El balance de víctimas mortales por el incendio registrado en la madrugada del miércoles en un centro para menores en los alrededores de la capital de Guatemala ha ascendido a 40, según han indicado las autoridades, tal y como ha recogido el diario local 'Prensa Libre'.
La defensora de la Niñez de Guatemala, Gloria Castro, afirmó el jueves de que las niñas y adolescentes fallecidas estaban encerradas "bajo llave" cuando se inició el fuego.
"Estaban bajo llave en un cuarto no mayor de cuatro metros", reveló, agregando que las puertas y ventanas del Hogar Seguro Virgen de la Asunción, situado en la localidad de San José Pinula, a unos 20 kilómetros de Ciudad de Guatemala, habían sido selladas a modo de castigo después de un motín que había tenido lugar en la víspera en el que lograron escapar unos 60 adolescentes.
La titular de la Procuraduría General de la Nación (PGN), Anabella Morfín, ha anunciado que presentará ante el Ministerio Público un denuncia para que haya una investigación en profundidad sobre el suceso.
Precisamente, el presidente del país, Jimmy Morales, lamentó en un comunicado decretando tres días de luto que los órganos judiciales no hubieran atendido la petición de los funcionarios de separar a los jóvenes que desde el martes estaban causando problemas en el centro.
Por su parte, la procuradora adjunta de Derechos Humanos, Hilda Morales, ha indicado que la PDH ya había solicitado hace tres meses medidas cautelares a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), pero obtuvo respuesta y el miércoles se envió "una comunicación de urgencia".
En declaraciones recogidas por 'Prensa Libre', ha denunciado que las autoridades no tienen la capacidad de gestionar un centro de este tipo, ya que en él había bebés abandonados, niños discapacitados, menores embarazadas y adolescentes con problemas con la ley. La 'número dos' de la PDH ha sostenido que "la institucionalización debe ser el último recurso para estos niños que están en riesgo".
Algunos familiares de los internos han contado que estos se habían quejado de abusos físicos y sexuales en el Hogar Seguro, en algunos de los casos por parte de los monitores del centro.