Para empezar está la Academia General del Aire en la Base Aérea de San Javier, donde duerme la Patrulla Águila. Si tienes suerte, podrás contemplar una de sus exhibiciones sobrevolando el Mar Menor. ¡Un auténtico lujo! Pero centrémonos en esos rincones que bien merecen una visita.
Salto del Usero
Tan conocido que este año se ha llevado a cabo una restricción del público en agosto debido a que la afluencia es tan masiva, sobre todo en periodos estivales, que el entorno protegido se estaba viendo afectado. Eso sí, si tienes la posibilidad de asomarte a este rincón y sus pozas de agua situadas en Bullas, no dudes en hacerlo, pues realmente es un espectáculo para los cinco sentidos.
Cañaverosa
Este bosque es la única reserva natural terrestre con la que cuenta la Región, recuperada en gran parte tras el incendio que en 1994 se produjo en Moratalla, uno de los municipios a los que pertenece este lugar. Los ejemplares de nutrias tan poco frecuentes en nuestro país se pueden observar, con suerte, en la parte alta del Segura. El bosque es sencillamente perfecto, muchos lo catalogan de mágico, pero es que es muy fácil dejarse perder entre la maleza y los caminos que se han ido formando con el paso del tiempo.
Las Gredas
También conocidas como La ciudad encantada, son un fenómeno geológico que se produjo a lo largo de los siglos (en ellas se han encontrado microfósiles que datan del Plioceno inferior, hace nada más y nada menos que 4 millones de años) y que han quedado como un monumento natural al mar. Están situadas en primera línea de playa, habiendo sido moldeadas por el viento y por el material del que se ha ido erosionado compuesto por un similar a la arcilla. No dejes de recorrer este paisaje que desafía las leyes de la gravedad.
La Higuerica
Una pequeña cala perfecta situada justo en la frontera murciana con Andalucía, eso sí, para todas aquellas personas que buscan huir del gentío y relajarse frente al mar. Muchas personas optan además por traerse el equipo de buceo o de snorkel y zambullirse en sus tranquilas aguas con fondos de gran belleza paisajística. Delante de ella se puede observar un pequeño islote muy rocoso al que los pescadores bautizaron como La cama de los novios. Junto a otras tres (Calarreona, La Carolina y Cala Cerrada), forma el Paisaje Protegido de Cuatro Calas,
Castillo de la Asomada
Sus restos perduran hoy en día y según los estudios que se han llevado a cabo lo más probable es que se construyera allá por el siglo XII, en plena época islámica cuando el reino de taifa estaba en todo su esplendor. Este castillo puede ser que se levantara como fortaleza en una montaña con una altura de unos 530 metros junto al puerto de la Cadena. La obra nunca se llegó a concluir, pero hoy en día está catalogada como Bien de Interés Cultural. Una prueba más de la rica historia que tiene nuestra tierra.