Motor

Probamos el nuevo Range Rover diésel ECO y dos de sus más directos rivales, Q7 y XC90

Más abrumador que nunca, la nueva generación del emblemático Range Rover impone por su presencia y su sofisticado interior. El SUV más Premium sigue cautivando y mantiene su apuesta diésel y ecológica.

  • El nuevo Range Rover es sin duda la referencia entre los SUV de lujo, y su precio lo refleja.

Ha sido referente entre los grandes todo terreno o SUV de lujo desde tiempos inmemoriales, un Range Rover que estrena su quinta generación con una imponente presencia y un sofisticado interior en el que lujo y confort son sus argumentos más relevantes para ofrecer a conductor y acompañantes un trato exquisito y diferenciador. Un modelo completamente nuevo que refleja en sus precios sus pretensiones, no en vano van desde los 140.000 hasta más de 260.000 euros.

Sus más directos rivales no llegan a ese rango de precios, pero tanto el Audi Q7 como el Volvo XC90 son alternativas más que consolidadas para ofrecer experiencias muy Premium para disfrutar de los más largos desplazamientos. Y todos ellos lo hacen con una gama de motorizaciones que no prescinden de grandes bloques diésel, eso sí, asociados a sistemas micro híbridos para poder ofrecer a pesar de potencias en torno a los 300 CV la etiqueta ECO tan demandada.

Range Rover D300 MHEV

Es el menos potente de la gama, un D300 diésel de seis cilindros y 300 CV que cumple con mucha suficiencia en lo que a dinamismo se refiere, y que con el apoyo del pequeño motor eléctrico ofrece un refinamiento a baja velocidad que le hace suficientemente agradable en el día a día urbano.Exteriormente su diseño resulta elegante, de líneas sencillas pero transmitiendo la robustez y sólida presencia que siempre ha caracterizado al Range Rover. Al entrar, no abruma por un diseño recargado, pero sí transmite una sensación de lujo y calidad en cada uno de sus muchos detalles, empezando por los asientos, enormes en sus dimensiones y muy confortables por sus formas y las múltiples regulaciones.

Un salpicadero de diseño limpio pero sofisticado, con una pantalla del sistema multimedia de moderadas proporciones con sus 13,1 pulgadas, una presentación bien estudiada con diseños fáciles de leer y de manejar bajo la cual mantiene una zona con mandos mecánicos para el manejo del sistema de climatización que permite un cómodo acceso a su manejo. La instrumentación también se visualiza en una pantalla de 13,7 pulgadas con tres zonas configurables desde un botón el volante.

El espacio interior es otra de las grandes virtudes del Range Rover, con mucha anchura tanto delante como en la fila trasera y una distancia al techo suficiente para que cualquier adulto, incluso de más de 1,90, pueda ir realmente cómodo. Además hay mucho espacio para las piernas para viajar con mucho confort y una postura muy natural. Tras los asientos, casi 600 litros en un maletero enmoquetado como todo el interior al que se accede con un portón de doble hoja típicamente Range Rover, ambos de apertura eléctrica.

Nos ponemos en marcha para descubrir si además de confortable el nuevo Range se disfruta también conduciéndolo. Ha mejorado la rigidez respecto al modelo anterior casi un 50% y aunque también resulta algo más pesado, sus más de dos toneladas y media sólo salen a relucir sobre carreteras lentas y estrechas.

Porque en su territorio natural, carreteras amplias y autovías, el peso desaparece y su conducción resulta muy gratificante, una conducción más dinámica y eficiente de lo que te esperas, gracias en parte a sistemas como la dirección a las cuatro ruedas o las barras estabilizadoras activas. Con ellos, entra con facilidad en curva y sientes mucho aplomo en los apoyos si activas el modo de conducción Dynamic, aunque muy al límite acabas sintiendo que estás ante un SUV de enormes dimensiones.

Pero sin llegar a extremos, se mueve con suficiente agilidad y a muy alto ritmo de una manera fácil. El motor diésel de 300 CV asociado a un cambio de ocho velocidades empuja de forma enérgica para ganar velocidad con rapidez y ver en el marcador velocidades muy elevadas casi sin darte cuenta. Porque el enorme trabajo en aislamiento hace que apenas sientas la velocidad a la que circulas, disfrutando de un altísimo grado de confort sobre cualquier tipo de asfalto. El consumo pasa a un segundo plano en este tipo de modelos, aunque a ritmos tranquilos y legales no llegas a los 10 l/100 km de media.

