La secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, ha señalado este miércoles que se apartará de la vida pública "durante un tiempo" una vez abandone el Departamento de Estado pero no ha dado indicios de si posteriormente optará a la presidencia del país. En declaraciones a la prensa por primera vez tras permanecer hospitalizada, Clinton ha dicho que quiere garantizar una transición sin interrupciones al senador John Kerry, quien ha sido designado por el presidente, Barack Obama, para sucederla
"Obviamente es algo agridulce", ha reconocido Clinton, que regresó a su oficina el lunes, en referencia a las últimas semanas que ejercerá el cargo, afirmando que ha sido "la experiencia más extraordinaria" ser secretaria de Estado.
"Estoy deseando hacer todo lo que podamos estas últimas semanas para resolver y terminar lo que sea posible y entonces (...) tener una transición muy tranquila y sin interrupciones al senador Kerry para que continue el trabajo", ha afirmado. Preguntada si lo siguiente será la jubilación, Clinton ha replicado: "no sé si esa es la palabra que usaría, pero ciertamente apartarme de la vía rápida durante un tiempo".
Clinton enfermó con un virus estomacal a principios de diciembre. Como consecuencia de ello sufrió deshidratación y se desmayó, lo que le provocó una conmoción. Durante una revisión, se le diagnosticó un coágulo de sangre, por lo que tuvo que ser hospitalizada durante unos días.
La exprimera dama, de 65 años, se presentó a la candidatura demócrata a la Casa Blanca en 2008 pero fue derrotada por Obama. Su nombre suena a menudo como una de las potenciales candidatas a la Casa Blanca en 2016, si bien Clinton ha tratado de restar importancia a esa posibilidad.