A María Teresa Campos nada le quita las ganas de trabajar. A los 72 años, la periodista conduce dos ediciones semanales del programa ¡Qué tiempo tan feliz!, ejerce de defensora del telespectador en Sálvame, publica ensayos y novelas y tiene tiempo hasta para editar su propia revista -en la que será imagen de portada en cada número-. Y porque nadie le ha ofrecido grabar su propio disco, diseñar su propia línea de ropa o terminar la construcción de la Sagrada Familia con sus propias manos.
María Teresa es imparable. Pero, ¿a qué viene tanta obsesión con trabajar? ¿Qué necesidad tiene la presentadora de mantener este ritmo infernal? ¿Ha renunciado la Campos a la jubilación? Aquí tiene cinco posibles razones que explicarían tan curioso fenómeno.
Para asegurar el futuro de sus hijas y de los hijos de los demás
María Teresa Campos sabe que de su permanencia en televisión depende el futuro de sus hijas, sobre todo de Terelu, la mayor. Por mucho que la periodista presuma de no tener ninguna influencia en las decisiones de la dirección de su actual cadena, Telecinco, su veteranía es un grado y sus opiniones sí son tenidas en cuenta. Además, María Teresa siempre tendrá una silla vacía en sus programas para que su hija pueda sentarse sin ningún problema.
Pero, ¿qué pasaría si la periodista decidiera dejar la televisión? ¿Dónde quedaría Terelu? Hay que tener en cuenta que Terelu -pese a estar ahora mismo de vacaciones- tiene su sitio tanto en ¡Qué tiempo tan feliz!, el programa de su madre, como en Sálvame, programa donde también colabora su madre. Ahora, ellas son unas profesionales y se refieren una a la otra por el nombre de pila, como si no se conocieran de nada.
Pero no solo ha recogido a su propia hija. Por sus programas han pasado Rocío Jurado, Carmen Janeiro o Chayo Mohedano, todas grandes profesionales del medio.
Para volver a ser la reina de las mañanas
Para una nutrida generación de espectadores, María Teresa Campos siempre será la reina de las mañanas. Con Pasa la vida primero y Día a día después, la presentadora estuvo trece años ocupando la franja matinal con gran éxito, creando el germen de lo que serían posteriormente casi todos los magazines que se han ideado en España.
La combinación perfecta de entrevistas, corazón, humor y concursos fue la fórmula mágica que la Campos explotó hasta que el público le dio la espalda y apostó por la nueva reina, Ana Rosa Quintana. La periodista trató de dar un giro hacia la noticia y los sucesos, pero su público ya estaba en otro lugar. Desde entonces, Ana Rosa, Susana Griso y ahora Mariló Montero se han disputado el trono de las mañanas, pero nos da que María Teresa todavía no se ha rendido. Como alguna de ellas se despiste, la Campos le quita el sitio y monta un ¡Qué tiempo tan feliz!: Edición matutina.
Para entrar en el Libro Guinness de los récords
A los 72 años, María Teresa Campos está mejor que nunca y, en su fuero interno, está esperando en recoger el premio que le falta, una mención en el Libro Guinness de los récords. La presentadora tiene ya todo tipo de condecoraciones en su estantería, pero nada le haría más ilusión que recoger el diploma de la presentadora más veterana del mundo, de la periodista más longeva en activo o de la que más audiencia ha conseguido a lo largo de los últimos cincuenta años.
María Teresa ha visto cómo sus compañeras de generación, las míticas ‘chicas Hermida’, acababan olvidadas, anunciando productos de limpieza o convirtiéndose en sus propias colaboradoras. Si esto no es triunfar en la vida, ya no sabemos qué puede ser.
Para ganar el Goya a la mejor actriz revelación
A la Campos siempre le ha gustado la interpretación. En todos sus programas, María Teresa se esfuerza para introducir pequeños espacios donde dar rienda suelta a su talento y asumir pequeños retos que le permitan quitarse la espinita de no haberse convertido en actriz.
Junto al gran Paco Valladares y a Rocío Carrasco interpretó a una humorística familia que combinaba los chistes con referencias a la actualidad en Día a día. Pero a la Campos la hemos visto haciendo de todo, desde mantener una conversación con ella misma a hablar con una planta contándole todos los problemas de España. Nos extraña que nadie le haya ofrecido todavía su oportunidad de oro en el cine.
Para mantenerse eternamente joven
Durante los últimos años, hemos asistido atónitos a un curioso fenómeno. Mientras Terelu envejecía a pasos de gigante, su madre, María Teresa, rejuvenecía de forma alarmante. Desde que abandonara la franja matutina, la presentadora adelgazó, se cambió el corte de pelo, renovó su vestuario y se desprendió de unos 10-15 años -aproximadamente los mismos que ganó su hija en pocos meses-.
¿Cuál es el secreto de la presentadora? Contando que ni la cirugía ni los retoques sin pasar por quirófano son milagrosos, deducimos que el truco de María Teresa es trabajar sin parar. Cuanto más trabaja, más joven parece. Y claro, normal que no quiera pensar en la jubilación. Así que cójanselo con calma, porque hay María Teresa Campos para rato.