Mariló Montero dice ser casta y pura... pero lejos del concepto de casta que promueve el líder de Podemos, Pablo Iglesias. "No, ése es un hombre oscuro y no es el estandarte del 15-M, que tenía una puridad, era gente joven con un mensaje bucólico... Aunque también había otros jacobinos, pero las guerras hay que abolirlas", sentencia.
Preguntada por si Iglesias puede ser el nuevo prototipo de macho ibérico, la presentadora del matinal de Televisión Española se muestra tajante: "En absoluto". "El macho ibérico defiende y protege a la mujer, yo no me veo para nada defendida por su discurso", zanja al respecto en una entrevista concedida al diario 'El Mundo'.
La periodista, quien acostumbra a regalar momentos gloriosos, asegura por otra parte que no se ve en la portada de la revista 'Interviú'. "Ni por todo el oro del mundo, se llevaría un disgusto mi madre, que en paz descanse. Y soy pudorosa".
Después de que el pasado mes de junio, el Sindicato Independiente de Comunicación y Difusión denunciara que Montero se embolsaba 13.000 euros por cada entrega de 'El pueblo más divertido', Montero no duda en defender que una presentadora de un canal público pueda ganar tres veces más que el presidente del Gobierno.
"A ver... el mercado no lo marco yo". Y añade: "Como cuando le decían a Toñi Moreno que se llevaba una pasta haciendo un programa solidario. La conozco desde hace veintitantos años, conozco su esfuerzo y crecimiento. ¿No tiene derecho a ganar más que Rajoy?".
Polémicas al margen y tras regar la entrevista con frases como "me pone hablar con un catedrático de 80 años", "si tuviera delante a Brad Pitt no me apetecería estar con él" o "soy inseparable de los tangas", la expareja de Carlos Herrera trata de restar hierro a un episodio que tuvo lugar el día de la proclamación de Felipe VI durante el besamanos en el Palacio Real. Montero conquistó todas las miradas, en especial la de Rafael Spottorno, entonces jefe de la Casa del Rey.
"Esa fotografía la habéis magnificado", sostiene añadiendo que "estaba preocupado de un besamanos con 3.000 personas, que era un gran tumulto...". "Creo en su profesionalidad", concluye.