El Ejército del Aire inicia este jueves una nueva misión de vigilancia del espacio aéreo del báltico con un contingente en Lituania de 130 militares y ocho aviones de combate F-18, el mayor despliegue aéreo que se ha realizado hasta la fecha en una misión de este tipo.
Las Fuerzas Armadas españolas han tomado el mando de la misión de alerta de reacción rápida integrada en la Policía Aérea en el Báltico (BAP por sus siglas en inglés), con la presencia de ocho aviones F-18 del Ala 12, con sede en Torrejón de Ardoz (Madrid).
El Destacamento Aéreo Táctico 'Vilkas' está formado por un total de 130 militares del Ejército del Aire, a cuyo mando se encuentra el teniente coronel David Soto Martínez como Jefe de Fuerza. El objetivo de la misión tiene como objetivo vigilar y garantizar la integridad del espacio aéreo del este de la Alianza y prevenir conflictos mediante medidas de defensa y disuasión creíbles, mediante la interceptación de aeronaves que sobrevuelen su espacio aéreo sin identificar.
El contingente español se encuentra desplegado en la Base Aérea de Siauliai, desde donde ya se ha operado en otras cuatro ocasiones (en 2021, 2020, 2016 y 2006), según detalla el Estado Mayor de la Defensa (EMAD). Esta misión da comienzo coincidiendo con la finalización de la operación del Ejército del Aire en Bulgaria, donde también ha contribuido durante un mes y medio a la vigilancia de su espacio aéreo con cuatro cazas Eurofighter.
Las misiones de policía aérea se realizan desde el año 2004, cuando Estonia, Letonia y Lituania, sin una Fuerza Aérea con capacidad propia suficiente de vigilancia y defensa, se unieron a la OTAN. Esta labor se reforzó en el año 2014 tras la invasión de la península de Crimea, cuando la Alianza decidió reforzar también la zona sur (Rumanía y Bulgaria).
La misión de los aviones 'aliados' en estas operaciones es disuasoria a través de la interceptación e identificación de cualquier aeronave, normalmente rusa, que sobrevuele su espacio aéreo sin identificar o sin haber presentado un plan de vuelo.
Es lo que sucedió precisamente el pasado año en una visita del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a la base de Siauliai, cuando una alerta obligó a uno de los cazas españoles a despegar urgentemente, interrumpiendo la rueda de prensa del jefe del Ejecutivo español junto a su homólogo lituano. También sucedió hace un mes durante la visita de la ministra de Defensa, Margarita Robles, a los efectivos desplegados en Bulgaria.
Todos los vuelos del sur de Europa son vigilados desde el Centro de Operaciones Aéreas Combinadas (CAOC) con base en Torrejón de Ardoz (Madrid). Cuando los radares captan una aeronave de interés de entre los 30.000 movimientos aéreos diarios dentro del espacio aéreo europeo, el comandante del CAOC es el responsable de decidir si lanza o no aviones en alerta de reacción rápida para interceptar e identificar visualmente la aeronave.