El plan del Gobierno a la compra del vehículo nuevo (PIVE), que arrancó el 1 de octubre, no está demostrando tener una fuerza suficiente como para tirar de las ventas del mes de noviembre y, de alguna manera, frenar la fuerte caída que arrastra desde hace meses. Al menos las cifras de matriculaciones no lo están reflejando aún. Durante el mes de noviembre, se han matriculado 30.324 turismos (a día 26 de este mes), lo que significa una caída en las ventas del 30% respecto al mismo periodo del año anterior, según datos del sector.
Además, se trata de una cifra por debajo de lo previsto, según datos de la consultora de referencia en el sector, MSI. A 26 de noviembre, y bajo el impacto del PIVE las matriculaciones tendrían que situarse en al menos 46.856 unidades, según esta compañía. Los últimos días de cada mes, el sector siempre experimenta un alza importante, impulsado por decisiones de la política comercial de los concesionarios.
El PIVE, que caduca el 31 de marzo de 2013 (o hasta que se cierren las 75.000 operaciones), está generando una actividad importante en lo que se refiere a la guerra de precios entre las marcas, y al interés entre los consumidores, que han aumentado las visitas al concesionario, según datos de las patronales. Pero las cifras de ventas en noviembre, parece que aún no lo reflejan.
Fuente: MSI (previsones).
De la evolución de dicho plan de incentivo, dependerá de que el Gobierno pueda replantearse un segundo plan. En plenos ajustes y recortes, el Gobierno puso 75 millones de euros a disposición del sector para incentivar las ventas de vehículos. El sector de la automoción está siendo uno de los ejes principales del Gobierno, como también ha demostrado la apuesta y facilidades que el propio Mariano Rajoy ha subrayado hacia Renualt, uno de los fabricantes de automóviles más potentes con presencia en España.
Los fabricantes, unidos bajo el paraguas de Anfac, han solicitado al Gobierno un plan en paralelo, al que han bautizado como 'Plan Tres Millones'. Con éste aspiran a dar un paso más en la industrialización del país, poniendo todas las fábricas a funcionar al 100%. En la actualidad, las fábricas sufren paradas, procesos de Eres y ajustes debido a que la fabricación española se ha tambaleado por la caída de las exportaciones, principalmente dirigidas a Europa incapaz de digerir toda la producción en la actual crisis económica.
