El 27 de marzo de 1927 se ponía en marcha por primera vez una prueba automovilista que, con el paso de los años, se ha convertido en una de las citas más esperadas de los amantes de los clásicos. Una prueba que sigue respetando el trazado original que, desde Brescia hasta Roma ida y vuelta, recorría cerca de 1.600 kilometros, mil millas que dieron lugar a un nombre ya mítico entre los rallyes. Dejó de celebrarse en 1957 fruto de un accidente que acabó con la vida de un piloto, su copiloto y once espectadores. Veinte años después, se recuperó la Mille Miglia pero ya como evento histórico destinado a modelos clásicos.
Porsche es una de las marcas que acuden año a año a la prueba y, para esta nueva edición, lo hará nada menos que con cinco coches, dos 550 Spyder, otros dos 356 Coupé y un 356 Speedster. Y a los mandos de uno de ellos, estará nada menos que Hans-Joachim Stuck, ganador de las 24 Horas de Le Mans en dos ocasiones y campeón del DTM alemán de turismos, quien pilotará un 356 de 1954 conocido como "Knickscheibe" (ventanilla inclinada), un modelo cuya característica más singular era el parabrisas sin varilla central, utilizado por primera vez en aquellos tiempos.
Porsche consiguió algunos de sus mayores éxitos en competición en esta prueba durante los años cincuenta. En 1952 un Porsche 356 ganó en su clase y, más tarde, en 1954, la victoria de Hans Herrmann en la categoría GT, con un 550 Spyder, supuso uno de los más importantes éxitos de la marca de Stuttgart hasta la fecha. Una prueba que recorre un imponente trazado por las más bellas carreteras de Italia, un reto para pilotos y coches que deben cubrir esos 1.600 kilómetros del trazadoen tan sólo tres días y, habitualmente, en condiciones meteorológicas bastante complicadas.