Opinión

El IVA no va

Recién publicado el Informe Mensual de Recaudación correspondiente a julio de 2.023 elaborado por la Agencia Tributaria, sus cifras confirman el progresivo estancamiento de la economía española que ya venía manifestán

  • Imagen de archivo de la Agencia Tributaria de Andalucía en Sevilla. -

Recién publicado el Informe Mensual de Recaudación correspondiente a julio de 2.023 elaborado por la Agencia Tributaria, sus cifras confirman el progresivo estancamiento de la economía española que ya venía manifestándose mediante diversos síntomas. Es así por mucho que no le guste ni a Sánchez ni a Calviño. Y así es, aunque lo omitan e incluso lo nieguen las fuentes oficiales y oficiosas del Gobierno. El reseñado estancamiento es palpable al observar que el aumento de lo ingresado por la Agencia Tributaria en los siete primeros meses del año en relación con el mismo periodo del año pasado se limita al 3,9%, porcentaje solo ligeramente superior a la inflación del periodo lo que supone que, en términos reales, la recaudación tributaria obtenida entre enero y julio es prácticamente la misma que la correspondiente a dicho periodo en 2022. Baste recordar que en este último ejercicio la recaudación de la AEAT aumentó un 14,9% respecto de 2021 para percibir la diferencia.

La parálisis de la economía española se comprueba todavía con más claridad, viendo el comportamiento de la recaudación del IVA por tratarse del impuesto cuyos ingresos son más representativos de la coyuntura económica de cada momento. Pues bien, en el periodo enero-julio de este año, la recaudación del IVA solo supera en un 2,1% a la correspondiente al mismo periodo de 2022, porcentaje ya incluso inferior a la inflación. Ergo, la recaudación del IVA está creciendo escasamente en términos nominales y decreciendo en términos reales. Es más, si se descuentan los ingresos habidos al principio de este año, que se corresponden con operaciones realizadas en el cuarto trimestre de 2022, el escenario es aún peor. En efecto, en comparación interanual mes contra mes, la recaudación mensual por IVA lleva tres meses consecutivos -mayo, junio y julio- descendiendo, lo que evidencia que el importe global de las ventas y las prestaciones de servicios está disminuyendo respecto al existente hace un año.

La economía española se está parando si es que no está parada ya. Reconocerlo, asumirlo y ponerle remedio aplicando políticas activas de reactivación es lo que haría un gobernante responsable

Todavía más. Si acudimos a la evolución de lo que la Agencia Tributaria llama “ingresos homógeneos” que son los resultantes de aplicar las correcciones necesarias para lograr una mejor comparabilidad entre importes de un periodo y el siguiente, se constata que, en los citados términos de homogeneidad, la recaudación por IVA en enero-julio de 2023 solo supera a la de enero-julio de 2022 en un exiguo 0,2%. Es decir, está de facto estancada nominalmente y por consiguiente, disminuyendo en términos corregidos de inflación.

Los datos tributarios no engañan pues, con la excepción de los llamados homogéneos, son los que se corresponden con los ingresos realmente habidos en la caja de la Hacienda Pública, sin que quepa aplicarles las modificaciones metodológicas y la magia estadística a las que nos tiene acostumbrados el Gobierno cuyo ejemplo más significativo son los datos relativos al paro. Por tanto, la economía española se está parando si es que no está parada ya. Reconocerlo, asumirlo y ponerle remedio aplicando políticas activas de reactivación es lo que haría un gobernante responsable. Negarlo, ignorarlo y seguir aplicando las recetas aplicadas hasta ahora supone agravar el problema ya presente en nuestra economía.

Por supuesto, todo aquel que se atreva a cuestionar la información oficial será tachado una vez más de brujo o chamán

Lamentablemente, todo apunta a que, de resultar reelegido Sánchez, optará por la segunda de las opciones enunciadas dado que, si hasta ahora se ha movido en el negacionismo de la tendencia negativa de nuestra economía, sus conocidos orgullo y soberbia le inducirán a posicionarse como un negacionista del estancamiento económico. Eso si, su actitud irá arropada con los oportunos datos estadísticos maquillados -¡qué caray! manipulados- que expulsarán el Sepe de Yolanda Díaz, el ahora domesticado INE y demás organismos colonizados por el poder de Sánchez. Y por supuesto, todo aquel que se atreva a cuestionar la información oficial será tachado una vez más de brujo o chamán. ¡Qué previsibles son los comportamientos de las dictaduras y dictadores! Y con qué rapidez se autodesacreditan. Como muestra un botón, no hacía ni veinticuatro horas que MJ Montero declaraba orgullosa que en este PSOE “el que se mueve sí sale en la foto” cuando se ha sabido que han expulsado de su partido a Nicolás Redondo Terreros, un socialista de verdad, honesto y digno, por haberse atrevido a moverse.

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