Uno de los rasgos más destacados del neoliberalismo, íntimamente asociado al mismo, es la financiarización de la economía global. Digámoslo claramente, sin tapujos, dicha financiarización representa una seria amenaza al ecosistema productivo global y patrio, además de abocarnos a una sociedad distópica cuasi-feudal. En un momento histórico donde la rentabilidad ex-ante a medio y largo plazo de los activos financieros es muy baja o negativa, véase mi blog anterior en estas mismas líneas, la financiarización empuja al capital global a fijarse en actividades productivas reales que generan retornos interesantes, desde el mercado de alquiler de la vivienda hasta las empresas industriales exportadoras, pasando por negocios familiares o los otrora monopolios naturales. Y no nos olvidemos de la financiarización de los alimentos y/o del agua a través de los respectivos futuros financieros. La consecuencia es una infinidad de burbujas que acaban afectando ya no solo al modelo productivo sino a derechos humanos básicos reconocidos por la ONU.
Es en este escenario en el que estalla la pandemia de la covid-19, que evidenciado además otra serie de crisis que venían gestándose desde hace tiempo, y que requiere de un conjunto de políticas verdaderamente transformadoras del diseño de un proyecto de futuro inclusivo. Nos referimos, por ejemplo, a las consecuencias negativas del cambio climático y al imperativo de descarbonizar la energía requerida tanto en los procesos productivos como en el uso diario de determinados medios de transporte o de ciertos bienes de consumo. Nos referimos, también, a la necesidad de un cambio del modelo de cuidado de nuestros mayores, los más afectados por la pandemia, al imperativo de reforzar todos aquellos indicadores que mejoren la salud de los ciudadanos, y donde la inteligencia artificial y el “big data” se constituyen en herramientas fundamentales.
Desde Europa la respuesta han sido los fondos de recuperación de la covid, poco generosos por cierto, que ya se han asignado a España, y en este momento las Administraciones están definiendo el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia que será la hoja de ruta entre 2021 y 2026. Empezarán a transferirse en la segunda mitad de 2021, pero tienen carácter retroactivo desde el comienzo de la pandemia. Por tanto, las Administraciones pueden financiar cambios estructurales que ya estén ejecutando.
Impulsar el tejido productivo
Desde estas líneas detallamos cómo la financiarización y la política monetaria estaban empujando al capital especulativo global a asaltar el ecosistema productivo español. Es un proceso que debería haber sido analizado escrupulosamente por las autoridades económicas y políticas, de manera que si se detectan externalidades negativas, no se debería dudar en implementar las medidas de política económica adecuadas. Nuestras hipótesis de trabajo eran y son cuatro. H1: la financiarización no es independiente de la política monetaria. H2: la política de tipos de interés cero y la expansión cuantitativa producen sobrevaloración de activos. H3: en un momento donde la rentabilidad ex-ante de la inmensa mayoría de los activos financieros de riesgo es muy baja, sino negativa, negocios de actividad real, exportadores o no, ofrecen rentabilidades muy atractivas y competitivas. H4: tras la Gran Recesión, bajo H1-H3, el capital financiero asalta al ecosistema productivo global, incluido el español. Si analizamos a nivel microeconómico dónde ha entrado el capital extranjero en la industria española, los resultados son claros. El capital extranjero -que ya se había posicionado en empresas grandes, exportadoras y de tecnología alta-, se está adentrado además en pymes, exportadoras o no, dinámicas y/o de alto valor añadido. Y, lo siento, la propiedad del capital de una empresa es vital para los procesos de inversión y las condiciones de nuestros trabajadores. Si no que se lo digan a las cadenas de producción de la automoción en España: las devaluaciones salariales de nuestros trabajadores han subsidiado los incrementos salariales de sus homólogos alemanes.
El proyecto debería tener un marcado carácter innovador y/o aportar un importante valor añadido en términos de I+D+i, además de vertebrar el territorio, con impacto en más de una comunidad autónoma
En este entorno, el Gobierno debería dar un mayor peso en la asignación de los fondos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia a los proyectos tractor impulsados por las pymes españolas encaminados a generar nuevos mercados y procesos de producción compatibles con la descarbonización, innovación tecnológica, inclusión social y territorial. Es una oportunidad histórica de cubrir la ausencia de política industrial activa en las últimas décadas. Obviamente éstas deberían reunir los requisitos recogidos en el mismo manifiesto de interés del Ministerio de Industria, cuya letra suena muy bien. Según ésta se deberían premiar proyectos tractor que involucren a una parte sustancial de una determinada cadena de valor industrial, cuya representatividad se tiene que justificar mediante un número suficiente de empresas y entidades de dicha cadena, incluyendo pymes y su adecuada representación territorial. El proyecto debería tener un marcado carácter innovador y/o aportar un importante valor añadido en términos de I+D+i, además de vertebrar el territorio, con impacto en más de una comunidad autónoma. Los proyectos deberían tener entre sus objetivos la eficiencia energética, la mejora de la sostenibilidad de su proceso o producto, la descarbonización de su actividad, la incorporación de aspectos de economía circular, el mejor aprovechamiento de recursos o la digitalización de la cadena de valor. Además, los beneficios del proyecto no deben limitarse a las empresas o al sector directamente involucrado en el proyecto, sino que deben ser de mayor relevancia y aplicación en la economía o sociedad a través de efectos de arrastre positivos definidos claramente, de manera concreta e identificable.
