El Departamento de Defensa de Estados Unidos valoró este miércoles su "fuerte relación militar" con España, tras la decisión del Gobierno español de ordenar a la fragata "Méndez Núñez" dejar un grupo naval estadounidense que se dirige al Golfo Pérsico alegando que Washington ha cambiado unilateralmente la misión.
"Valoramos la fuerte relación militar con nuestros aliados españoles", señaló a Efe la comandante Rebecca Rebarich, portavoz del Pentágono para asuntos de Oriente Medio y Asia Central, después de que el Ejecutivo español ordenase a la "Méndez Núñez" abandonar el grupo de combate del portaaviones estadounidense USS Abraham Lincoln.
La ministra española de Defensa, Margarita Robles, ordenó el lunes por la noche que la fragata abandonara su puesto en el grupo de combate del portaaviones estadounidense que se dirige al Golfo Pérsico en plena crisis entre Estados Unidos e Irán.
En un principio, el acuerdo entre ambos Gobiernos suponía que el buque español acompañara al USS Abraham Lincoln en una travesía alrededor del mundo, lo que serviría para incrementar la interoperabilidad entre ambas Armadas y para celebrar el quinto centenario de la vuelta al mundo de Fernando de Magallanes y Juan Sebastián Elcano.
Mensaje a Irán
Sin embargo, Washington decidió alterar su misión inicial al ordenar a su flotilla adelantar su llegada al Golfo Pérsico para así mandar "un mensaje claro e inequívoco al régimen iraní", según explicó el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Bolton, la semana pasada.
De acuerdo con el Gobierno del presidente Donald Trump, existen "indicios" de que Teherán podría estar planificando atacar intereses estadounidenses en Oriente Medio.
La coalición internacional liderada por Estados Unidos que combate el yihadismo en Siria e Irak, no obstante, se desmarcó este martes de Washington al rechazar que Irán represente una amenaza creciente para las tropas desplegadas en la región.
Creciente tensión
En cualquier caso, ante la creciente tensión, el Pentágono ha ordenado incrementar su presencia militar en Oriente Medio con el envío de cuatro bombarderos B-52, un buque de asalto anfibio de la Infantería de Marina, una batería de misiles Patriot y el portaaviones USS Abraham Lincoln, escoltado por su grupo de combate.
Esta escalada de tensión entre ambos países es la que llevó en última instancia al Gobierno español a optar por retirar a su fragata aduciendo que esta medida responde a razones técnicas y no políticas.
Funcionarios del Ministerio español de Asuntos Exteriores, de la Embajada de España en Washington y de la de EEUU en Madrid mantuvieron este martes conversaciones con la Administración norteamericana por la retirada de la fragata de la zona del Golfo Pérsico, sin que hubiera una "queja formal".
Según fuentes del Ministerio de Exteriores, en las relaciones entre ambas administraciones no se ha deslizado queja formal alguna por haber retirado el buque español de esa zona del mar.
Ayer el Gobierno español justificó por la "imprevisibilidad" del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, la decisión de esa retirada del grupo naval estadounidense, en palabras de la portavoz, Isabel Celaá.