¿Suena bien la palabra discapacidad? ¿Resulta bonita, atractiva?, creo que no. De hecho, si la palabra discapacidad afectara a nuestros políticos –además de a sus amigos o familiares-, si les afectara directamente, en el Congreso ya se habrían planteado sustituir ese término por otro más agradable, que no haga sentirse mal a quienes se le aplica este concepto. Los datos nos dicen lo poco sensible que somos como sociedad, por lo que adaptar una terminología positiva debería estar encima de la mesa del debate laboral. Lanzo, quizás ingenuamente, la propuesta para que, en lo que queda de legislatura, el gobierno modifique la manera de referirse a aquellos estudiantes, jóvenes, personas trabajadoras con capacidades diferenciadas del resto, a ser consideradas como personas a las que se les debe garantizar también una vida digna. Ese es el espíritu de la Constitución. No podemos sentirnos orgullosos cuando en España sólo un 8% de los jóvenes con discapacidad intelectual o del desarrollo tiene un empleo, y además perciben salarios casi un 20% inferiores pese a realizar el mismo trabajo, según datos de la Encuesta de Discapacidad y Empleo del INE, datos que pone encima de la mesa Plena Inclusión para denunciar una situación injusta. Jóvenes que no pueden soñar con un futuro en el que puedan ser independientes.
"Tienes discapacidad" y te dan el gran título de "discapacidad", incapacitándote ya sólo con la palabra, haciéndote sentir que vales menos que el resto. De la misma manera que la política, el periodismo ha ido modulando la terminología para dar un uso correcto a situaciones de abuso contra la mujer o los inmigrantes, ahora debería plantearse este reto para modificar esa expresión, discriminatoria, peyorativa. La palabra define la función, y el término que se utiliza, marca indefectiblemente a la persona a la que se le aplica.
Si se compara la cifra de desempleo en jóvenes con y sin discapacidad, la "brecha de desigualdad" se sitúa en casi el doble: un 59,3% frente a un 34,6%. Una enormidad
Días atrás, una psicopedagoga me comentaba cuánto bien haríamos si en lugar de hablar de discapacidad, habláramos de capacidad: Capacidad, capacitar, capacitado. No puedo estar más de acuerdo. Enfrentarte al mundo laboral no es fácil, menos si vas con un carnet de discapacidad. Quizás debería haber carnets para los discapacitados emocionales, que son muchos, para los discapacitados en política que también los hay. Mucho trabajo pendiente por este lado, a visibilizar a los mal llamados "discapacitados" en este día, porque los datos se alejan de la radiografía idílica del gobierno. Cierto es que cada uno ofrece los datos que mejor le convienen. Si se compara la cifra de desempleo en jóvenes con y sin discapacidad, la "brecha de desigualdad" se sitúa en casi el doble: 59,3% frente a un 34,6%.
Sólo un dato: sin ganar el SMI, que es de 1.080 euros, el autónomo paga una cuota de más de 300 euros, es decir que tiene que vivir dignamente con 700 euros
A la discapacidad podemos añadir los salarios, los autónomos, lo quemados que están muchos en su trabajo. También lo indican los datos: más del 70% de empresas han tenido problemas para encontrar personal, una de cada tres personas se siente disgustada y harta con su trabajo. De hecho, más del 50% de trabajadores abandonaría su ocupación si tuviera otra oferta. Los españoles, laboralmente hablando, no podemos estar más insatisfechos, por no mencionar a aquellos que aun trabajando no llegan a final de mes. Es la esclavitud de nuestros días, como indican datos oficiales que se dan a conocer con motivo del 1 de mayo.
