El culebrón inmobiliario que EFE vive desde hace unos años está cerca de llegar a su final, no sin antes dejar una nueva perla en forma de despropósito económico. La Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), a través de su filial Desarrollo Industrial, firmó la pasada semana un contrato de alquiler de las nuevas instalaciones de la agencia de noticias en el Edificio Génesis, un inmueble de su propiedad situado en la Avenida de Burgos en Madrid. Este traslado, según la propia SEPI, supondrá un ahorro anual en alquileres de 500.000 euros, pero varias fuentes del sector cuestionan dicha operación.
Fuentes cercanas a la sociedad estatal mantienen que el nuevo contrato no supondrá ninguna rebaja en el gasto puesto que BBVA, actual ‘casero’ de EFE, igualó en el último momento el precio del alquiler que ahora pagará la agencia. Hasta la fecha, EFE abonaba en torno a 1,8 millones de euros anuales por su sede en la céntrica calle de Espronceda. Esta misma fuente sitúa en el entorno de los 5 millones de euros el coste que supondrá la mudanza al nuevo edificio, por lo que con el ahorro de medio millón anual se tardará hasta 10 años en amortizar.
EFE carece de patrimonio inmobiliario en Madrid desde que en junio de 2002 el entonces presidente Miguel Ángel Gozalo vendió a Infoinvest, entonces filial de la SEPI, la sede de la calle Espronceda por un total de 37 millones de euros a fin de enjugar las importantes pérdidas de la agencia, según señaló un informe elaborado por el Comité Intercentros a finales de 2011.
Tras el relevo en la Dirección de la agencia, la SEPI rechazó la oferta presentada por Alex Grijelmo, anterior presidente de EFE, para recomprar el edificio. En marzo de 2007, la sociedad estatal vendió el edificio al BBVA por 51,25 millones de euros si bien respetó hasta 2012 la cláusula de arrendamiento a favor de EFE que ahora se eleva a 1,8 millones de euros anuales.
La gran apuesta de Álex Grijelmo, que puso en marcha la construcción de un nuevo edificio multimedia en Vallecas cuyo coste final ascendía a cerca de 50 millones de euros, queda ahora en agua de borrajas. La mala ubicación del inmueble, cuyas obras están muy avanzadas, hizo que el proyecto fuese rechazado cuando José Antonio Vera se hizo cargo de la presidencia de EFE. La dirección de auditoría interna de la SEPI está ahora investigando la operación en todas sus dimensiones, financiera, jurídica e inversora, porque en palabras de Ramón Aguirre, presidente de SEPI, “la verdad sea dicha no fue bien llevada en ninguno de estos ámbitos”.
