Si hace un par de décadas los deportivos eran los modelos más admirados y deseados, los cambios de modas y la evolución del sector ha llevado a las marcas a potenciar un segmento SUV, desconocido no hace tanto tiempo. Pero lo que empezó como una adaptación de los todo terreno hacia un usuario menos exigente ha terminado por convertirse en una moda obligatoria para todas las marcas, que han ido evolucionando este segmento hasta llegar a ofrecer modelos como el novedoso Q8 o el Velar, el más dinámico de los Range Rover. Dos modelos que destacan por sus diseños y sus grandes proporciones, y que vuelven miradas allí por donde pasan.
Y es que con casi cinco metros de longitud y dos metros de anchura además de una altura propia de los grandes SUV, el resultado estético sin duda impacta por una abrumadora presencia, reforzada sin duda al abrir sus grandes y pesadas puertas y adentrarnos en sus lujosos habitáculos. Por dentro abruman ambos aun más con unos diseños y una calidad de acabados propios de las berlinas más lujosas. Más vistoso resulta el diseño interior del Q8, mientras que el Velar exhibe la habitual elegancia de todos los Range Rover, en ambos casos con una calidad de acabados y ajustes a la altura de sus elevados precios.
Está claro a la vista de sus amplios y lujosos interiores que el confort está más que asegurado en ambos modelos, en los que tanto las plazas delanteras como las traseras ofrecen suficiente espacio para acoger con el máximo agrado a cinco ocupantes. Todo está diseñado para que estos disfruten de un ambiente como si estuvieran casi en el salón de casa, con un aislamiento acústico muy bueno incluso a muy alta velocidad. Los maleteros, a pesar de estar ligeramente condicionados al diseño en cierto modo coupé de la carrocería con una zaga que desciende ligeramente hacia detrás, mantienen una amplia capacidad de carga, con mucha anchura además, que superan los 600 litros y que en el caso del Velar se acerca incluso a los 700.
Tampoco se les puede echar en falta a ninguno equipamiento de primer nivel, y la lista de elementos de serie contempla todos los más evolucionados sistemas que se pueden encontrar en los modelos de más alta gama, tanto en asistencia y ayudas a la conducción como en infoentretenimiento. Entre ellas, algunas como las vistas que ofrecen las cámaras de aparcamiento, que proyectan una visión de 360º en tes dimensiones para facilitar las maniobras a baja velocidad, algo que se agradece especialmente dadas las dimensiones de estos modelos.
Comparativa
Sentados en sus amplios asientos, casi todos los mandos que podemos manejar están sobre las grandes pantallas táctiles, con un tacto algo más sólido y más rápido por parte del sistema operativo del Q8, que responde en general mejor. Al ponerlos en marcha, la rumorosidad de sus respectivos bloques diésel V6 está muy contenido, quizás en mejor medida en el caso del Q8, pero en ninguno llega a ser molesto.
Ya en marcha, en ambas versiones hemos podido disfrutar de las suspensiones neumáticas opcionales (algo más de mil euros) más que recomendables dado el peso, por encima de las dos toneladas, y la mayor facilidad para adaptar el comportamiento a diferentes situaciones y tipos de carreteras o trazados. La puesta a punto de dirección y suspensión favorece a un mayor dinamismo por parte del Q8, más rápido y preciso en la entrada en curva permitiendo un paso por curva más rápido. Ofrece diferentes niveles de respuesta en función a los modos de conducción seleciionados (efficiency, confort, auto, dynamic, allroad y offroad más un séptimo configurable), aunque el modo auto para que el comportamiento del Q8 resulte muy equilibrado ya sea entre baches o a muy alto ritmo entre curvas.
El Velar, por su parte, muestra un carácter más confortable, más dinámico sin duda que cualquier otro Range Rover, pero sin llegar a la agilidad o eficacia del Q8. Por motor sigue su ritmo sin problema, pero su dirección es algo menos rápida en sus movimientos y no entra en curva con tanta facilidad como el Q8, aunque ambos prefieren sin duda curvas de cierto radio y velocidad elevada antes que las ratoneras curvas de pequeños y estrechos puertos de montaña. En cualquier caso, son dos perfectos devoradores de kilómetros a ritmos muy elevados, con los que cubrir largas distancias con enorme confort y disfrutando además de la conducción.
Respuesta poderosa
Porque sus motores V6 diésel, con potencias que rondan los 280 CV y enormes valores de par por encima de los 600 Nm y cambios automáticos en ambos casos de 8 velocidades, supone una perfecta combinación para ello, con respuestas especialmente poderosas una vez que ya hemos puesto en movimiento las más de dos toneladas de peso. Y es que los grandes motores diésel siguen siendo las mejores opciones para este tipo de carrocerías, mecánicas que mueven con facilidad gracias a esos grandes valores de par carrocerías como las de estos grandes SUV.
No se puede pedir a cambio consumos especialmente bajos, pero no llegan a ser ni mucho menos exagerados. A ritmos más o menos de marcador de 140 km/h están en torno a los ocho litros, algo por encima en el caso del Q8 y ligeramente por debajo en el caso del Velar, casi 200 kilos más ligero que se dejan sentir en unos consumos más ajustados.
FICHA TÉCNICA
VERSIÓN: Q8 50 TDI / Velar 3.0 D275 R-Dynamic
PRECIO: 84.840 / 85.100 euros
DATOS TÉCNICOS · Motor: 6 cil. en V Cilindrada: 2.967 / 2.993 cm3 Potencia máx.: 286 CV a 3.500 rpm / 275 CV a 3.500 rpm Par máximo: 600 Nm a 2.250 rpm / 625 Nm a 1.500 rpm Tracción: Total permanente Caja de cambios: Automática de 8 vel. Dimensiones: 4,97 / 1,99 / 1,70 // 4,80 / 1,93 / 1,66 m Peso: 2.220 / 2.029 kg Depósito de combustible: 85 / 66 litros Capacidad del maletero: 605 / 673 litros
PRESTACIONES · Vel. máxima: 245 / 218 km/h Acel. 0 a 100 km/h.: 6,3 / 7,0 s Consumo en recorrido de pruebas: 8,6 / 7,7 l/100 km Autonomía en carretera: 988 / 857 km.
