El sur de Turquía no logra la tregua, y un sismo de magnitud 5 ha vuelto a sembrar el pánico en la ciudad de Antioquía, la más afectada por los terremotos del 6 de febrero y del lunes pasado, aunque no ha causado mayores daños. Se convierte en el tercer terremoto de un febrero negro para el país, que cada semana se ha visto afectado por los temblores, que atacaron primero a sus infraestructuras y a su población y, en sus réplicas, a los trabajos de asistencia.
El sismo de este jueves se ha producido a las 15:53 GMT (16:53 en España), con epicentro en Baliklidere, a cinco kilómetros de Antioquía. La ciudad es la capital de la provincia de Hatay, cuyo nombre ha llenado las portadas en las últimas semanas al ser la más golpeada por los temblores, que han dejado más de 43.000 muertos.
Si bien la sacudida no provocó grandes daños estructurales, causó de nuevo el terror entre quienes siguen viviendo en tiendas de campaña en la ciudad, destruida casi en su totalidad por los dos primeros terremotos del seis de febrero. El gobernador provincial, Rahmi Dogan, ha declarado a la agencia turca Anadolu que el sismo no ha causado daños nuevos a la ciudad, en la que no queda ninguna casa habitada, por el momento.
"Salvo el derrumbe de algunos edificios que ya estaban dañados, no ha ocurrido nada grave. Según las primeras informaciones, no hay heridos ni nadie ha quedado bajo los escombros", ha declarado.
Antioquía, víctima de la mayor destrucción de los terremotos
Antioquía, que ya era la ciudad con mayor nivel de destrucción por los sismos de magnitud 7,7 y 7,6 del 6 de febrero, por situarse justo encima de una falla geológica, volvió a sufrir el lunes pasado un terremoto nuevo e independiente, según los expertos, de magnitud 6,4, con una réplica de 5,8.
Ese temblor causó seis muertos, de los que tres eran personas que intentaban recuperar enseres de casas dañadas, y más de un centenar de heridos, 18 de ellos graves.