La Policía norirlandesa (PSNI) confirmó este domingo que ha puesto en libertad sin cargos al presidente del Sinn Féin, Gerry Adams, tras su detención el pasado miércoles por un asesinato del IRA cometido en 1972. En un comunicado, la PSNI indicó que ha puesto en libertad a "un hombre de 65 años", quien queda ahora "pendiente de un informe" que se enviará a la Fiscalía de la provincia británica.
La Policía norirlandesa remitirá a la Fiscalía un informe para dejar en sus manos la decisión de imputarle en relación con el asesinato de una mujer católica perpetrado por el ya inactivo Ejército Republicano Irlandés (IRA) en 1972. Según los expertos, la PSNI puede tardar un tiempo en elaborar ese informe, que los fiscales estudiarán en detalle antes de tomar cualquier decisión, por lo que se prevé que el caso no se cerrará en breve.
Adams afrontaba su cuarta jornada consecutiva de interrogatorio en una comisaría de Antrim, al norte de Belfast, donde se presentó voluntariamente el miércoles para colaborar con la PSNI en la investigación de un crimen en el que niega su implicación.
Jean McConville, viuda de 37 años y madre de diez hijos, fue asesinada por el IRA por espiar para las fuerzas británicas, una acusación que resultó ser falsa, y su cuerpo no fue hallado hasta 2003, cuatro años después de que la banda reconociese su autoría y diese pistas sobre el paradero.
El arresto de Adams ha enfurecido al Sinn Féin, que ha acusado a "elementos oscuros" de la PSNI de conspirar, sin tener pruebas, para dañar el proceso de paz y las aspiraciones electorales del partido nacionalista en los comicios locales y europeos de este mes. Su "número dos" y viceministro principal norirlandés, Martin McGuinness, ha advertido de que su partido estaría dispuesto a "revaluar" su apoyo a la PSNI si se acusa Adams por ese asesinato, lo que podría crear una grave crisis en el proceso de paz.
Por su parte, el ministro principal norirlandés, el unionista Peter Robinson, calificó hoy de "despreciables" las acusaciones vertidas por el Sinn Féin contra las fuerzas del orden. Robinson denunció que esas "amenazas" constituyen un intento de "chantaje" desde "las más altas instancias del Sinn Féin", un comportamiento que el dirigente protestante tachó de "despreciable" y propio de "matones".