La defensa de Pablo Ibar, el español que espera un nuevo juicio en EEUU después de la anulación de su condena a muerte por un triple asesinato, fue autorizada a presentar el dictamen de un psicólogo que invalida un testimonio que incrimina al acusado, ha dicho Efe uno de los abogados. En la audiencia celebrada en un tribunal de Fort Lauderdale, al norte de Miami, el juez Raaj Singhal concedió la petición de la defensa de Ibar, de 44 años, de una audiencia probatoria sobre una moción presentada para suprimir el testimonio de Gary Foe.
Esa audiencia probatoria se celebrará el 17 de septiembre, pero antes tendrá lugar otra el 1 de septiembre. Foe testificó en el juicio que concluyó en el año 2000 con la condena de Ibar a la pena de muerte de Ibar que en 1994, cuando se produjo el triple asesinato, vio a dos hombres saliendo de la vivienda donde fueron asesinados Casimir Sucharski, dueño de un club nocturno, y las dos modelos que estaban con él, Sharon Anderson y Marie Rogers.
En una rueda de reconocimiento fotográfico y en otra física previa al juicio, Foe, vecino de Sucharski, identificó a Ibar como uno de los dos hombres a los que vio saliendo de la vivienda a primeras horas de la mañana en el automóvil del asesinado. La defensa ha hecho de la eliminación de este testimonio una de sus piedras angulares, ante el cúmulo de irregularidades, "por accidente a propósito" que se produjeron durante los procedimientos judiciales de las ruedas de reconocimiento efectuadas por la Policía.
"Sabemos que nuestro experto está completamente cualificado para testificar sobre los procedimientos utilizados por la Policía, que afectaron psicológicamente a Foe"
"Sabemos que nuestro experto está completamente cualificado para testificar sobre los procedimientos utilizados por la Policía, que afectaron psicológicamente a Foe", dijo a Efe Joe Nascimento, del equipo de letrados que dirige el abogado Benjamin Waxman. Nascimento fue tajante al asegurar que, "fuese hecho a propósito o por accidente, lo cierto es que la forma en que se realizaron (las ruedas de reconocimiento) causó que Foe identificara a Ibar falsamente".
Por ello, la moción de la defensa pide la exclusión del testimonio de Foe, a quien, en una de las ruedas de reconocimiento, se le presentaron una tanda de fotos donde la única imagen repetida era la de Ibar, entre otras irregularidades, desde el punto de vista procesal, según los letrados. "Cuando entiendes qué pasó realmente en la comisaría de la Policía con la rueda de reconocimiento fotográfico y la física, que fue incluso peor, ya no puedes tener ninguna confianza en el proceso", afirmó Nascimento.
Añadió el letrado que en el juicio en que se condenó a Ibar, cuya pena de muerte fue anulada en febrero pasado por el Tribunal Supremo de Florida, el abogado de oficio que le defendió "nunca presentó un psicólogo que testificase por qué los procedimientos de sugerencia de la Policía causaron que Foe identificase a Ibar, incluso sin haberle visto nunca antes". "Vamos a argumentar en septiembre por qué se tiene que suprimir y por qué no existe ninguna confianza en el proceso y por qué es la prueba menos fiable de identificación", afirmó Nascimento.
La defensa es consciente de que la Fiscalía intentará desacreditar el dictamen del experto de la defensa con argumentos tales como su falta de cualificación
Por otro lado, la defensa es consciente de que la Fiscalía intentará desacreditar el dictamen del experto de la defensa con argumentos tales como su falta de cualificación o nivel de educación científica. En la conferencia de seguimiento del próximo 1 de septiembre, tanto la defensa como el Estado presentarán probablemente ante el juez Singhal sus respectivos peritajes. Y el 17 de septiembre tendrá lugar la audiencia probatoria para la supresión del testimonio de Foe.
El primer juicio contra Ibar, celebrado en enero de 1998, fue declarado nulo, al no haber unanimidad en el jurado. En el segundo juicio, en 1999, su abogado de oficio, Kayo Morgan (fallecido hace dos años), fue arrestado por golpear a una mujer embarazada, y fue suspendido. Y en el tercer juicio, en el año 2000, en el que Ibar no contó con un testigo capital, su madre, María Casas, fue condenado a la pena capital por la recomendación del jurado de 9 votos a favor y 3 en contra. Ni las huellas dactilares recogidas en el lugar del triple homicidio, ni las muestras de pelo ni las de ADN coinciden con las de Ibar, quien siempre ha mantenido su inocencia.