Y a todas sus bondades sobre el asfalto se une unas condiciones como todo terreno de la que no pueden presumir ni el Q7 ni el XC90. La suspensión neumática garantiza una generosa distancia libre al suelo que, en su posición más elevada del modo Off-Road 2, sube el coche hasta 75 mm respecto la altura normal llegando a 295 mm de altura. La profundidad máxima de vadeo es de 900 mm y el sistema de tracción total garantiza la tracción en cualquier situación.

Consta de un diferencial central acoplado a un embrague multidisco que distribuye el par entre el eje delantero y el trasero según las necesidades, tiene caja reductora y un diferencial trasero autoblocante. Por todo ello, se mueve en campo con mucha más eficacia que cualquiera de sus rivales.

FICHA TÉCNICA:

Lujo y elegancia definen al Range Rover.

VERSIÓN D300 MHEV SE; MOTOR Diésel, 6 cilindros en línea + eléctrico; CILINDRADA 2.997 cm3; BATERÍA -; POTENCIA MÁXIMA 300 CV; PAR MÁXIMO 650 Nm; CAMBIO Automático de 8 vel.; VELOCIDAD MÁXIMA 218 km/h;  ACELERACIÓN 0-100 KM/H 6,9 s; CONSUMO EN RECORRIDO PRUEBA 9,7 l/100 km; AUTONOMÍA 730 km; DIMENSIONES 5.052 / 2.047 / 1.870 mm; NEUMÁTICOS 275/50 R 21; PESO 2.505 kg; MALETERO 575 l; PRECIO 149.000 €

Audi Q7 50 TDI

Tan grande como el Range Rover con sus 5,06 metros de longitud, el Q7 no impone tanto en sus dimensiones, no tan ancho y sobre todo notablemente más bajo para unas proporciones que no abruman y le dan una sensación de un SUV más dinámico. Sorprende de forma positiva su diseño interior, visualmente tan atractivo o más que el del Range Rover, no tan minimalista y con una sensación de calidad muy Premium.

Por dentro es amplio, pero sin llegar a las excelentes cotas del modelo ingles, aunque a cambio la capacidad del maletero es significativamente más grande con más de 800 litros disponibles. De cara a largos viajes, cuatro adultos disfrutan de un confort no muy alejado del Range, pero un tercer pasajero en la fila trasera disfruta de más espacio en este último. Los asientos son en general algo más firmes en sus mullidos que los del modelo inglés, y en los delanteros ofrecen algo más de sujeción de cara a una conducción dinámica en recorridos virados.

Es aquí donde el Q7 saca ventaja al Range, pues aunque algo menos potente resulta más ligero, y con una suspensión algo más firme y una dirección más directa se siente más ágil entre curvas. Como en el Range la suspensión es neumática y condiciona mucho el notable confort de rodadura que proporciona, aislando con gran efectividad a los ocupantes de las irregularidades del asfalto. También en opción puede montar dirección a las cuatro ruedas, mejorando aún más la sensación de control y dinamismo.

Cuenta también con varios ajustes para la conducción, y en el modo más dinámico se siente más rápido de reacciones que el Range, cambia de trayectoria entre curvas con mayor facilidad y transmite una sensación de mayor control a ritmos elevados gracias entre otras cosas a una reducción de la altura de 15 mm que puede llegar a subir hasta 60 mm a la hora de moverse en campo.

El motor diésel es también de seis cilindros como en el Range pero en V, y su respuesta a bajo régimen apoyado en el sistema microhíbrido es algo más enérgica y también algo más refinada. Su empuje es notable y gana velocidad con rapidez, subiendo de vueltas con algo más de viveza para un rodar en general más vivo. También sus consumos son más moderados fruto de su menor peso, y a ritmo de 130-140 km/h de marcador están ligeramente por encima de los 8 l/100 km.

Donde queda muy por debajo del Range es a la hora de moverse en campo, con menor altura libre, menos recorridos de suspensión y sin reductora ni diferenciales autoblocantes. Sus límites en este sentido son más bajos, aunque a pesar de ello la eficacia de su tracción quattro te permite abordar terrenos complicados con garantías.

