Ofrece menos volumen de maletero pero mayores posibilidades de aprovechamiento del espacio interior, llegando a alcanzar una capacidad de carga máxima abatiendo los asientos de casi 1.700 litros. Su carrocería, en lo que a dimensiones se refiere, mantiene idénticas cotas que la berlina de cuatro puertas, es decir, 4,86 metros de longitud, 1,87 metros de ancho y 1,46 metros de alto. Para facilitar la carga del maletero, además de contar con un portón de apertura eléctrica la altura del umbral de carga se ha situado a sólo 57 centímetros del suelo con una amplia apertura superior al metro de longitud.
Aunque mantiene dimensiones con el cuatro puertas, el Sport Tourer anuncia una mejora en la altura al techo de las plazas traseras, 30 milímetros extras para reforzar el confort interior. También para ello cuenta con un nuevo bastidor semi rígido de tecnología «Cover Carving» integrado en el respaldo del asiento que lo hace más resistente y a la vez flexible y ligero, y que ofrece mayor habitabilidad, con 3 centímetros más para las rodillas. Como en el berlina, el espacio de las plazas traseras es muy razonable, aunque modelos como el Hyundai i40 o el Volkswagen Passat ofrecen más amplitud detrás que el Talisman.
En lo que a dinámica se refiere, destaca la presencia del sistema de 4 ruedas directrices y la suspensión pilotada, dos elementos poco habituales en el segmento de los familiares y que marcarán la personalidad del Talisman sobre el asfalto. La gama de motores contará con dos versiones de gasolina TCe de 150 y 200 CV con caja automática de doble embrague y 7 velocidades y tres opciones diésel, un quizás demasiado básico dCi de 110 CV, un muy razonable dCi de 130 CV (con cambio manual o automático) y un prestacional dCi Biturbo de 160 CV asociado sólo al cambio automático EDC de 6 velocidades en lugar de 7 como en los gasolina.