La actividad económica de los concesionarios de vehículos en 2018 contribuyó con 8.686 millones de euros a las arcas públicas españolas, según datos de la patronal de los concesionarios Faconauto. De ese total, 6.873 millones de euros correspondieron al IVA que generan los concesionarios, 513 millones al impuesto de matriculación y alrededor de 1.300 millones a las cotizaciones a la Seguridad Social de los empleados del sector, ha detallado el presidente de Faconauto, Gerardo Pérez, durante la presentación del Libro Blanco de la distribución oficial, elaborado en colaboración con la consultora MSI.
Esta primera edición del informe, que se conocerá más en profundidad en el XXVIII "Congreso & Expo de Faconauto" de los días 11 y 12 de febrero, pretende ofrecer una "radiografía" de las cifras que representa la distribución y reparación de vehículos para la economía nacional.
Un estudio que recoge la dimensión y el peso del sector de los concesionarios sobre las arcas públicas, tanto en tributaciones directas como indirectas, hasta sumar una cifra tan relevante como los más de 8.600 millones de euros. Somos recaudadores intensivos”, ha dicho el presidente de Faconauto, Gerardo Pérez, que ha indicado además que “la inestabilidad política, los cambios normativos o la subida de impuestos al diésel son las mayores amenazas a las que se enfrenta el sector en 2019”, año en el que pronostica una caída en las ventas de vehículos.
La multitud de cambios que están incidiendo en la distribución de vehículos ha sido analizada en el libro a través de la opinión de una muestra aportada por 45 directivos del sector en nuestro país. Según este panel de expertos, la distribución de vehículos evolucionará hacia una concentración en marcas y en concesionarios. Además, consideran que la marca tratará de tener un contacto más directo con el cliente en el vehículo nuevo, pero que el concesionario seguirá siendo necesario, especialmente en la posventa y en el vehículo usado.
El concesionario está y seguirá mejorando en el aspecto digital para aprovecharse de las nuevas tendencias más disruptivas, aseguran los expertos. La venta online y la digitalización serán primordiales en la distribución, no sólo en los procesos y herramientas, sino también en los conceptos y en la mentalidad de los equipos de trabajo.
En el análisis del consumidor, los directivos entrevistados ven todavía a un usuario tradicional que prefiere ir a comprar a la concesión, aunque filtre sus necesidades antes por Internet. Además, consideran que ya ha nacido ese grupo de usuarios a los que definen como “disruptivos” en cuanto a su modo de compra y a la movilidad.
Respecto al vehículo, el conductor buscará eficiencia, seguridad, confort y tecnología. A esta última se le dará muchísima importancia, combinada especialmente con las tres características anteriores y con la conectividad del vehículo con el mundo exterior.
La nueva movilidad, principalmente el coche eléctrico, autónomo, conectado y eventualmente compartido, impulsará también una profunda transformación de la distribución de los vehículos, pero será una transformación amortiguada por la enorme inercia que supone la renovación de un parque circulante, de más de 27 millones de vehículos.
Así, los nuevos tipos de vehículos seguirán conviviendo todavía muchos años con los más eficientes de combustión. Según las previsiones del libro, en 2025 las matriculaciones de eléctricos sólo supondrán el 14,5% del total y los autónomos un 7,3%.