Esperanza Aguirre ha combatido en tantos frentes durante las últimas semanas que ha conseguido situarse muy cerca del epicentro de la atención mediática. Con todo lo que eso puede aportar o penalizar a un candidato a unas elecciones que están a la vuelta de la esquina. Entre las batallas en las que ha concentrado sus esfuerzos la lenguaraz lideresa se encuentra la que le ha enfrentado a Atresmedia, a la que ha acusado de manipular y mentir en varios de sus programas. Son muchos medios los que se han hecho eco de las escaramuzas que se han producido entre ambas partes, pero también diversas las voces, implicadas o ajenas al conflicto, que opinan que en esta guerra no hay víctimas. Sólo beneficios, en forma de “audiencia y votos”.
Desde este grupo de comunicación, han sido varias las personas que han acusado a Esperanza Aguirre de adoptar una “estrategia de confrontación” para ganar votos dentro de la derecha tradicional. O “de la ultraderecha”, como ha afirmado recientemente el propio Antonio García Ferras. “En un momento en que al PP se le ha acusado de apostar por posiciones moderadas, como la que representa Cristina Cifuentes, el que Aguirre ponga el contrapunto puede resultar beneficioso para el partido”, explica a Vozpópuli un colaborador habitual de La Sexta.
Lo que es indiscutible es que la candidata del PP a la Alcaldía de Madrid ha participado en diversas refriegas con Atresmedia durante las últimas semanas. Una de las que tuvo una mayor repercusión fue la que se produjo el 26 de enero, cuando acusó a Antena 3, en el programa Espejo público, de espolear a Podemos por su forma de magnificar el triunfo de Syriza en Grecia. “Da la impresión de que Antena 3 quiere que los españoles voten esta opción”, recriminó.
El malestar de Moncloa con Atresmedia
Es de sobra conocido que este malestar también está presente en los más altos despachos de Moncloa, desde donde se ha culpado a las televisiones de engrandecer la figura de Pablo Iglesias y dar alas a su formación política, dentro de su batalla del “todo por la audiencia”. Pero la opinión de Aguirre no se debe a ninguna directriz del partido, “pues es un verso suelto” dentro del PP y todo lo que ha salido de su boca sobre este tema se explica en su propio criterio.
El caso es que, después de dicha gresca en el programa de Susanna Griso, la lideresa se alejó de Atresmedia durante varias semanas, en lo que muchos interpretaron como un “veto” al grupo. Entre medias, para más inri, se emitió en La Sexta la entrevista que había grabado para el programa de Jordi Évole, en la que, antes de que finalizara el cuestionario, se despojó del micrófono y se marchó con malas formas, tras alegar que se había superado el tiempo que habían pactado ambas partes para desarrollar el encuentro.
Una campaña en Twitter contra la manipulación de La Sexta
El último gran desencuentro que han mantenido Aguirre y el grupo de medios de comunicación de Planeta tuvo lugar hace una semana, durante la participación de Aguirre en el programa La Sexta Noche. La candidata fue preguntada por asuntos espinosos, como los “pagos en B” que supuestamente recibió durante años la cúpula del Partido Popular o los casos de corrupción que afectan al PP en la Comunidad de Madrid.
Un rótulo de La Sexta atribuyó a Aguirre una frase que no había pronunciado sobre los sobresueldos "en B" en el PP
Durante el programa, apareció en la pantalla un cartel con una frase entrecomillada que Aguirre no había pronunciado (“Todos en el PP han cobrado sobresueldos, menos Rajoy y yo”), lo que indignó a la candidata y sorprendió a varios miembros de su partido, “que contactaron en las horas siguientes con ella para que les diera una explicación sobre esas palabras, que no había pronunciado”, aseguran informantes cercanos a Génova.
Fuentes presentes en esa edición de La Sexta Noche han reconocido, en declaraciones a Vozpópuli, que Aguirre abandonó el plató “muy enfadada”, aunque no por el contenido del rótulo –del que no se había percatado-, sino por la parcialidad de su presentador y por los “ataques personales” que recibió por parte de algún contertulio.
Horas después del programa, el PP de Madrid inició una campaña en Twitter (#LaManipulaciónDeLaSexta) en la que acusó a La Sexta de manipular las palabras de Esperanza Aguirre; y tratar de deslustrar su figura durante la entrevista. Tanto directa, como indirectamente.
Desde ese momento, presentadores como Antonio García Ferreras o Susanna Griso han cargado contra Aguirre, que ha recibido diversas acusaciones por utilizar las polémicas con Antena 3 y La Sexta para movilizar al electorado más conservador, "el más desencantado con el PP".
Lejos de guardar silencio ante estos ataques, la lideresa ha perseverado en sus críticas a La Sexta por el sesgo de sus contenidos informativos. Lo ha hecho en algunas declaraciones ante los periodistas en las que, como acostumbra, no se ha dejado ninguna bala en la recámara. Ahora bien, eso no significa que haya limitado su presencia en las instalaciones del grupo de comunicación en San Sebastián de Los Reyes. Todo lo contrario pues, el pasado lunes incluso se prestó al espectáculo. Todo sea por el buen rumbo de la campaña.