Opinión

Errejón y la resurreción del PSOE

El interrogante quedó despejado el día en que Pedro Sánchez dobló las rodillas. Hace algo más de tres semanas, con Ferraz desquiciado por el ataque de nervios colectivo. Este domingo, sin

  • Errejón haciendo el símbolo de la Victoria en un acto en Valencia.

El interrogante quedó despejado el día en que Pedro Sánchez dobló las rodillas. Hace algo más de tres semanas, con Ferraz desquiciado por el ataque de nervios colectivo. Este domingo, sin embargo, el Comité Federal se afanó por escenificar la calma. Una 'paz armada' en absoluto sinónimo de unanimidad, ni de unidad. Bajo un día lluvioso, de esos de manta y sillón, el PSOE confirmó su sentencia. La abstención a Mariano Rajoy. 139 votos a favor frente a los 96 correligionarios del "no es no". El 'interrogante tóxico' quedó, por fin, resuelto. El PSOE se romperá por abajo, por el lado de la militancia y de sus votantes. Es el vaticinio que rubrican algunos de los participaron en el Comité Federal.

"Al aceptar que Rajoy sea presidente con nuestra abstención, nos romperemos por abajo porque nos acabará devorando Podemos y sufriremos una importante hemorragia de militantes", reflexionaba este domingo un destacado dirigente socialista. La otra vía quedó anegada el día de autos en Ferraz. "Si nos hubiéramos mantenido en impedir la investidura de Rajoy, nos habríamos roto por arriba porque hay medio partido enfrentado al otro medio", disecciona la misma fuente. Lo cierto es que el PSOE anda roto y sin ninguna proyección sensata de cómo manejar las réplicas en el corto, medio y largo plazo que provocará el terremoto que significa favorecer la abstención de Rajoy. Un viraje histórico en la tradición del PSOE que nunca ha facilitado la investidura de un gobierno del PP durante la democracia.

El PSOE anda roto y sin ninguna proyección sensata de cómo manejar las réplicas del terremoto de la investidura en el corto, medio y largo plazo

Los últimos sondeos escupen una organización desgarrada. La fidelidad de voto del PSOE se desmorona por debajo del 50% (48,4%), provocada en parte por la alta indefinición de los votantes socialistas (17,8%)  que no declaran cuál sería ahora su comportamiento electoral. En el lado de los votos perdidos, un 20% del votante socialista no apoyaría a ninguna candidatura frente al 10% del voto que se fugaría directamente a Unidos Podemos.

El desapego al partido camina en paralelo a la escasa empatía que genera Susana Díaz entre los votantes socialistas. La popularidad de la 'baronesa del sur' aún no supera a la de Sánchez entre los fieles al PSOE. Mal augurio para quien controla la sala de máquinas de Ferraz junto al 'comando Rubalcaba', de nuevo moradores de los despachos de la sede socialista. Así, los votantes del PSOE que aprueban la actuación de Susana Díaz alcanzan el 32,2%, mientras que Pedro Sánchez, logra la aprobación del 43,9%.

El desapego al partido camina en paralelo a la escasa empatía que genera Susana Díaz entre los votantes socialistas

Además, el número de afiliados del PSOE no hace otra cosa que menguar desde hace años. Sólo desde que Pedro Sánchez es secretario general, el número de militantes ha bajado desde los 198.123 hasta 189.167, es decir, 8.956 afiliados menos en apenas 18 meses que van desde las primarias en las que el actual secretario general logró su cargo a la consulta en la que se pidió a los afiliados su opinión sobre el pacto suscrito con Ciudadanos. Y no sólo eso: además de ser cada vez menos, los militantes del PSOE cada vez acuden menos a votar cuando la dirección del partido los convoca. Entre las dos citas a las que antes se ha hecho referencia la participación de las bases socialistas cayó 14,2 puntos desde el 65,8% que ejerció su derecho al voto en las primarias contra Madina de 2014 hasta el 51,6% que se acercó a votar en referencia al pacto con la formación liderada por Albert Rivera. Este ha sido la última vez que el partido ha convocado a sus bases a las urnas y es, por tanto, la última vez que el PSOE ha hecho públicas cifras relativas a sus militantes.

