La avalancha de novedades en llegar al mercado este final de año es incesante. Un mercado que está en plena recuperación y que la llegada de nuevos o renovados modelos contribuye en gran medida a dinamizarlo.
Audi Q2
Es el más pequeño de la gama SUV de Audi. Mide 4,19 metros de longitud y la versión más accesible de la gama cuesta 27.450 euros y monta el motor diésel 1.6 TDI de 116 CV. En gasolina, de momento, arranca con un 1.4 TSI de 150 CV y 1.500 euros más caro. ¿Sus rivales? Pocos tan directos como el Mini Countryman. Frente al Q3 mide 20 centímetros menos y pierde por tanto algo de espacio en las plazas traseras y, sobre todo, en el maletero, que se queda 405 litros frente a los 460 litros del Q3. Puede tener en algunos motores tracción total quattro. A pesar de ello, y por su altura libre al suelo de 14,5 centímetros, no es el más apto de la familia Q de Audi para moverse en campo. Donde no desentona es el nivel de equipamiento, con sistemas como el programador de velocidad activo con función Stop&Go y asistente de conducción en atascos, detector de objetos en el ángulo muerto, sistema de reconocimiento de señales de tráfico o el de aviso por cambio involuntario de carril. También un sistema head-up display, faros de ledes para todas sus funciones o un sistema de aparcamiento semi-automático capaz de estacionar en línea y en batería.
Hyundai i10
Tres años después de su llegada al mercado, Hyundai renueva ligeramente el pequeño i10, un turismo urbano de cinco puertas y 3,66 metros de longitud. Cambia ligeramente su imagen y el equipamiento disponible, incorporando nuevos parachoques y parrilla, unas molduras laterales rediseñadas y luces diurnas de ledes situadas junto a los faros principales. Por dentro, introduce un nuevo sistema multimedia con pantalla táctil de siete pulgadas y compatibilidad con los sistemas CarPlay de Apple y Android Auto de Google. No cambia la gama de motores, dos opciones de gasolina atmosféricos, uno de tres cilindros, 1,0 litros de cilindrada y 66 CV de potencia y otro de cuatro cilindros, 1,2 litros y 87 CV, este con la opción de montar un cambio automático de cuatro marchas. Se ha aprovechado para realizar pequeños ajustes en la dirección y en la suspensión, mejorando el tacto y el guiado en carretera, donde se desenvuelve sorprendentemente bien dado su tamaño. Incorpora nuevos sistemas de seguridad: el de advertencia de colisión frontal (FCWS) y el de alerta de cambio de carril (LDWS). Su precio, arranca en 12.315 euros.
Renault Scénic
La cuarta generación del Scénic llega al mercado con importantes cambios, apostando por un diseño más moderno y estilizado a costa de perder algo de la practicidad que siempre le ha caracterizado. Está a la venta desde 18.666 euros con motor de gasolina de 116 CV y desde 20.195 con uno diésel de 95 CV. Pero la novedad más relevante es la llegada de una versión híbrida con motor diésel, con 110 CV y un pequeño apoyo del motor eléctrico para mejorar la respuesta y los consumos sobre todo en ciudad. Además del evidente cambio en su imagen, su carrocería ofrece ahora una mayor altura libre al suelo, 17 centímetros casi como si de un SUV de tratase y, por dentro, sustituye las tres plazas traseras individuales por una banqueta dividida en dos partes asimétricas. Es también ligeramente más ancho y más largo que el anterior Scénic. Destaca la presencia en toda la gama de llantas de 20 pulgadas, algo inusual en el segmento. Las mayores dimensiones exteriores contrasta con una menor altura de la carrocería que se nota en el interior, donde hay menos altura al techo, sobre todo en las plazas traseras, que pierden dos centímetros. Eso sí, con mayor distancia entre ejes, los pasajeros sin embargo tienen menos espacio para las piernas. Los respaldos se pueden abatir desde los mandos de los asientos, a través del sistema multimedia R-LINK2 y desde unos botones que hay en el maletero, dejando una superficie de carga completamente plana. El volumen del maletero es de 506 litros, casi 70 más que en el anterior Scénic.
Suzuki S-Cross
Suzuki pone al día el S-Cross, un compacto SUV de de 4,3 metros de longitud y 1,58 metros de altura que está a la venta desde 16.935 euros con motor de gasolina de 111 CV y desde 20.835 euros con el diésel de 120 CV. Respecto al modelo anterior, la mayor novedad que presenta el S-Cross son los dos nuevos motores de gasolina, 1.0 y 1.4 BoosterJet de 111 y 140 CV respectivamente. El diésel de 120 CV es el mismo pero ahora puede montar un cambio automático doble embrague y seis velocidades. Se ha aprovechado para aumentar la altura libre al suelo de la carrocería hasta los 18 centímetros favoreciendo su movilidad en campo. Estéticamente, se ha actualizado su imagen con una caída del capó menos pronunciada, una rejilla delantera más grande y colocada en una posición más vertical y un nuevo parachoques así como faros de nuevo diseño.
Toyota CH-R
Puede considerarse una berlina con algo más de altura o un SUV más bajo de lo habitual, pues la altura libre al suelo de la carrocería es de 14,6 centímetros. Mide 4,36 metros de longitud, 1,80 de anchura y 1,56 de altura y está a la venta desde 24.250 euros. Aunque en otros mercados cuenta con alguna oferta mecánica más, en España sólo se comercializa con el motor híbrido similar al que monta el actual Prius. Como éste, tiene 122 CV y tracción delantera. Resulta a sus mandos muy agradable en ciudad por la suavidad de su respuesta siempre y cuando no busques la máxima aceleración posible, algo que en carretera sí se busca en más ocasiones y que conlleva una excesiva revolución del motor con el ruido que ello supone sin que el empuje sea excesivamente notable. Según Toyota, el HC-R está pensado sobre todo para disfrutarlo a sus mandos, y su innegable atractivo y vistoso diseño exterior penaliza el confort de las plazas traseras, y no por espacio –sin ser excesivo resulta suficiente para dos adultos– sino sobre todo por el diseño de la parte trasera que, una vez sentados, puede resultar algo agobiante por el pequeño tamaño de las ventanillas. Pero en su conducción, el HC-R resulta un modelo que convence, con buen tacto de dirección, ágil en zonas viradas y un dinamismo suficiente para disfrutar en carretera.