La formación de Alexis Tsipras deberá renegociar o imponer una quita de la deuda griega al tiempo que la troika y la UE inyectan fondos a Grecia. El rescate deberá negociarse el próximo 28 de febrero, pero Grecia ha otorgado una amplia mayoría a Syriza en las elecciones generales del domingo, lo que significa que el populismo de esta formación de decenas de partidos de extrema izquierda y comunistas deberá asumir el poder.
La ilusión de gran parte del pueblo griego ha cristalizado en la victoria frente a los conservadores -que han llevado a cabo las reformas estructurales para poder seguir recibiendo las ayudas de la troika (el FMI, la UE y el BCE) para sostener la economía griega-, y ahora es Syriza la que deberá aportar soluciones para renegociar el rescate griego, algo que preocupa mucho en las cancillerías europeas.
Así que la gran pregunta ahora es saber si Syriza podrá imponer a la troika sus principios basados en negociar una quita de su deuda, algo a lo que ésta se opone. El próximo 28 de febrero se acaba el rescate europeo y se deberá abrir una nueva ronda de negociación, esta vez con una formación de extrema izquierda por vez primera en la Unión Europea desde el estallido de la crisis a finales de 2007.
El próximo 28 de febrero se acaba el rescate europeo y Tsipras deberá afrontar una nueva ronda de negociación con la troika
Será una prueba de fuego para conocer si realmente los populismos que “beben” de la victoria de Syriza, como en España Podemos, pueden aportar soluciones distintas a la austeridad que busca la consolidación fiscal para reducir deuda recortando el peso del gasto público.
Syriza habría obtenido el 36,4% de los votos, rozando la mayoría absoluta. A seis puntos le seguiría el partido conservador de Andonis Samarás, Nueva Democracia (27,8%). El primer ministro reconoció rápidamente su derrota e incluso felicitó a Tsipras. El tercer puesto lo habría conquistado el partido de extrema derecha Amanecer Dorado (6,2%), seguido de To Potami (El Río) (6%). A continuación se sitúan los comunistas del KKE, con el 5,47% y 15 escaños y la formación Griegos Independientes, derecha nacionalista, con un 4,75% y 13 escaños. En último lugar se queda el hasta ahora cogubernamental Pasok (socialdemócratas), del todavía viceprimer ministro Evángelos Venizelos, con un 4,68% de los votos, que se traduce también en 13 escaños.
La coalición de izquierdas calificó este domingo de "histórica" la victoria alcanzada en las elecciones generales en Grecia, y lo hizo con un comunicado difundido nada más publicarse las encuestas a pie de urna tras el cierre de los colegios electorales, unas encuestas que le otorgaban ya entre un 35,5% y un 39,5% de los votos. "Es una victoria histórica que da esperanza a los ciudadanos griegos que han votado contra la austeridad", dijeron los dirigentes de Syriza, para añadir que es "un primer paso para un desarrollo progresista en Europa". La hasta ahora principal fuerza de la oposición aseguró que el "nuevo gobierno implementará el programa de Salónica para acabar con la crisis humanitaria y empezará la negociación con los acreedores".
Milios confirma que se va a renogociar el programa acordado con el eurogrupo
Por su parte, el responsable del programa económico de la formación, Yannis Milios, afirmó que el programa acordado entre Samaras y el eurogrupo "está muerto". "Supongo que Gikas Jarduvelis (ministro de Finanzas en funciones) se limitará mañana lunes en el eurogrupo a discusiones de carácter técnico, pues el programa que había acordado Jarduvelis como representante de Samarás ya está muerto".
Nueva Democracia obtuvo un 27,8% de los votos, seguidos de los neonazis de Amanecer Dorado con un 6,32% y de To Potami con un 6%
Los conservadores de Nueva Democracia, del primer ministro Andonis Samarás, que lograron un 27,8%, aseguraron tras conocer los sondeos a pie de urna, que los votantes han elegido a Syriza como "la primera fuerza política del país". Fuentes de Nueva Democracia añadieron que el partido ha tenido que "aplicar una política difícil en un periodo muy difícil" y que seguirán "siendo una garantía del futuro del país".
El Bundesbank pide respetar los acuerdos
El presidente del Banco Central alemán (Bundesbank), Jens Weidmann, aseguró por su parte que la economía de Grecia sigue necesitando apoyo externo y recordó al futuro Gobierno de Atenas que ese respaldo sólo tiene cabida "si se respetan los acuerdos" adoptados. "Está claro que Grecia no puede todavía prescindir del apoyo de un programa de ayuda. Y, naturalmente, un programa de ese tipo sólo puede darse cuando se cumplen los acuerdos", afirmó Weidmann en una entrevista con la primera cadena de la televisión pública alemana ARD.
El presidente del banco central alemán confió en que "el nuevo gobierno griego no haga promesas ilusorias que el país no se puede permitir" y que continúe con las reformas estructurales que se necesitan sin poner en cuestión lo conseguido hasta el momento.
El presidente del Bundesbank confió en que "el nuvo gobierno griego no haga promesas ilusorias que no se puede permitir"
A su juicio, el objetivo es que las finanzas griegas sean sostenibles a largo plazo y "mientras ése no sea el caso, una quita de la deuda sólo dará un breve respiro". Lograr ese objetivo, recalcó, exige reformas tanto en las finanzas públicas griegas como en la economía del país.
Más presencia del Estado y renegociar deuda
Syriza, contraria a la política de austeridad, asegura que quiere mantener a Grecia dentro del euro, pero insiste en reestructurar la deuda pública griega, que asciende a más del 170% del PIB, para mitigar los problemas económicos del país.
Además, el líder de Syriza ha prometido renegociar el rescate con la troika –que es quien financia con más de 150.000 millones en ayudas la economía griega y que impone condiciones como realizar las reformas para reducir el gasto público (algo a lo que se opone Syriza) dar marcha atrás a la política de austeridad y subir las pensiones y se ha comprometido a elevar a 12.000 euros anuales (13.925 dólares) el límite de ingresos libres de impuestos y a duplicar el salario mínimo hasta los 750 euros mensuales.
Syriza afirma que quiere mantener el euro en Grecia y reestructurar la deuda pública, que asciende a más del 170% del PIB
En cuanto a la deuda de 240.000 millones de euros, para la que quiere revisar condiciones y plazos del actual plan de rescate, quiere vincular su devolución a una 'cláusula de crecimiento' y una moratoria. Aunque deja en el aire una de sus medidas “estrella” como la expropiación de segundas residencias y de viviendas por un valor superior a los 300.000 euros.
También figuran en su programa económico impulsar el empleo público para reducir el desempleo juvenil, lo que conllevará un aumento del gasto público y aumentará la presencia de los sindicatos en las empresas. Además, la formación de izquierdas ha asegurado en campaña que creará nuevos impuestos para gravar las rentas de a partir de 50.000 euros anuales.