El mercado está dominado por Internet y por las herramientas digitales. No importa el sector al que pertenezca un negocio, importa su presencia en la red. Sin formación digital, el éxito no parece posible. Con una grave crisis económica encima, las empresas deben adaptarse a las nuevas circunstancias surgidas a raíz de la pandemia para sobrevivir. Y la clave está en la digitalización de sus estrategias, de sus procesos productivos, de comunicación y, en definitiva, de todas aquellas acciones que los mantengan vivos en el mercado.
El objetivo está claro. Pero ¿quién se encarga de convertirlo en una realidad? La respuesta parece evidente. En todo este proceso de transformación, las startups o los negocios basados en las nuevas tecnologías, son los protagonistas. Por un lado, reciben más apoyos y por otro, se acude a ellos para la modernización de las empresas que se han quedado en el lado más tradicional.
Y ¿qué hay de los freelance? ¿De esos profesionales que trabajan por cuenta propia como Data Scientists, desarrolladores, expertos en marketing, diseñadores de UX/UI o Project Managers? Sin ellos y sin su experiencia muchas empresas no habrían podido realizar su transformación digital ni innovar para adaptarse a las nuevas necesidades del mercado.
Los planes públicos y privados con ayudas y programas de digitalización favorecen a las empresas más innovadoras, pero se olvidan casi siempre del freelance, un profesional altamente especializado
Su demanda crece pero los que deciden el destino de nuestra economía desde las grandes esferas de poder parecen no darse cuenta de ello. Los planes públicos y privados con ayudas y programas de digitalización favorecen a las empresas más innovadoras, pero se olvidan casi siempre del freelance, un profesional altamente especializado y eficaz para llevar a cabo las tareas de modernización de las empresas.
Los datos corroboran esta premisa: ellos son cruciales en la transformación digital de muchas compañías y, por tanto, para la recuperación de una economía gravemente dañada por la pandemia del Covid-19.
Según el estudio Panorama freelance Europa 2021, realizado por BCG y Malt, el año pasado más tres millones de personas trabajaron como profesionales independientes en Francia, Alemania y España. De este grupo 753.000 se encuentran en nuestro país. La digitalización del mercado ha hecho que la demanda de este tipo de perfiles haya aumentado por su capacidad de adaptación y por su “contacto directo con las tecnologías más vanguardistas”.
Tal y como se expone en el informe, tras el primer confinamiento, la mayor parte de las empresas empezaron a ser conscientes de lo importante que es la digitalización de sus procesos productivos y de la necesidad de invertir en nuevas formas de trabajo. Las compañías tardan cerca de nueve meses en formar a sus empleados en tareas concretas que requieren de cierta especialización, según una investigación de la empresa de consultoría Gartner. Por ello, muchas acaban recurriendo a expertos independientes para cubrir esas tareas.
Ayudas que llegan tarde
Para los que se dan de alta por primera vez en el RETA, sí existen ayudas como la tarifa plana (bonificación de la cuota que deben pagar a la Seguridad Social durante los dos primeros años de actividad) o la reducción del IRPF durante 2 años. El Estado también destina fondos para su formación y ofrece préstamos ICO para financiar proyectos. Sin embargo, las asociaciones de autónomos nacionales aseguran que estas ayudas no siempre son las adecuadas. Llegan tarde, no cubren todas sus demandas y nunca son suficientes para que puedan hacer frente a la batería de impuestos y cuotas que deben pagar para ser reconocidos como trabajadores de pleno derecho.
En comparación con las pequeñas y medianas empresas, los freelance son un segmento un tanto descuidado en cuanto a la aparición de soluciones digitales que les den soporte. Estos profesionales tienen derecho a disponer de una solución que les haga la vida más fácil y les permita centrarse más y mejor en su trabajo. Ellos y sus clientes se lo merecen.
Y su competencia está más que demostrada. El 55% de las pymes afirma haber acudido a profesionales freelance para poder adaptarse a sus necesidades de digitalización y presencia online, según la I Encuesta sobre Pymes y Digitalización del trabajo en España realizada por Fiverr. Y es que los freelance son, para muchos, profesionales con una extraordinaria capacidad de adaptación, nacida, tal vez, de la incertidumbre que siempre les rodea.