Ello constituye sin duda alguna una oportunidad única para distintos sectores de capital básicamente español muy dinámicos, pero con serios riesgos de sufrir las zarpas de la financiarización. Hay varios ejemplos, desde la post-venta de la automoción, pasando por el sector de las pymes del ascensor español, hasta la incipiente industrialización de la construcción… Los ecosistemas autóctonos existen en todos los países de la UE, por lo que favorecer la interacción entre éstos fortalecería una Europa con un nuevo modelo económico basado en la innovación y diversidad. No hay otra, o aprovechamos, entre todos -políticos, funcionarios, empresarios y trabajadores- la ventana de oportunidad que se nos abre o, en plena revolución tecnológica, la desertización en el terreno industrial y económico se extenderá inexorablemente en nuestro país.
Otilio
Sí, pymero los compañeros socialistas.
Alaentristecida
Dice el Sr. Laborda que la "financiarización" de la economía global nos aboca a una sociedad distópica quasi-feudal. Lo que nos ha abocado a una sociedad quasi-feudal son las políticas sociocomunistas de nuestros dirigentes, en virtud de las cuales vivimos en una injusta sociedad dual. Por un lado tenemos a empresarios y trabajadores sujetos a la competencia, cuyos ingresos dependen de que los ciudadanos decidan libre y voluntariamente adquirir y pagar los productos que las personas de este grupo generan. Por otro lado tenemos a políticos, empresarios amigos de los políticos, empleados públicos y liberados sindicales cuyos abultados sueldos y escandalosos privilegios son pagados obligatoriamente por los ciudadanos sujetos a la competencia. Los empresarios y trabajadores sujetos a la competencia son cada día más esquilmados, más intervenidos, más esclavizados, para satisfacer a la casta feudal siempre presta a profundizar en la extracción de rentas mediante la extorsión y el chantage. Una injusticia total, de la que el Sr. Laborda nunca dice ni mu.
Feyerabend
A las Pymes como Plus Ultra entiendo.
Ansurez
Anda,que no están costando vidas las corruptelas de Netanyahu
Feyerabend
Vaya tela con Laborda. Pero si ahora la UE está haciendo lo que él pregona, dinero gratis que es lo que genera las burbujas en la bolsa y que apenas haya alternativas de inversión. Después de pregonar que hay que hacer eso, nos viene conque la falta de rentabilidad de las inversiones hace que se busque invertir en vivienda y que genera burbujas. Es decir, después de dar dinero gratis a dos manos se QUEJA de que haya burbujas, qué hacemos entonces? Si no se da dinero gratis y se suben los tipos se va a quejar de la austeridad del mismo modo. Siempre oigo el tema de invertir en automatización, ecologismo... Cómo se hace eso Sr.Laporta? Especifique campos de actuación y soluciones concretas, no humo típico de economistas teóricos. Automoción sí, se queja de que se pierde capacidad con respecto a Alemania, bien, es que somos una sucursal de Alemania, no tenemos industria propia y las patentes son alemanas. En Espanha se ensambla, no se crea, entre otras cosas porque no hay condiciones para crear nada. Con estas condiciones se atreve Ud. a decirles a los alemanes que ellos ganan más a nuestra costa. Ellos crean, tienen los centros tecnológicos, el valor. Nosotros tenemos fábricas para ensamblar componentes, eso no es valor, es parte de la cadena que puede moverse a otro sitio y ser sacrificada si hace falta. Es por ello que Ud. no puede pretender ser como otros que sí crean el valor, que no es otra cosa que lo que el cliente demanda.
Gwydno Garanhir
¿Llegará a comprender alguna vez este orate que para "financiarizar" la economía tiene que haber algo que financiar? Lo demás, es guardar el dinero pintado por tus cuates totalitarios debajo de la alfombra para retrasar la inevitable inflación.
beeblebrox
Siempre oportuno cuando las ganas de dar un tartazo a alguien se te acumulan, aquí vuelve Laborda con sus ignorancias que lo piden a gritos. Como economista no vale un pimiento, pero el alivio psicológico que facilita es muy de agradecer. Al tajo. Se olvida que los bajos tipos que empujan al capital financiero fuera de la inversión en activos "clásicos" se debe al cártel montado por los gobiernos UE para que países como España paguen una miseria de intereses que no se justifican por su solvencia pero necesitan para no quebrar después de tantos años haciendo caso a indocumentados como Laborda. Lo que él llama "asalto" del capital extranjero a actividades productivas, toda la vida se ha llamado "inversión" y se consideraba buena cosa (si el capital se interesa por oportunidades en vivienda, habrá más y más baratas viviendas, y así en todo). En cuanto a la idea de apoyar sólo proyectos rentables, con externalidades positivas.... de acuerdo en todo, pero gracias a la corrupción que siempre genera el estado intervencionista resulta que eso va a ser rescatar a Plus Ultra.
Pacopepe
TONTO útil, Sin más.