Desde hace 17 años, Lourdes ha desarrollado su pasión: mostrar al común de los mortales el inmenso regalo que el mar nos ha proporcionado en el estrecho de Gibraltar, las ballenas, delfines y orcas del Estrecho con la Asociación Whale Whatch Tarifa.
Parece mentira, que en un lugar donde al año atraviesan 36.000 ferries y 73.000 mercantes, exista todavía una explosión de vida. Un lugar donde entre el denso tráfico marino, tenemos prácticamente garantizado- 98% de las ocasiones - ver a pocos metros de nuestro barco hasta siete especies de cetáceos. Al lado de la costa del Sol. Alucinante.
Hace unos años, se despistó una ballena piloto – en realidad es un delfínido – en la playa chica de Tarifa. El animalito, desorientado, rehuía de los voluntarios que intentaban ayudarla. A Lourdes se le ocurrió silbarle… y funcionó. La ballena la siguió como un perrito y sin presiones se dejó ayudar.
Más de 70.000 personas visitan las aguas del estrecho todos los años, con el objetivo de disfrutar de este singular puerto ballenero, pero ojo, no todo es lo que parece. En el avistamiento de ballenas y delfines también hay unas reglas para no molestar a los delfines. No todos cumplen los protocolos de avistamiento, como no acercarnos a menos de 60 metros, no interferir su rumbo o no dividir a las manadas y es obligado tenerlo en cuenta a la hora de escoger a nuestros guías.
En el estrecho, se concentran poblaciones de hasta 7 especies de cetáceos. Por un lado las DJ residentes: las ballenas piloto, los delfines mulares y los listados que juegan habitualmente con las embarcaciones de todo tipo.
Por otro las que están de paso, como los rorcuales que vuelven de sus amoríos en el mar de Liguria o las Orcas que son muy pillas y le roban los atunes a los pescadores. Y también los gigantes del mar: los cachalotes que en el estrecho buscan a su bocado favorito: el calamar gigante y los rorcuales, con sus barbas para comer camarones y plancton.
Es toda una experiencia la travesía, ver jugar por iniciativa propia a los delfines con el barco, conocer que a las ballenas piloto les encanta sestear en la superficie del agua, aprender a distinguir las distintas especies de delfines y tener la suerte de ver al cachalote nos proporcionará sin duda una nueva visión del mar y de sus criaturas.
¿Te lo vas a perder?