Los enfrentamientos de ayer entre partidarios y opositores al ex presidente Mohamed Mursi durante el llamado 'Viernes del Rechazo' han dejado al menos 30 muertos y más de un millar de heridos en el país, según el último balance oficial publicado por el Ministerio de Salud de Egipto, a la espera de que el Ejército anuncie, casi con toda probabilidad, a Mohamed ElBaradei como responsable del Gobierno interino que gestionará una nueva transición política, según Reuters.
Los enfrentamientos más graves tuvieron lugar en la ciudad de Alejandría, donde fallecieron 14 personas y más de 200 resultaron heridas. El Ministerio de Salud no ha terminado de precisar dónde ocurrieron el resto de fallecimientos, pero se tiene constancia de al menos tres muertos en Ismailiya, otros cuatro en El Cairo -uno en Tahrir, tres cerca de los barracones de la Guardia Republicana donde se encuentra el ex presidente Mursi desde el pasado miércoles-, uno en Luxor, y cinco agentes fallecidos en dos tiroteos en la localidad de El Arish.
Otro de los sucesos a destacar de la pasada noche ha sido la detención del 'número dos' de los Hermanos Musulmanes, la organización raíz del partido del ex presidente Mursi. Jairat el Shater, ha sido arrestado este viernes acusado de incitar la violencia, según han informado fuentes de Seguridad y de la formación islamista citadas por la agencia estatal de noticias egipcia, MENA.
El Shater, un adinerado hombre de negocios, está considerado el principal estratega político de los Hermanos Musulmanes. Las fuerzas de seguridad le han arrestado en su apartamento de El Cairo bajo los cargos de hostigamiento de la violencia.
ElBaradei, favorito para el gobierno de transición
Por otro lado, el ex director de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA), Mohamed ElBaradei, parte como favorito para liderar el gobierno de transición que guiará a Egipto hacia unas nuevas elecciones para las que el Ejército todavía no ha puesto fecha, ante el temor de que esta incertidumbre sobre los comicios pueda alimentar aún más la violencia.
"No podemos permitirno que Egipto fracase. Nadie puede permitírselo", declaró ElBaradei el pasado jueves a la cadena estadounidense CNN, donde insistió que el derrocamiento de Mursi por los militares no es un golpe de estado, a pesar de la suspensión temporal de la Constitución y el cese de un dirigente democráticamente electo.