Una historia que cuenta que los habitantes de Colombres quisieron que fuera una de las ciudades más importantes y más modernas del reino de España. Por eso, cuando se fueron a las Américas para lograr fortuna, volvieron a su ‘casa’ con la mira puesta en construir grandes edificaciones que transformasen el pueblo en una moderna y señorial ciudad. Y aún conserva ese aura.
Parece como si por esas calles no hubiera pasado el tiempo. Con sus coloridas casas, sus árboles adornando los paseos y las múltiples zonas ajardinadas, evocan aún más si cabe un entorno idílico. Te damos las claves sobre qué ver en el pueblo del año:
Fundación de Archivo de Indianos
Conocida como ‘Quinta Guadalupe’ es una muy buena oportunidad tanto de contemplar la arquitectura de la época como para sumergirse de pleno en la historia de la emigración; punto clave para que Colombres fuese elegido como Pueblo Ejemplar en la edición de este año. Desde que en 1987 abriera sus puertas, se ha intentado en todo momento recrear un interior acorde con la época de principios de siglo XX. Además, quienes se acerquen a la Fundación, también podrán ver desde alguna maqueta a algún enser de los ciudadanos de la época.
Iglesia Parroquial de Santa María
Prácticamente situada al lado del archivo, se puede encontrar esta iglesia, una de las más importantes de la zona. Con la llegada de los primeros indianos, esta edificación católica fue una de las primeras beneficiadas; ya que muchos profesaban una ferviente fe y querían que su iglesia fuese la más imponente. Clara muestra de ello es el interior que sorprende a todos los que la visitan. Unas pinturas con colores vivos que coronan la cúpula del altar donde se celebran las Eucaristías y cuidados detalles visten los ojos de los feligreses de principios de 1900 pero también de los actuales.
Plaza Manuel Ibáñez (Plaza del ayuntamiento)
Siguiendo con la tónica de la ciudad, el consistorio es una imponente casa indiana de color salmón rodeada de zonas verdes, donde se alza la estatua de Agustín Querol dedicada a Manuel Ibáñez (hecha en bronce, como no podía ser de otra forma), primer conde de Ribadedeva, por ser uno de los más grandes benefactores de Colombres. Un espacio perfecto para disfrutar de un paseo por la historia y relajarse en un entorno tranquilo.
Cuevas del Pindal
Además del interior de esta cueva, es de destacar el emplazamiento en el que se encuentra: al borde de un acantilado. Se trata de la primera muestra de arte de prehistórico descubierta en Asturias, concretamente del Paleolítico Superior. En sus paredes, en tonalidades rojas se pueden observar desde bisontes, elefantes y, por supuesto, hombres que dan caza a todos estos animales con lanzas en las manos. A estas cuevas hay que sumar en el concejo las de Mazaculos y de El Espinoso.
Playa de la Franca
Desembocadura del río Cabra y vecinos del concejo de Llanes, esta playa cuenta con toda clase de servicios para sus visitantes. Además, posee una parte de playa fluvial donde agua salada y dulce juegan un pulso y se entremezclan hasta formar algo inseparable. Aprovechando que la marea está baja, uno se puede desplazar hasta un par de calas cercanas gracias a la especialidad de su paisaje, donde la arena acaba en zonas verdes.
A día de hoy no se puede hablar de Colombres sin conocer el fenómeno de la emigración. Tanto es el peso que dejaron los indianos en el nombre de la capital de Ribadedeva, que incluso en agradecimiento a los que volvieron y en recuerdo para quienes no pudieron retornar, le han dedicado una feria que van alternando a un país distinto de las Américas.
Raro es que alguno de sus habitantes de no tenga familiares al otro lado del charco; Argentina, México o incluso Cuba fueron los destinos más elegidos por quienes buscaban fortuna lejos de casa. Durante estas fiestas por supuesto, se come, se bebe, se baila con música de aquellos tiempos y se pueden adquirir recuerdos en el mercadillo que se realiza. Esta festividad se realiza sobre la primera quincena de julio.
Actualmente, los aproximados 1.900 habitantes del Pueblo Ejemplar dedican sus horas al trabajo en el campo y la ganadería. Poco a poco el sector terciario con el turismo está ganando cada vez más fuerza. Seguro que este galardón da un buen impulso a ello atrayendo no sólo a turistas de España, sino a los propios asturianos, para quienes a veces los tesoros permanecen más ocultos.