No ha llegado aún el gobierno que mejore la vida del autónomo. Sólo un dato: sin ganar el SMI, que es de 1.080 euros, el autónomo paga una cuota de más de 300 euros, es decir que tiene que vivir dignamente con 700 euros. Imposible para un adulto con familia, imposible. Solo hace dos semanas que los autónomos salían en masa por las calles de Madrid para denunciar precisamente esto, que alguien que no llega ni al salario mínimo pague lo mismo que aquel que ingresa más de 2.000 euros. El pequeño autónomo sigue en este país sin derecho a enfermar, sin derecho a vacaciones. Emprender en este país sigue siendo una temeridad. Claro que ha habido mejoras laborales, por supuesto, pero también debemos reconocer lo que sigue sin funcionar para solventarlo. No puede ser que tengamos esclavos en nuestros días, trabajadores que aun haciendo sus 8 horas diarias no llegan a final de mes. Si no fijémonos en otro dato publicado por la OCDE: Los españoles somos los europeos con mayor pérdida de poder adquisitivo situada en el 5,3%, los alemanes están en el 3,9% y los italianos en el 2,2%. O lo que es lo mismo cesta de la compra disparada y menor salario. Somos el noveno país de la UE dónde más se ha devaluado lo que cobramos. Seguimos a años luz, seguimos siendo los pringaos de Europa con una discapacidad política gubernamental más bien generalizada.
Arcano1964
Dice: "...sólo un 8% de los jóvenes con discapacidad intelectual o del desarrollo tiene un empleo, y además perciben salarios casi un 20% inferiores pese a realizar el mismo trabajo, ..." mismo trabajo, no; mismo puesto de trabajo, sí. Y la diferencia puede ser pequeña o abismal. Respecto a los pijoprogres que nos gobiernan, decir que son sumamente eficientes en el camino que han emprendido: para perpetuarse en el poder hay que destruir la clase media, que la clase obrera le cueste llegar a fin de mes a fin de que tenga que vivir gracias a las subvenciones públicas. Muchos de esos políticos pijoprogres del llamado grupo de Puebla se les escapa de vez en cuando y lo dicen abiertamente: si el pobre progresa, si llega a ser a clase media, se olvida de dónde viene y vota a la derecha. Así que, doña Inma, no se confunda: lo hacen de manera eficiente, lo que pasa es que actúan contra los ciudadanos.
KATAPUM
Entoneces, al cojo, cómo lo denominamos? capacitado para cojear?... cuánto bobo y cuánta bobería tenemos que aguantar....
Wesly
Dice la Sra. Imma que no puede ser que existan esclavos en nuestros días. Muy de acuerdo. No puede ser que el gobierno arranque de los bolsillos de los empresarios y trabajadores sujetos a la competencia cada vez más y más recursos obtenidos legítimamente, tratándolos como esclavos al servicio del gobierno. Porque así es como nos trata este gobierno, como a esclavos a su servicio a los que hay que expoliar cada dia para dedicar los recursos extraídos a la compra compulsiva de votos y al pago de privilegios a políticos y empleados públicos. Por otro lado, para conseguir unos buenos sueldos hay que aportar un valor añadido que el mercado libre y voluntariamente valore y esté dispuesto a pagar. Para aportar un gran valor añadido hay que estar bien preparado, bien formado, y ser consciente de la importancia del esfuerzo, del reconocimiento del mérito. El gobierno ha de poner en marcha medidas e incentivos para que los ciudadanos sean útiles a la sociedad, capaces de ganarse la vida por si mismos y de obtener buenos sueldos. Pero este gobierno de sectarios e incompetentes hace todo lo contrario. Devalúa la educación (permitiendo pasar de curso sin aprobar todas las asignaturas) y promociona el derecho a exigir que sean los demás quienes resuelvan nuestros problemas, desincentivando la cultura del esfuerzo. Mientras tanto, periodistas al servicio de este gobierno (como Ud.) se dedican a criticar y a criminalizar a las empresas, a las que convierten en las culpables de todos los males, cuando la realidad es que es este gobierno quien, con sus medidas sectarias y sus incentivos perversos, nos está llevando a la ruina.
vallecas
Me pregunto en que mundo vive usted cuando dice que los discapacitados (perdón con diferentes capacidades) están discriminados en España. Y continúo preguntándome que capacidad de observación posee cuando habla de autónomos sin especificar la profesión del mismo. Ser autónomo es una forma de trabajar en la sociedad, ingeniero, médico, mecánico, limpiador, etc, y de su valía dependen sus ingresos. Por esta razón aunque usted y Reverte sean autónomos el talento es lo que les diferencia, no la forma legal. Y le digo más, lo empleados no tienen una mayor ventaja, si no cumplen con lo esperados les despedirán.