El Gobierno de Estados Unidos, dirigido por el demócrata Joe Biden, ha firmado una orden ejecutiva con una agresiva medida migratoria a pocos meses de las elecciones presidenciales del 5 de noviembre. El propio Ejecutivo ha advertido de que la mayoría de las personas migrantes que intenten cruzar irregularmente la frontera con México, no podrán solicitar ningún tipo de protección o asilo debido a las nuevas restricciones.
A solo cinco meses para los comicios que decidirán si Biden se mantiene en el cargo o regresa el republicano Donald Trump, el demócrata ha dado luz verde a la orden. La inmigración se trata de uno de los puntos más candentes de las campañas electorales, un asunto del que el republicano suele mostrarse más férreo -durante su mandato levantó el conocido muro-.
La orden es la más dura proclamada por el mandatario demócrata desde que llegó al poder en enero de 2021 y supone un importante cambio en cuanto a la política de asilo se refiere. La legislación del país norteamericano estipula que es necesario estar en suelo estadounidense para pedir asilo y que es legal solicitar esta protección incluso tras haber cruzado de manera irregular.
Las medidas pretenden conceder a las autoridades la potestad de impedir la entrada de personas migrantes cuando consideren que la frontera está "desbordada".
Sin embargo, las nuevas restricciones darán a las autoridades migratorias el poder para deportar o enviar de vuelta a México a la mayoría de personas que detengan en la frontera sur. Pero, ¿en qué cosisten las nuevas medidas temporales aprobadas por la Casa Blanca?
En qué cosiste la medida migratoria firmada por Joe Biden
En concreto, las medidas anunciadas pretenden conceder a las autoridades la potestad de impedir la entrada de personas migrantes cuando consideren que la frontera está "desbordada". ¿Cuándo se excederá dicho umbral? En el momento en el que haya más de 2.500 detenciones diarias durante una semana. Por el contrario, la orden se suspenderá si la cifra baja de 1.500 en ese periodo -una cifra que no se registra desde 2020-.
Así, las personas indocumentadas dejan de ser elegibles para solicitar asilo, aunque hay excepciones como:
- Niños que viajan solos.
- Personas con una emergencia médica grave.
- Víctimas de trata.
- Personas cuya vida o seguridad esté en riesgo "inminente".
Los detenidos, asimismo, podrán ser sujetos a las denominadas deportaciones aceleradas y solo podrán entrevistarse con los funcionarios si temen "demostrando que hay una posibilidad razonada", volver a su país de origen. Deben demostrar que en su país pueden ser perseguidos o torturados.
No obstante, con estas entrevistas, que han decidido endurecer desde este momento, tampoco será suficiente para que las personas obtengan el asilo.
¿Y si no expresan temor a volver a su país de origen?
En este supuesto, las autoridades pueden tomar la decisión inmediata de deportarlos, un proceso que puede durar días o, incluso, solo horas.
Asimismo, para estas personas se añadirá una prohibición de cinco años para poder acceder a territorio estadounidense.
La cifra récord se experimentó el pasado mes de diciembre, cuando alcanzó las 250.000 personas.
EEUU tiene a día de hoy un acuerdo con México para devolver a unos 30.000 migrantes al mes, pero solo los provenientes de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela. Así, al país vecino serán devueltos tanto ciudadanos del país como los procedentes o nacionales de los otros cuatro territorios citados. En el caso de que estos procedan de otros lugares, serán devueltos en vuelos de deportación.
250.000 personas en diciembre
La orden ejecutiva de Biden tiene como objetivo reducir al máximo la cantidad de personas que pueden entrar a EEUU. Durante el pasado mes de mayo cruzaron la frontera unas 3.800 personas al día, sumando un total de 118.000 detenciones en un mes.
La cifra récord se experimentó el pasado mes de diciembre, cuando alcanzó las 250.000 personas.