Nuevo juicio histórico en Estados Unidos. Pese a que parece que este apelativo se está utilizando de forma excesiva los últimos meses, lo cierto es que en el país norteamericano se están sucediendo una serie de procesos judiciales sin precedentes. Después de que el jurado de Nueva York declarase culpable a Donald Trump de 34 delitos, y a la espera de la sentencia del juez, ha comenzado otro juicio insólito: Hunter Biden se convierte en el primer hijo de un presidente de EEUU en sentarse en el banquillo.
El juicio por posesión ilícita de armas contra Hunter Biden, hijo del actual presidente de la primera potencia mundial, el demócrata Joe Biden, arrancó este lunes en un tribunal de Wilmington (Delaware) con la selección del jurado -compuesto por 12 personas- y con la presencia de la primera dama estadounidense y madre del acusado, Jill Biden, que compareció por tercer día consecutivo.
Declaraciones de su exmujer y una exnovia
Las declaraciones de este miércoles correspondieron a la exmujer y a una de sus exnovias, Kathleen Buhle y Zoe Kestan, respectivamente. Ambas trataron asuntos como la importante adicción a las drogas de Hunter Biden, así como los gastos que tenía el mismo. Hunter afirmó que no era adicto en un formulario para comprar un arma de fuego en el año 2018.
Buhle estuvo casada con Hunter durante 24 años y ambos tienen tres hijas en común. A Kestan, diseñadora, la conoció en un club para hombres en 2017 y fue su pareja solo durante un tiempo. Por entonces, él tenía 48 años y ella 24. Sin embargo, pese a los intentos del acusado de demostrar que por entonces no era adicto, las declaraciones de ambas testigos siguieron otra senda completamente opuesta.
Según recoge el medio estadounidense 'The New York Times', la exesposa narró ante el juez lo que catalogó como "impactante" momento en que descubrió una pipa de crack usada en un cenicero en julio de 2015. Según relató, la respuesta de su entonces marido fue admitir su adicción a esa droga.
Además, señaló que antes de que sus hijas se subieran al coche familiar, ella registraba el vehículo en busca de crack para estar segura de que "no iban en un coche con drogas".
Por su parte, la exnovia del hijo de Joe Biden se refirió a Hunter como un "encantador derrochador al que le gustaba la buena vida y la fiesta" en Nueva York. La diseñadora afirmó que trató de ayudarle en numerosas ocasiones y ofreció detalles tan visuales como que le habría visto fumar crack reiteradamente "arrancando cristales de una enorme roca del tamaño de una pelota de ping pong".
La defensa de Hunter trató de restar credibilidad a Kestan afirmando que ella misma le presentaba traficantes de drogas. También señaló que la joven no estaban con él cuando este compró el revólver Colt .45. Ella, no obstante, defendió que había tratado de llevarle a "rehabilitación" insistentemente.
Es previsible que una tercera y cercana mujer sea citada como testigo, Hallie Biden, la viuda de su difunto hermano Beau.
Juicio al hijo de Joe Biden, Hunter Biden
El juicio al hijo de Joe Biden, que se celebra a pocos meses de las elecciones presidenciales, tiene origen en una investigación abierta en 2018 durante el Gobierno de Donald Trump (2017-2021). Biden está acusado de tres delitos graves: mentir para hacerse con un arma, hacer una afirmación falsa en la solicitud federal de armas de fuego y poseer un revólver obtenido ilegalmente en octubre de 2018.
Si es declarado culpable, Hunter podría enfrentarse a hasta 25 años de prisión y 750.000 dólares de multa. Sin embargo, los delincuentes no violentos que no han sido acusados de usar el arma en otro delito no suelen recibir penas graves de prisión.
El hijo del actual mandatario de la Casa Blanca será protagonista, asimismo, de otro juicio en California en el que se le acusa de haber evadido el pago de 1,4 millones de dólares en impuestos.