FICHA TÉCNICA:

Diseño mucho más vistoso que sus rivales.

VERSIÓN Q7 50 TDI quattro; MOTOR Diésel, 6 cilindros en V + eléctrico de 16 CV; CILINDRADA 2.967 cm3; BATERÍA 0,48 kWh; POTENCIA MÁXIMA 286 CV; PAR MÁXIMO 600 Nm; CAMBIO Automático de 8 vel.; VELOCIDAD MÁXIMA 241 km/h;  ACELERACIÓN 0-100 KM/H 6,1 s; CONSUMO EN RECORRIDO PRUEBA 8,3 l/100 km; AUTONOMÍA 850 km; DIMENSIONES 5.063 / 1.970 / 1.741 mm; NEUMÁTICOS 255/60 R 18; PESO 2.250 kg; MALETERO 865 l; PRECIO 80.370 €

Volvo XC90 B5

No llega a superar por poco los cinco metros de longitud y junto a un diseño muy elegante y estilizado sus proporciones resultan menos abrumadoras que las de Range Rover y más cercano al Q7. Un modelo que lleva ya en el mercado con pocos cambios desde hace algo más de seis años pero que se ha ido actualizando en equipamiento y en su gama de motores.

Y entre estos últimos, destaca por su equilibrio el diésel B5 provisto de un sistema de hibridación ligera con un pequeño motor eléctrico de apoyo al de combustión, este a diferencia de Range Rover y Q7 de cuatro cilindros en lugar de seis y un rendimiento no tan brillante en comparación, aunque sus 235 CV permiten junto a sus casi 500 Nm de par moverse en carretera con notable agilidad.

En carretera, la conducción del nuevo XC90 se siente ágil y efectiva en curva, aunque sin llegar a la eficacia del Audi Q7, quizás el más dinámico de los grandes SUV junto al BMW X5. También el nivel de confort es muy elevado, aunque en este caso no alcanza la brillantez de un Range Rover, quizás el más confortable de estos grandes SUV sobre el asfalto.

Pero el XC90 se mueve en un terreno muy equilibrado entre ambos, proporcionando un rodar muy confortable sobre cualquier tipo de asfalto y una dinámica de conducción suficientemente ágil como para disfrutar en todo tipo de trazados. La dirección aporta buen tacto y mucha confianza para moverte a alto ritmo entre curvas. No balancea mucho en apoyos y se mantiene con precisión en la trazada.

Si no sigue el ritmo del Q7 es sólo por su menor potencia, un bloque que con dos cilindros menos y una cilindrada menor aun así ofrece un muy buen rendimiento. Desde parado se siente más lento, pero una vez a velocidad de crucero se defiende con mucha solvencia con un motor de respuesta progresiva pero intensa sobre todo desde medio régimen.

Y sus consumos, eso sí, resultan más comedidos, ventajas de su menor cilindrada y sus cuatro cilindros, y puedes mantener medias de poco más de 8 l/100 km a ritmos de marcador de entre 130 y 140 km/h.

Por dentro es amplio además, con un espacio similar al del Q7 y un maletero no tan grande pero sí superior al del Range Rover. Las plazas traseras con tres banquetas individuales no son tan confortables para tres adultos por el diseño más estrecho de la central, pero por espacio de piernas y altura resulta perfecto para ofrecer un altísimo nivel de confort en largos viajes.

FICHA TÉCNICA:

Interior minimalista y mucha calidad de acabados.

VERSIÓN XC90 B5 Diésel Ultimate AWD; MOTOR Diésel, 4 cilindros + eléctrico de 14 CV; CILINDRADA 1.969 cm3; BATERÍA - kWh; POTENCIA MÁXIMA 235 CV; PAR MÁXIMO 480 Nm; CAMBIO Automático de 8 vel.; VELOCIDAD MÁXIMA 220 km/h;  ACELERACIÓN 0-100 KM/H 7,6 s; CONSUMO EN RECORRIDO PRUEBA 8,9 l/100 km; AUTONOMÍA 544 km; DIMENSIONES 4.953 / 1.923 / 1.776 mm; NEUMÁTICOS 275/45 R 20; PESO 2.176 kg; MALETERO 692 l; PRECIO 91.600 €

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