No todo son malas noticias para la industria del automóvil en España, una industria que pasó en los últimos meses del pasado año por un pequeño bache fruto de las incertidumbres del mercado motivadas en buena parte por los cambios legislativos en materia de homologaciones de emisiones y en parte también por los diversos anuncios lanzados desde el Gobierno contrarios a los motores de combustión.
Para este año recién estrenado, dos importantes plantas de producción en suelo español, la de Volkswagen en Landaben (Navarra) y la de Renault en Villamuriel de Cerrato (Palencia), inician el ejercicio con buenas perspectivas de aumentar la producción, una por incrementar el ritmo en las líneas de montaje del nuevo modelo T-Cross adjudicado el año pasado y otra, la de Renault, por recuperar el tercer turno perdido el año pasado.
En el caso de Landaben, que cuenta con una plantilla de 4.764 trabajadores, Volkswagen invirtió el año pasado 105,1 millones de euros de los cerca de 1.000 millones previstos por la multinacional para la planta navarra entre 2015 y 2021, principalmente para la nueva generación del Polo, estrenado en 2017, y para el nuevo T-Cross, estrenado el año pasado. Y sus efectos ya se dejaron notar en 2018, que cerró con un aumento de producción de un 11,5%, pero se dejarán sentir aun más este 2019, un ejercicio en el que Volkswagen prevé un crecimiento de la producción próximo al 20% entre ambos modelos, alcanzando una cifra ligeramente superior a los 320.000 coches
De la cantidad invertida, la mayor parte se ha destinado a hacer frente al comienzo de la producción en serie del nuevo T-Cross, el segundo modelo de la fábrica, que ha supuesto una inversión de 66,1 millones de euros, mientras que las labores directamente relacionadas con el Polo han requerido una inversión de 17,1 millones. El resto de las actuaciones realizadas han supuesto una inversión de 21,9 millones.
Entre las inversiones completadas en 2018 destacan especialmente las adaptaciones realizadas en todos los talleres de la fábrica para la producción del T-Cross, así como la creación de la nueva línea de homogeneización y de las nuevas bandas de transporte en el taller de Montaje, que permiten mejorar en ergonomía y adecuar el espacio a la longitud del nuevo modelo. A ellas se suman las adaptaciones efectuadas en el proceso de Pintura, por ejemplo en la aplicación de protección de bajos y en la inyección de cera para la carrocería, y los trabajos desarrollados para la climatización de la nave de Montaje, con la renovación de la termoventilación y una nueva instalación de generación de frío.
Esta inversión de 105,1 millones de euros se ha realizado en un año en el que la planta ha fabricado 272.272 coches (un 11,5 % más que en 2017, el 90% de los cuales se destinaron a la exportación, especialmente a Alemania, Italia y Francia), de los que 272.041 han sido Polo y 231, T-Cross. Dentro de la producción total, el 84,3% de los vehículos fabricados corresponde a versiones de motores de gasolina, mientras que las de diésel han alcanzado un 15,7%.
Para este año, la factoría anunció el programa de producción previsto, en concreto 320.227 coches, que se distribuyen entre 177.827 unidades del Polo y 142.400 del T-Cross, lo que supondría la tercera producción anual más alta en su historia, sólo por detrás de las fabricaciones realizadas en los años 2010 (336.336 coches) y 2011 (353.353 coches).
Tercer turno en Palencia
En cuanto a Renault, las buenas noticias llegan de la recuperación del tercer turno en la factoría de Palencia tras los buenos resultados comerciales del nuevo Kadjar. Así, recuperará el turno de noche en su factoría de Villamuriel de Cerrato a partir del próximo 29 de abril debido a aumento de la producción que ha generado el éxito comercial del nuevo Kadjar y las buenas perspectivas de Mégane. Un tercer turno que se suprimió en esta factoría el pasado 23 de julio y que afectó a 700 trabajadores.
Renault ha explicado que el éxito en la comercialización del nuevo Kadjar, lanzado este mes de enero con mejoras en confort, calidad y ergonomía, y el aumento de la demanda de Mégane, ha provocado un incremento de la producción de la factoría de Palencia. Este incremento en la producción llevará aparejada la puesta en marcha del equipo de noche a partir del 29 de abril. Dos modelos que llegaron a la fábrica de Palencia fruto de los Planes Industriales firmados con la representación sindical.
