El discurso del primer ministro británico, David Cameron, proponiendo un referéndum sobre la pertenencia o no de Reino Unido en la UE ha suscitado gran polémica, sobre todo a raíz de la reacción escocesa y de la propia Unión Europea. Escocia tiene previsto un referéndum independentista en 2014, pero el anuncio de otra consulta posterior por parte británica sobre su relación con el viejo continente ha planteado el mismo problema que ya ha aparecido con Cataluña: independencia sí, pero ¿qué pasa con la UE?
El órdago sobre la Europa unida ha cambiado totalmente las reglas del juego en las islas y su proceso secesionista, o así lo ha reconocido el ministro Principal escocés, Alex Salmond, que ha pronunciado unas duras palabras contra Cameron: “Su discurso cambia totalmente la naturaleza de nuestro debate”, en relación a la consulta independentista planteada. "Ha confundido al país sobre su futuro en Europa".
Salmond se desespera ya que el periodo introducido por Cameron supone un tiempo de espera precioso que puede cambiar las reglas del juego internacional después de haberse celebrado su propia consulta. Todo ello, después de que se hayan escuchado voces por parte de partidarios de la continuidad dentro del Reino Unido, que alertan que el largo periodo hasta el referéndum congelará decisiones de inversión sobre el país.
El político escocés denuncia que las declaraciones de Cameron son “confusas” y “dolorosamente escasas en detalles”. Cameron “intenta apaciguar a los euroescépticos y por otro, aparecer como un reformista europeo. Intenta montar dos caballos a la vez”.
Como en España
La situación es similar a la existente en Cataluña y el órdago independentista iniciado por Artur Mas. No falta quien denuncia que Cameron se escuda en la UE, de la misma manera que Artur Mas culpa al expolio fiscal de Madrid de la crisis en Cataluña. Así lo reconocen expertos como Alexis Ortega, socio director de Finagentes Gestión, o Ignacio Cantos, director de inversiones de ATL Capital: “Cameron hizo con la UE lo mismo que Mas con Madrid: echarle la culpa y tapar sus ineficiencias”.
Ortega señala que “Cameron realizó un discurso más dirigido a los tories que a los británicos o europeos”. Cantos apunta que “los ingleses disfrutan de moneda propia y con eso han tapado sus problemas”. Pese al problema bancario (el coste de los rescates equivale a su PIB) “han dado impulso a la masa monetaria, consiguiendo un cierto efecto bienestar. Incluso generan algo de empleo, ligado seguramente a los Juegos Olímpicos”.
Adiós a la UE
Pero Cantos duda que en el fondo deseen entrar en la Unión Monetaria: “defienden lo suyo. Es casi imposible que abandonen la libra”. En este sentido, Ortega opina que “esto puede ser el final de la UE como la conocemos. Probablemente tenga que llegar un nuevo esquema, en el que se avance en soberanía de la Eurozona como grupo en detrimento de los estados miembros y se elimine la Unión Europea”.
Cantos apunta que “si esto fuera así, se pondrían unos requisitos durísimos de entrada, con una troika en el país varios años antes de su ingreso, para que no se repitieran casos como el de Grecia”.
Por su lado, los socios europeos contestaron enseguida a Cameron. La canciller Angela Merkel señalaba que en la UE hay espacio para defender los intereses nacionales, “pero siempre dentro de unos márgenes razonables”. Los franceses avisaron que “no podemos tener una Europa a la carta". En los mercados hay fastidio porque esto introduce un nuevo factor de incertidumbre.
Más dudas
Escocia no sabe ahora si al independizarse de UK habrá lazos totalmente rotos o no con la UE y eso le genera enormes incertidumbres. En este sentido, “el PNV ha demostrado ser más pragmático, dejando que se desgasten los catalanes”. afirma Cantos. "Mas está en un callejón aparentemente sin salida. Si tuviera éxito, siempre estarían a tiempo de seguir ese camino, pero mientras tanto, esperan y ven".
Mientras, los países anglosajones continúan en una política de roll over continuo. En EE UU se limitan a dar patadas hacia adelante al fiscal cliff. En Reino Unido, culpan a la UE de sus propios males y de paso, ponen una china en el camino soberanista de Escocia a base de euroescepticismo.