Sin embargo, el descenso en el número de afiliados no es un fenómeno cuyo comienzo coincida con la irrupción de Sánchez en la secretaría general del PSOE. La desafacción de los afiliados socialistas comenzó con la crisis y los últimos años de Zapatero. En la etapa de Alfredo Pérez Rubalcaba el número de socialistas de carnet descendió en 20.000 militantes. El acumulado de bajas en el listado de los afiliados socialistas asciende a nada menos que 48.000 en los últimos ocho años. La última vez que el partido ofreció datos desglosados por comunidades autónomas fue en 2014 y la región más importante fue Andalucía con 48.792 afiliados, casi una cuarta parte del total que fueron decisivos para que Sánchez ganara las primarias.

Errejón nunca se enfrentará a Iglesias dentro de Podemos, pero fuera, el paisaje es hermoso

Los socialistas cuentan en estos momentos con una bolsa cercana al 40% de voto 'cabreado'. Cientos de miles de votos cargados de desafección que jugarán un papel superlativo en el rediseño de la izquierda en España. Un juego de equilibrios entre el PSOE, con un horizonte de complicada reconstrucción, y Podemos, una organización que aumenta día a día sus costuras rotas entre Pablo Iglesias e Iñigo Errejón. Diferencias que van más allá del combate en Twitter y que pueden acabar derivando en una escisión en Unidos Podemos, lideradas por su número dos.

El propio Errejón dejó entrever, hace un par de semanas en la Cadena Ser, que el divorcio llegará en cuanto Podemos quede sin opciones de gobernar (en coalición o en solitario). "Ese riesgo existe, ese tipo de Podemos pequeñito y en la esquina izquierda del tablero, sería muy funcional a los poderosos, una pequeña minoría que protesta, que se queja, que está enfadada, pero que tiene poca capacidad de trascender sus propias fronteras, sus propios límites, de hablarle a gente diferente y de persuadir para construir una mayoría nueva", explicaba desde los micrófonos el secretario político.

Esa sería entonces la hora de Errejón, cuya siembra no se detiene ningún día. Si en los micrófonos de la Ser avanzó que no disputará el trono a Iglesias es porque anda abonando el terreno. Él nunca se enfrentará a su amigo dentro de Podemos, pero fuera, el paisaje es hermoso. El número dos de Podemos se rodea de un círculo de asesores de mayor empaque intelectual que la camarilla de Iglesias: Jorge MorunoRodrigo AmírolaGermán CanoJorge Lago David Benavides cultivan las tesis errejonistas.

Lo que no parecen calibrar en la sede del PSOE es que Errejón arrastraría al votante joven socialista

Errejón tiene sintonía también con Raimundo Viejo Viñas, el diputado que sirve de enlace con En Comú Podem, la marca que lidera Ada Colau en Cataluña, y con Mónica Oltra (Compromís), vicepresidenta de la Generalitat valenciana. En esta comunidad, la mano derecha del secretario Político de Podemos es Ángela Ballester, integrante del Consejo Ciudadano estatal. Y en el País Vasco, por ejemplo, goza de cercanía con la responsable regional, Nagua Alba.

El número dos de Podemos no está sólo, sino todo lo contrario. El equipo lo tiene y el ADN emprendedor para fundar un partido también. Llamarlo 'Unidos para la Victoria', como contaba hace unos días nuestro periodista Segundo Sanz, sería un homenaje al Frente para la Victoria (FPV) que integran el kirchnerismo, movimiento político en Argentino cuyo ideólogo de cabecera es uno de los referentes teóricos de Errejón, Ernesto Laclau, autor de Hegemonía y estrategia socialista.

Sánchez podría comenzar con los guiños hacia Errejón en el corto plazo, según los augurios de algunos en Ferraz

El movimiento ayudaría al PSOE a mantener su 'status quo' en la izquierda ante la disgregación de votantes. "Nos daría tiempo para recomponernos y poder ejercer de principal partido de la oposición", esgrimen en Ferraz. Pero lo que no parecen calibrar en la sede del PSOE es que Errejón arrastraría al votante joven socialista, ese que no aprueba la abstención a Rajoy y que se alinea con el discurso más social y de izquierda dura de Pedro Sánchez frente a los poderes económicos. Ese Pedro Sánchez que aseguraba que no cambiaría su 'no' a Rajoy por las presiones del Ibex. El mismo Pedro Sánchez que, según los augurios de algunos en Ferraz, podría comenzar con los guiños hacia Errejón en el corto plazo. ¿Se imaginan a Sánchez y Errejón mano a mano contra el aparato del PSOE? En política, y en la actual izquierda española, todo es posible.

@miguelalbacar

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