Francia impondrá a partir del próximo lunes la presentación de un test PCR negativo realizado en las 72 horas anteriores a todos los viajeros europeos que quieran entrar en el país por avión, anunció este jueves el presidente, Emmanuel Macron, en la cumbre de Bruselas.
La medida, que Francia aplicaba desde hace unos días al resto de viajeros no europeos, a los que pide también realizar una cuarentena de siete días, se extiende ahora a todos los viajeros procedentes de la Unión Europea. Si la prueba resulta negativa, no tendrán que aislarse.
"Es el enfoque que el presidente ha decidido adoptar, como muchos de sus homólogos europeos", señalaron fuentes de la Presidencia, que indicaron que los viajes esenciales también quedarán al margen de esta obligatoriedad.
Francia se suma así a países como España u Holanda, que reclaman a cualquier viajero que llegue a sus fronteras por avión la presentación de un diagnóstico negativo realizado en los tres días anteriores.
En cuanto al llamado "pasaporte de vacunas", pidió "prudencia" por la falta de datos sobre los contagios de personas vacunadas
El presidente reafirmó en la teleconferencia de líderes de los países de la UE que es necesario "una coordinación reforzada" en materia de test así como en las medidas de cuarentena que se aplican a viajeros de terceros países, precisaron fuentes del Elíseo.
En la cumbre virtual de líderes comunitarios, Macron instó a la UE a seguir trabajando para aumentar la oferta de vacunas en el continente y a la capacidad de producción dentro del territorio europeo.
"Pasaporte de vacunas"
En cuanto al llamado "pasaporte de vacunas", pidió "prudencia" por la falta de datos sobre los contagios de personas vacunadas, por la poca difusión de dosis que hay aún entre la población general y por los aspectos técnicos de la vacunación que faltan por resolver: como tiempos de entrega o datos personales.
Ante la expansión de variantes más contagiosas del nuevo coronavirus, como ha sido el caso de la británica, el presidente francés precisó que su país está trabajando en desarrollar capacidades de rastreo específico de nuevas cepas y propuso que los europeos "compartan sus capacidades en función de sus necesidades".