El escándalo del “dieselgate” destapado a finales del año pasado en EEUU no parece que afecte sólo al mercado del automóvil. El falseo de los niveles de emisiones contaminantes reales, que Volkswagen encubría a través de un sofisticado software que modificaba las lecturas en los procesos de homologación, parece haber llegado ahora al sector de la motocicleta, en esta ocasión a un fabricante norteamericano como es Harley-Davidson, uno de los iconos mundiales de la filosofía custom.
Y es que la Agencia de Protección de Medioambiente de Estados Unidos (EPA), precisamente la misma que sacó a la luz el caso de emisiones del grupo Volkswagen, ha multado a la marca Harley-Davidson con 12 millones de dólares en Estados Unidos por la comercialización, desde el año 2008, casi 350.000 motos que no cumplían con los niveles de emisiones establecidos en aquél mercado. Las motos comercializadas disponían de un pequeño alojamiento en el que poder efectuar modificaciones por terceros, una vez ya comercializadas, y que permitía la instalación de un dispositivo conocido como "Screamin Eagle Pro Super Tuners" que al instalarlo conllevaba un aumento en el volumen de emisiones contaminantes por encima de lo permitido por la ley.
Según Harley-Davidson, el dispositivo estaba diseñado para motos de competición, en las que aumentaba la potencia y el rendimiento de la moto, y no para un uso convencional en motos de carretera, pero la Agencia de Protección Medioambiental de Estados Unidos declaró que este tipo de manipulaciones son ilegales para cualquier vehículo que esté homologado. Visto quizás el resultado en cuanto a multas e indemnizaciones del caso Volkswagen, Harley-Davidson y la EPA han llegado a un acuerdo por el cual, además de la multa de los 12 millones de dólares, la marca norteamericana destinará otros 3 millones para desarrollar un proyecto que permita reducir las emisiones contaminantes del aire.
Además, tendrá que solicitar un certificado a la EPA para cada moto nueva que venda en Estados Unidos y certificar que las ventas que se hagan en otro país no van a ser usados en Estados Unidos. Además, según el Departamento de Justicia de Estados Unidos, Harley-Davidson ha mostrado su compromiso con todo lo dispuesto por la EPA, incluso es aspectos legales que pueden llevar a diferentes interpretaciones, como es el caso de las modificaciones en los vehículos incluso cuando vayan a ser usados en competición. Pero además de los 15 millones que deberá pagar, habrá que incluir en el montante final lo que deberá gastarse Harley-Davidson en la recompra y destrucción de los dispositivo y la adaptación de 12.000 motos a la normativa estadounidense.