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Ponga un ‘tronista’ en su discoteca por 300 euros

En España hay una generación que ronda los 20 años que, desde que nació, ha visto como algo normal que en la televisión haya personas anónimas aspirando a alcanzar la fama cada año. Ya sea por su gracia y su salero, como los concursantes de ‘Operación Triunfo’, o por estar en el momento adecuado en el casting adecuado, como ‘Gran Hermano’ o ‘Mujeres y hombres y viceversa’.

  • Rafa Mora / Gtresonline.

De este último tipo de programas de telerrealidad, en los que también entrarían ¿Quién quiere casarse con mi hijo?, Gandía Shore y similares, quien acude allí no lo hace solo para conseguir dinero (o el amor, según corresponda), sino también, en muchísimos de los casos, labrarse una carrera en calidad de famoso ya sea por televisiones, ya sea por saraos. Cada vez más discotecas y salas de fiestas contratan a estos personajes catódicos como reclamo. Pero ¿cuánto vale poner un ‘tronista’ o similar en tu discoteca?

Los precios varían dependiendo de la popularidad, pero en la mayoría de los casos, difícilmente bajan de los 300 euros por bolo, como es el caso del ‘tronista’ Rubén Poveda, suma que se puede multiplicar por dos, por tres o más, según el caso. Así, lejos queda ya en los que famosillos como Darek cobraban hasta 6.000 euros por noche; y es que, precisamente, el exceso de oferta (¿cuántos concursantes salen anualmente sumando todos los programas?) hace que lo que un empresario está dispuesto a pagar sea menor; si no lo hace fulanito, ya lo hará menganito o zutanito.

Rafa Mora es de los que más cobran

Los tronistas de Mujeres y hombres y viceversa son las 'celebrities' que más abundan en discotecas

Hablemos del programa Mujeres y hombres y viceversa: según los precios ofrecidos por la agencia de contratación DirectoAlArtista.com, Erik Riolobos tiene un caché de 700 euros, Ferchu de 500 y Rafa Mora, quien ha sabido amortizar como nadie su paso por dicho programa, no acude a un bolo por menos de 1.200 euros. En épocas de mayor boom mediático, no lo hacía por menos de 3.000. Cuando protagonizó un Conexión Samantha mostró su vida a todo lujo, incluyendo coches de alta gama. De entre las chicas, Belén Roca trabaja por unos 400 euros, igual que su compañera Estela. Por su parte, María Bravo solicita alrededor de 900 euros por aparición. 

En la misma web, se indica que Labrador de Gandía Shore cobra 1.000 euros, y su compañero Clavelito, en calidad de DJ, pincha música en tu garito previo desembolso de al menos 500 euros. El Príncipe para Corina Pascual, que en 2015 se reincorporará a su trabajo como policía y que acaba de publicar un libro con su experiencia como famoso, pide un mínimo de 1.500 euros por lucir músculos.

Además, en la misma agencia de contratación se puede localizar a concursantes de La voz como Alba Lucía o Enna (Encarna) de Operación Triunfo, esta última vendiendo, además de su buen arte vocal, su lado erótico empleando como reclamo la portada de Interviú que protagonizó. Su caché, entre 600 y 1.500 euros.

¿Qué atractivo tiene contratar a un ‘tronista’ en una discoteca?

Por un lado, muchos son los clientes que acuden atraídos por ver en persona a esas personas que ven por la pequeña pantalla, especialmente el público femenino, lo que indirectamente provoca que el público masculino vaya al local con la intención de ligotear. Y nada más, pues hablamos de personajes que han adquirido popularidad por intentar encontrar el amor de algún modo, sin ninguna otra virtud más allá de lo que se puede apreciar de un vistazo.

Javier Zúñiga y su madre Mar, del programa ¿Quién quiere casarse con mi madre?, son los 'más baratos', llegando a cobrar por bolo 250 euros

Pero también hay quien intenta vender otro tipo de valor añadido, como es el caso de Javier Zúñiga y su madre Mar, que con un caché más módico -250 euros- afirman que difundirán en las redes sociales sus bolos, lo que implica un gran impacto debido a su alto número de seguidores. Entre madre e hijo suman más de 26.000 seguidores, si bien la estrategia que realizan ambos en Twitter es seguir indiscriminadamente a muchos usuarios con la intención de que les devuelvan el follow. Si no lo hacen, ellos dejan de seguir y buscan nuevos seguidores que incrementen la cifra y, así, poder convencer a los empresarios y/o anunciantes de que todo lo que hacen, a raíz de su paso por el programa ¿Quién quiere casarse con mi madre?, tiene interés en un nutrido número de ciudadanos.

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