No hace muchos meses que la ministra para la Transición Ecológica Teresa Ribera anunciara ante sorpresa de todos que el diésel tenía los días contados. Y hace pocas semanas, directamente ponían fecha desde el Gobierno anunciando que pretenden prohibir la venta de coches de combustión en 2040 y su fabricación incluso a partir de 2050. Todo ello sin hablar en ningún momento con representante alguno de la potente industria del automóvil que, en España, supone un 10% del PIB con sus 17 fábricas que dan trabajo a cerca de 300.000 personas.
Y hoy, con motivo de la inauguración del XXVIII "Congreso y Expo" que celebra la patronal de concesionarios Faconauto en el recinto ferial de Ifema, la ministra de Industria, Reyes Maroto, ha afirmado que las tecnologías basadas en los propulsores de combustión "todavía tienen mucho que decir" y que "no estamos en un contexto en el que se pueda prescindir de estos motores".
Consumo y emisiones
Según la ministra, ha habido una mejora sustancial en el consumo y las emisiones de estos nuevos motores, que sin duda seguirán todavía en el mercado, porque la clave es el rejuvenecimiento del parque móvil. La antigüedad del parque "obliga a actuar y a definir cuáles son los instrumentos" que existen para se incentive la compra de vehículos, tanto los equipados con nuevas tecnologías como con las tradicionales, ha asegurado la ministra, para quien "lo importante es optar por un vehículo en sintonía con esos grandes desafíos" como son el cambio climático y la transición ecológica.
Maroto ha subrayado que el sector enfrenta varios desafíos de futuro, como la mayor conexión y autonomía de los vehículos, el cambio tecnológico y el incremento del protagonismo de propulsiones alternativas al diésel y a la gasolina, especialmente las vinculadas al vehículo eléctrico.
Aunque 2018 ha cerrado con un volumen de matriculaciones muy elevado con un aumento del 7%, Maroto ha recordado que ha sido un ejercicio "muy volátil", en el que han incurrido factores como la entrada de la nueva normativa de emisiones WLTP, la "ralentización" de las economías europeas, a las que se exporta el 80% de la producción española; el cambio de hábitos de la nueva movilidad y la incertidumbre que ha producido el borrador de la ley de cambio climático.
Transición ecológica
Todos estos son elementos que hay incorporar a la "hoja de ruta" en la que ha pedido que trabajen conjuntamente todos los actores de la cadena de valor con las administraciones. Por eso, ha subrayado que desde el Ministerio de Industria están trabajando para contar con las herramientas necesarias que les permitan aprovechar las oportunidades para el cambio hacia una transición ecológica.
La ministra también se ha referido también al acuerdo estratégico del automóvil que quieren pactar con la industria, una iniciativa de gran trascendencia que será fundamental para el futuro del sector de la automoción. Este acuerdo recoge una hoja de ruta para convertir los desafíos del sector en oportunidades y tratar de mantener el liderazgo del sector en España, en Europa y en el mundo.
Además, según Maroto, ahora mismo el sector del automóvil "no puede decir que el Gobierno haya adoptado una medida que le perjudique", aunque los diversos anuncios y declaraciones de los últimos meses no han ayudado precisamente, y las ventas, sobre todo a particulares, llevan cinco meses de descenso fruto de la gran incertidumbre creada. Como ejemplo de la contrario ha citado la aprobación de la moratoria de protocolo de emisiones y consumo WLTP, la mejora del contrato de relevo y la eliminación de la figura del gestor de carga para favorecer el desarrollo de la electrificación de la red.