El símbolo de la austeridad aplicada a Grecia en el último lustro podría tener los días contados. El brazo Ejecutivo de la Unión Europea se plantea desmantelar la troika, la terna formada por Comisión Europea, Fondo Monetario Internacional (FMI) y Banco Central Europeo (BCE), como una concesión al nuevo Gobierno de Alexis Tsipras si éste acepta, a cambio, cumplir escrupulosamente con sus compromisos.
Según adelanta este lunes el periódico El País, citando fuentes conocedoras de la deliberación, "Bruselas busca una solución de compromiso para compaginar las demandas del nuevo Gobierno griego y las exigencias de los socios del euro", por lo que la disolución de la troika llegaría siempre y cuando Grecia y los acreedores alcancen un acuerdo y consigan llegar "sin accidentes" al siguiente paso del rescate: una línea de crédito precaución, también conocida como rescate blando.
Una línea de ayuda que serviría para que los inspectores y los del Fondo dejaran de ir de la mano a la hora de comprobar si Grecia cumple las condiciones de ese rescate. "Hay que buscar una solución de compromiso, política, para un problema que sigue siendo económico y financiero pero que es eminentemente político", aseguran fuentes del Eurogrupo consultadas por el diario del Grupo Prisa.
"La ruptura de la troika sería una señal política importante para Tsipras", dicen fuentes comunitarias
A la espera de que el nuevo primer ministro griego aclare lo que quiere y siempre que Atenas no se salga del guión, Bruselas propondrá romper la troika, "una señal política importante para Tsipras que no cuesta ni un euro", según fuentes comunitarias. La disolución permitiría además al FMI centrarse en su objetivo de sostenibilidad de la deuda y a los europeos poner el foco en las reformas.
Sin embargo, esta posible concesión a Grecia depende de la negociación que arranca esta semana. Tsipras y el ministro de Finanzas, Yanis Varufakis, mantendrán reuniones en París, Londres, Roma y Bruselas y será su grado de apertura lo que acabe motivando una señal política de tal magnitud además de la reestructuración de la deuda, también sobre la mesa.
Calma a los inversores
Varufakis aseguró este domingo en París que la intención de Atenas es negociar con todas las instituciones que forman la troika "un nuevo contrato" gracias al cual su país dejará de costarle tanto al resto de los europeos.
Además, el titular griego de Finanzas ha asegurado este lunes que su Gobierno no actuará unilateralmente, sino que colaborará con sus socios, y aunque ha justificado el parón en el proceso de privatización en un momento de deflación de los precios de los activos, ha tratado de calmar a los inversores.
Varufakis, en una entrevista publicada por el diario Le Monde, recogida por la agencia Efe, un día después de su paso por París para entrevistarse con su homólogo francés, Michel Sapin, ha afirmado que están "decididos a colaborar con (sus) socios" y que no actuarán "de forma unilateral".