Cuando alguien alcanza la fama, y más si es a través de la televisión, todos sus movimientos son analizados al milímetro. Eso es lo que le ocurre actualmente a Anna Simón. La presentadora, colaboradora, humorista, cantante y casi cualquier otra profesión que se le antoje, se ha convertido en el complemento de todos los programas. Igual canta en Tu cara me suena, como hace cosas cuquis y experimentos en El Hormiguero, como copresenta un programa de humor, como da las campanadas acompañada de un clásico -en horas bajas- de la televisión, Paula Vázquez. Simón es una recién llegada que ha sabido hacerse su hueco de forma muy rápida. ¿Demasiado? Puede ser. La televisión es muy caprichosa y tan pronto encumbra a alguien como le deja caer en el olvido. Piensen en Pilar Rubio, por ejemplo.
Anna Simón empezó su carrera en TeleTaxi TV con 22 años. De ahí, saltó a Antena 3 para presentar programas de call TV hasta que la fichó Cuatro para su programa de humor Estas no son las noticias. Simón ejercía de reportera junto a Tania Llasera y Marta Nebot. El éxito del programa fue muy discreto y desapareció tras una sola temporada. Pero Anna Simón continuó su ascenso. Apareció en TVE para participar en los especiales Los mejores años de nuestra vida, donde ejercía de representante de una de las décadas que participaban en el concurso, y en Tú sí que vales de Telecinco, entrevistando a los participantes antes y después de sus actuaciones. Mientras tanto, compaginó la televisión nacional con varios programas en TV3, hasta que en 2010 llegó su gran oportunidad. Cuatro necesitaba su propio programa de humor para competir con Sé lo que hicisteis... de La Sexta, y lo encontró en Tonterías las justas, presentado por Florentino Fernández, Dani Martínez y, claro, Anna Simón.
De las imitaciones a la polémica
El éxito del programa convirtió a la presentadora en un valor seguro y en una mujer muy deseada, tanto por el público como por las productoras. Los responsables de Tu cara me suena vieron el filón y la caracterizaron de Kylie Minogue en su primera gala, con aquel famoso vestido blanco que dejaba al aire prácticamente todo. Luego vinieron Katy Perry, Lady Gaga, Madonna, Marilyn y un sinfín de mujeres guapas, sensuales y sexys. Mucha casualidad que a Anna Simón le tocaran todas las estrellas del pop mientras María del Monte se vestía de hombre una gala sí y otra también. Así cualquiera se convierte en un sex symbol. A partir de entonces la hemos visto en programas de humor como Así nos va o Me resbala, presentando un programa de magia, una gala de premios, varios especiales de Nochevieja, un anuncio de El Corte Inglés y hasta un par de cameos en alguna serie. Pero si de algo puede presumir Anna Simón es de haber formado parte del dúo de rubias más explosivo que ha presentado nunca las Campanadas de Fin de año. Aunque eso le costara la enemistad de Cataluña.
En octubre del año pasado, la Cofradía del Cava eligió a Anna Simón como Reina del Cava 2013 y la coronó en un acto celebrado en la localidad catalana de Sant Sadurní d'Anoia. La presentadora llegó a la plaza del Ayuntamiento montada en un Rolls Royce y con un vestido diseñado por Rosa Clará, como toda una princesa. El problema vino cuando, una vez elegida por Antena 3 para presentar el programa especial de Fin de año, Anna no brindó con cava catalán sino con la cerveza que patrocinaba el espacio. Rápidamente la Cofradía del Cava, que la había elegido como representante, y el resto del pueblo catalán montaron en cólera -algunos periódicos llegaron a declarar que la presentadora debía ser persona non grata en Cataluña-. Al final el drama no fue tan profundo, ya que desde la Cofradía reconocieron que las obligaciones de la Reina del Cava terminan el mismo día que acepta el título y que luego podía publicitar lo que quisiera. Aún así, el resquemor continúa y por mucho que Anna Simón se gane al público cada vez que aparece a hacer el payaso en El Hormiguero, los empresarios del cava se la tienen jurada. Y es que con las bebidas no se juega...
