Mercedes-Benz sigue apostando por el pequeño Smart, en el que introduce ahora muchas novedades en busca, sobre todo, de un mayor grado de confort en su utilización. Mantiene los 2,7 metros de longitud del original, pero es 10 centímetros más ancho y algo más bajo, mejorando así el espacio del habitáculo y, sobre todo, capacidad del maletero, ganando 40 litros para ofrecer ahora 260. Fruto de su desarrollo común con Renault, muchos de los mandos interiores proceden de la marca francesa, como el de los elevalunas, el de los retrovisores, las manillas de las puertas o el sistema de navegación, similar al R-Link.
Mantiene también la misma suspensión que antes, pero se ha revisado aumentando el recorrido de amortiguación para mejorar el confort de bacheo, uno de los puntos más críticos del modelo original. También se ha ganado capacidad de giro para maniobrar con mayor facilidad en espacios reducidos.
La gama de motores está formada un gasolina de tres cilindros, 999 centímetros cúbicos y 71 CV de potencia, aunque más adelante llegará otra de 898 centímetros cúbicos con turbocompresor que rinde 90 CV. La caja de cambios puede ser manual de cinco velocidades o automática de doble embrague con seis. La versión menos potente acelera de 0 a 100 km/h en 14,9 segundos y alcanza una velocidad máxima de 151 km/h, con un consumo medio de 4,1 l/100 km.
El precio de salida arranca en 11.8000 euros en su versión más accesible, ya con un nivel de equipamiento razonablemente completo. Hay tres niveles de equipamieto, «passion», «prime» y «proxy», incluyendo el más básico aire acondicionado, cierre centralizado con mando a distancia, luces diurnas de tipo led, control de velocidad de crucero, ordenador de viaje y elevalunas eléctricos.
Entre los elementos de seguridad que puede tener, destacan el asistente de viento lateral, el sistema de advertencia por riesgo de colisión y la alerta por cambio involuntario de carril, el primero de serie y los otros dos opcionales. El asistente de viento lateral es una función ligada al control de estabilidad y sólo se activa a partir de 80 km/h cuando se va recto o tomando curvas muy amplias. Actúa sobre los frenos para evitar que pierda la trayectoria por rachas fuertes de viento, algo no muy difícil por el peso y las dimensiones del Smart.
