambos países (España y Marruecos) ha ido escalando y es un tema que ahora preocupa a la sociedad, por lo que todo lo que tenga que ver con este asunto genera debate. Por otro lado, se ha producido un aumento evidente de la tensión en el Magreb. Y, por último, porque se trata de un problema que se ha politizado y muchos de nuestros políticos lo han llevado a la agenda política.

Por su parte, Estradé añade un aspecto más: el momento en el que se han hecho esas declaraciones ha sido clave para que se genere tanto debate. Tras el "bandazo" político del Gobierno de España en la cuestión del Sáhara, tanto la OTAN como el Ejecutivo han aprovechado la indefinición de esas palabras para "calmar los ánimos" a todos los que se han 'enfadado' por la cesión del Sáhara.

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