Atresmedia y Mediaset son, hoy por hoy, los medios de comunicación más rentables de España. Sus beneficios al término del tercer trimestre de 2017 han sido de 103 y 147 millones de euros, respectivamente, y sus ingresos, muy superiores a los de cualquier grupo audiovisual o de prensa. No obstante, su negocio está amenazado a corto y a medio plazo por algunas circunstancias de las que han avisado los analistas internacionales y que ya han comenzado a afectar al mercado doméstico.
Los próximos años serán complicados para el conjunto de los medios de comunicación. La forma de invertir de los anunciantes cambiará de forma radical y eso ha generado una considerable incertidumbre entre los 'popes' del sector que sólo el paso del tiempo ayudará a mitigar. Así lo reconocieron el pasado septiembre dos de los responsables de los principales grupos de medios de este país.
Quizá la televisión en abierto no se vea tan afectada como la prensa digital en este sentido. Ahora bien, en su horizonte aparecen algunos nubarrones amenazantes que obligan a sus responsables a actuar. Entre ellos, un cambio tecnológico que podría desviar una gran parte de la inversión publicitaria y de la audiencia a otras empresas audiovisuales. Un síntoma, por cierto, muy similar al que sufrieron los periódicos en los años previos al declive del papel, como se exponía en este artículo.
Algunas de las voces con más años a sus espaldas en esta industria niegan que la posición de estas empresas esté amenazada por las nuevas plataformas, aunque lo cierto es que durante los últimos tiempos se han desarrollado algunos episodios que hacen sospechar que la salud de las principales compañías del sector podría deteriorarse a medio y largo plazo.
Desaceleración del mercado publicitario
De momento, la televisión es el medio de comunicación preferido por los anunciantes y las compañías del duopolio de la TDT, las que más dinero reciben. Durante los nueve primeros meses del año, los ingresos que logró Mediaset por esta vía fueron de 660,91 millones de euros (-0,9%), mientras que los de Atresmedia Televisión, de 664,8 millones (+0,6%).
Ahora bien, el mercado publicitario ha crecido a un mucho menor ritmo en lo que va de 2017 que en los dos ejercicios anteriores. Mientras en 2015 y 2016 mejoró el 5,7 y el 6,3%, respectivamente -según los informes de la consultora i2P-, en los nueve primeros meses del año ha decrecido el 0,4%, según las estimaciones de Atresmedia; y ha incrementado entre el 0,5 y el 1%, según Mediaset.
Agencias como Zenith estiman que la televisión perderá su posición dominante en los próximos años como consecuencia de la imparable migración de anunciantes desde los medios de comunicación tradicionales hasta las nuevas plataformas digitales. Según las estimaciones de esta empresa, al final de 2017 la inversión en medios en internet ascenderá 205.000 millones de dólares, mientras que la de las televisiones será de 196.000.
Si esta tendencia continúa, se puede decir que estas empresas se verán en dificultades para mantener su actual poderío, salvo que realicen un profundo cambio en su modelo de negocio. De momento, los ingresos que obtienen a través de sus actividades alternativas representan un porcentaje minoritario de su facturación total. En el caso de Atresmedia, del 4,5%; y en el de Mediaset, del 5,7%.
Caídas en bolsa
Una de las señales que certifican que los inversores desconfían de la evolución del negocio de la televisión es la caída que han sufrido las acciones de Atresmedia y Mediaset durante los últimos tiempos. En el caso de la dueña de Telecinco y Cuatro, el descenso fue del 25% entre enero y septiembre, mientras que el título de su principal competidor descendió el 14,4%.
Las previsiones para el último trimestre de 2017 son sensiblemente mejores y analistas como Banco Sabadell recomiendan comprar acciones de estas empresas, puesto que los anunciantes han comenzado a salir de la cueva y a aumentar su inversión en televisión. Esta entidad financiera espera que en 2018 y 2019 el mercado evolucione de forma moderadamente positiva (+2,5%).
La audiencia se resiente
Atresmedia y Mediaset acaparan la mayor parte de la cuota de mercado de la TDT. La primera compañía, el 42,4% y la segunda, el 43,5%. De cada dos euros que invierten las empresas en los medios de comunicación españoles, uno va a parar a la caja fuerte de estas empresas.
Ahora bien, su cuota de pantalla se ha resentido sensiblemente durante los últimos meses, lo que podría afectar a sus ingresos a corto y medio plazo. Los siete canales de Mediaset registraron un share de 29,1 puntos entre enero y septiembre, frente a los 30,5 que lograron en el mismo período del ejercicio anterior. Por su parte, las seis cadenas de Atresmedia sumaron el 26,4% de la audiencia, lo que supuso un descenso de 0,6 puntos.
El crecimiento de las alternativas
Una de las principales amenazas a las que se enfrenta la TDT es el crecimiento de los medios alternativos de entretenimiento. La televisión de pago superó el pasado abril la barrera de los 6 millones de abonados y, en su conjunto, sus canales reúnen -de media- al 22,5% de la audiencia, frente al 20,9% del año anterior, según datos de Kantar Media recogidos por Barlovento Comunicación.
A esto hay que sumar la cada vez mayor penetración en el mercado internacional de plataformas como Netflix, HBO o Amazon (amén de Youtube). En el caso de Netflix, el pasado septiembre disponía en todo el mundo de 109,25 millones de abonados y espera terminar el año por encima de los 125. Sus ingresos fueron durante los nueve primeros meses de 2017 de 2.984,8 millones de dólares y sus beneficios, de 373,4 millones. Su facturación creció el 30% sólo entre el tercer trimestre del año.
Cambios regulatorios
La situación de las compañías de la TDT también se ha visto complicada durante los últimos años, en toda Europa, debido al recrudecimiento de la pelea por un bien tan preciado como limitado: el espectro radioeléctrico. Las telecos conquistaron en la primera parte de 2015 un territorio que hasta entonces le pertenecía a la televisión como consecuencia de su necesidad de expandir sus servicios de internet de alta velocidad (4G) para cubrir las necesidades de sus clientes.
A este proceso se le denominó ‘primer dividendo digital’ e implicó el cambio de frecuencia de diversos canales. La segunda gran migración tendrá lugar en la siguiente década y será necesaria para que las telecos puedan disponer de más espacio para el 5G. Eso volverá a comprometer la situación de la TDT y afectará –en una mayor o menor medida- a las compañías españolas.
La posición de Atresmedia y Mediaset también podría verse amenazada por los movimientos emprendidos por FORTA y la asociación de pequeños canales de la TDT –de momento, timoratos- para que la inversión de los anunciantes se distribuya de una manera más equitativa entre todos los operadores del sector (actualmente, Atresmedia y Mediaset aglutinan el 85,9% de la cuota de mercado con el 55,5% de la audiencia). Ambas han pedido o pedirán al Gobierno y a la autoridad de competencia que tomen cartas en el asunto para corregir esta "desigualdad". No obstante, no se esperan cambios a corto plazo.
Desde las empresas del duopolio, reconocen la evidencia de que el sector de la televisión evolucionará ostensiblemente durante los próximos años como consecuencia de los cambios en el mercado publicitario y de la pujanza de las nuevas plataformas audiovisuales. Dicho esto, se muestran tranquilas dada la buena salud de su negocio y dada su confianza en su capacidad de adaptación a los cambios que tengan lugar en el sector.