Javier Tebas ha creado el caldo de cultivo necesario para que los operadores de televisión emprendan una nueva guerra del fútbol. El presidente de la Liga de Fútbol Profesional (LFP) ha troceado los derechos de las ligas BBVA y Adelante, y de la Copa del Rey en nueve lotes diferentes, de los cuales cada empresa podrá adquirir, como máximo, dos de ellos, lo que implica que, con toda seguridad, ningún cliente de las plataformas de pago podrá ver todos los partidos contratando los servicios de un solo operador. El presidente de la Liga se ha reservado, además, la potestad de producir la práctica totalidad de los encuentros, para lo que tendrá que contratar los servicios de una empresa externa. Y la principal favorita a llevarse este contrato es Mediapro (Jaime Roures), con la que Tebas ha firmado jugosos negocios en los últimos tiempos.
El presidente de la LFP pretende recaudar 900 millones de euros por temporada con la venta centralizada de los derechos de televisión del fútbol español, en la que se subastarán los partidos de las campañas 2016/2017, 2017/2018 y 2018/2019. Esto, en principio, será beneficioso para los clubes, que esperan recibir alrededor de 300 millones más que con el sistema que se ha aplicado hasta esta temporada. Ahora bien, el que Tebas haya fragmentado los partidos en nueve lotes resulta muy perjudicial para las plataformas de pago, que tienen prohibido, por ley, pujar por más de dos paquetes. La que más daño recibirá será Telefónica, a la que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) obliga a compartir con sus competidores una parte de sus contenidos.
La patronal de los clubes de fútbol de primera y segunda división pretende dejar resuelto este asunto antes del 4 de diciembre. Es decir, el día que comienza la campaña electoral. Del total de paquetes que ha sacado a subasta, tres irán a parar a las televisiones en abierto -salvo que no presenten ofertas-, cuatro a las de pago y dos a las plataformas que emiten por internet. Los que más conflictos causarán serán los que se repartirán entre los operadores de telecomunicaciones, tanto por las condiciones del pliego de bases del concurso, como por las cortapisas que establece el Real Decreto que regula este modelo de venta centralizada, aprobado hace unos meses por el Gobierno.
Cada operador podrá pujar por un máximo de dos de los nueve lotes en los que se han dividido la Primera y la Segunda división, y la Copa del Rey
La engañosa letra pequeña del concurso de Tebas
El primer lote por el que podrán pujar incluirá un partido en exclusiva de la Liga BBVA (que será del Real Madrid o del FC Barcelona) y otro de Segunda División. El segundo, ocho encuentros de Primera División en exclusiva y en tercera elección -lo que excluye a los dos grandes clubes-, así como todos los partidos de la Copa del Rey, exceptuando las semifinales y la final. El tercer paquete estará formado por diez partidos de la Liga Adelante en segunda elección, mientras que el cuarto contiene las tres competiciones, pero está destinado exclusivamente para establecimientos públicos.
Al contrario que ocurre este año, el adjudicatario del lote que incluye los ocho partidos estará obligado a ofrecer a sus clientes la posibilidad de ver el fútbol sin necesidad de contratar servicios complementarios de telefonía e internet. Esta condición, por descontado, es positiva para los consumidores que sólo quieran ver este deporte, pero resulta especialmente perjudicial para las telecos, a la vez que beneficia a Roures, que ya cuenta con plataformas desarrolladas de emisión online de contenidos que ha utilizado este año para ofrecer los encuentros de la Liga de Campeones. Eso sí, con un servicio con múltiples fallos técnicos.
El que ningún operador pueda aspirar a comprar más de dos productos abre la puerta a que las compañías extranjeras entren en la pugna, entre las que se ha especulado con el interés de grupos como Eurosport, FOX Sport o Discovery. También ofrecerá a Roures la posibilidad de adquirir uno de los productos estrella para, como ha hecho con la Champions League, tratar de subarrendarlo y sacar partido del mismo. Esto, en el pasado, ha sido una importante fuente de conflictos entre las empresas.
La LFP ofrece a los adjudicatarios de los dos lotes en los que se empaquetan la mayoría de los partidos la posibilidad de ofrecerlos a través de los canales que producirá la propia patronal del fútbol. Una solución que les evitará acarrear con los costes que supone este apartado técnico, así como someterse a las duras condiciones que ha establecido Tebas para la retransmisión de la señal.
En caso de que los ganadores del concurso opten por ofrecer en sus plataformas de pago los canales producidos por la LFP, Tebas tendrá que contratar los medios necesarios para garantizarles la señal. ¿Y a quién le adjudicará este contrato? "Dada la buena relación que tiene con Mediapro, no hay duda de que será Roures el que hará negocio en ese caso". Por tanto, "aunque no gane ninguno de los paquetes, tendrá posibilidad de ganar dinero con este tipo de trabajos", explican fuentes del sector.
La CNMC ha recomendado a Tebas que modifique las condiciones del concurso para evitar que el reparto de partidos sea arbitrario
La CNMC, en desacuerdo
Tras conocer el borrador con el sistema de subasta de derechos audiovisuales, Competencia elaboró un duro informe en el que criticaba la arbitrariedad del procedimiento y el trato favorable que concedía a las televisiones de pago. En concreto, el regulador llamaba a la LFP a modificar el procedimiento de recepción de ofertas, así como "a concretar y especificar los criterios de admisibilidad y de valoración" de las mismas, ante su poca claridad.
El regulador también solicitaba a Tebas que concretara un sistema de fijación de los horarios de los partidos, para evitar conflictos entre los operadores adjudicatarios, y le conminaba a modificar el contenido de los lotes para que las dos semifinales de la Copa del Rey puedan verse en la televisión en abierto.
En general, las recomendaciones formuladas por el súper-regulador van encaminadas a evitar que surjan conflictos entre las empresas interesadas en los derechos, así como para asegurar que Televisión Española, Atresmedia, Mediaset y los canales autonómicos (FORTA) puedan entrar en la puja por los partidos más interesantes. O, lo que es lo mismo, en los que juegan el Real Madrid o el FC Barcelona. Eso no ocurre actualmente, puesto que en el encuentro en abierto que ofrece TVE en cada jornada no pueden jugar ni los equipos que disputen la Champions League, ni los que participen en la Europa League.